Ventilla

Caño Roto para cautivar al Metro

Tito y Toni sacan su duende en el metro. Foto: Iara M.Búa
Toni (izquiera) y Tito sacan su duende en el metro. Foto: I. M. Búa

Se abren las puertas del vagón del metro en la estación Pacífico. Línea 1.

—Señores y señoras, somos una compañía de flamenco que intentamos salir adelante. Pagar la luz, pagar el agua, pagar las facturas. Vamos a tocar una canción. Esperemos que suene bonito–, dice con voz rota Tito, cantador y guitarrista de flamenco. Se cierran las puertas.

Tito sonríe a Toni, su compañero de oficio. Miran a los pasajeros que acaban de subir. Agarran el mástil largo de sus guitarras, cómplices impolutas de última generación. El dúo de flamenco Caño Roto comienza a cantar. Se arrancan con Noches de Bohemia, de Navajita Plateá. Sus voces masculinas se mezclan con los acordes. Anulan el sonido chirriante —molesto— del metro. Los pasajeros olvidan sus lecturas. Se quitan los cascos de las orejas. Caño Roto consigue su objetivo: capturan la atención del público. Consiguen su respeto. Su sonido les cautiva. Pasan la gorra cuando acaban de cantar. Recogen monedas, palmadas en los hombros y gritos de «¡olé, artistas!».

En la línea 9, un mendigo con una pierna amputada, pantalón remangado por la rodilla, deambula por el vagón del pasajeros. Tiene una hucha de lata desgastada. La agita. El sonido de los céntimos resulta inquietante. Pide dinero. Recibe miradas esquivas, camufladas entre papeles de periódico. Los viajeros se ponen los cascos. Suben el volumen de su música. El mendigo pasa la hucha. No consigue resultados.

—¿Por qué os escuchan en el metro? (Pregunta a Tito y Toni).

—Por cómo entramos, con mucha energía, con ganas. Algunos oyentes cuando nos ven por primera vez se muestran reticentes. Se han acostumbrado a oír a músicos mediocres, aunque los hay muy buenos. Nosotros tenemos calidad. Se nota en nuestras guitarras, en nuestro duende—, responde Toni.

—¿Qué es un duende?

—El alma de un artista. Sale desde que nace. Un ser vivo –Tito abre las palmas de las manos–. Siempre digo que cuando a un músico le sacan de la tripa de su madre, no llora. Canta. Es el duende.

—¿Podéis contar alguna historia de metro?

–En una ocasión, una mujer lloró al acabar de tocar. Me tocó —Toni cierra el puño y golpea su pecho—. No pudo darnos nada. A veces, es mejor la reacción que la moneda.

—¿Cuánto dinero ganáis al día?

—Depende. A veces 40 euros, otros 120, otros 15. Trabajamos de martes a domingo. Empezamos a las diez de la mañana en Pacífico. Hacemos la línea 1 hasta Plaza Castilla.  Solemos acabar a las cinco de la tarde, a veces a las once de la noche. Los lunes descansamos. Es hora de estar con nuestras mujeres—. Los dos músicos son padres de familia.

–¿Cómo os tratan en el metro?

—Tocamos en muchos sitio: Irlanda, Londres, Japón y Venecia. En otros países los viandantes se detienen,  nos rodean en corro. Las monedas salen de la gorra. En España, nos tratan como bufones.

María, una pasajera de la línea 1, escuchó en una ocasión al grupo Caño Roto en uno de sus viajes.  No sólo abrió la cartera para darles unas monedas, sino que apuntó su número de teléfono. Días más tarde, se puso en contacto para ofrecerles dar un concierto al bar de un amigo: «Llamé porque  les oí tocar Noches de bohemia. Me pareció que la clavaron. Pedían una oportunidad».

Jose David Urchaga, psicólogo y experto en estadística, afirma que se da dinero según un proceso de razonamiento. Si se piensa que un artista ha realizado una buena actuación se le recompensa. Es un intercambio: el cantante cede su música de manera gratuita, el pasajero deposita unas monedas en la gorra. La psicóloga y antropóloga Julieta Paris sostiene que se prefiere dar «cuando se siente que se elige  y no cuando se ve obligado».

No siempre se abre la cartera. En el caso del mendigo, el razonamiento es distinto: «Puede que intimide acercarse a él, o que cómo todos le ignoran nadie se quiere aproximar. Los individuos están muy influenciados por el comportamiento grupal. Repiten lo que haga el grupo, la masa», explica Urchaga.

Si se piensa que es labor de las «instituciones» ocuparse de los indigentes, el resultado será cerrar la cartera. Los individuos buscan una justificación que dé sentido a sus acciones para no crear tensiones con sus escalas de valores. Es lo que los psicólogos denominan disonancia cognitiva, explica el profesor Ricardo García.

En ocasiones se ayuda, en otras se ignora. Como el caso de Joshua Bell, un violinista prestigioso norteamericano. El público estaba dispuesto a pagar entradas muy caras por asistir a sus conciertos. Un día tocó en el metro de Washington, como un «músico más». Fue ignorado. No le reconocieron. La investigación se repitió en España con otro violinista. Ocurrió lo mismo. También es llamativo el experimento del Buen Samaritano (Universidad de Princeton, Nueva Jersey, Estados Unidos), en el que estudiantes que se cruzaron con una persona herida en un callejón del campus y no le auxiliaron. Su justificación es que tenían prisa.

Cuerdas nuevas

–Afiné la guitarra en Vallecas. Estaba dentro del vagón apoyado contra las maletas de un asiento. No lo hacía para pedir dinero. Empecé a tocar.  Cuando acabé una señora se acercó a mí. Estaba llorando. Me dio 20 euros y me dijo: «Por favor, cómprate de mi parte un juego de cuerdas. Repón lo que desgastas». Me hizo sentir que lo que hago —después de 30 años— llega.

Tito mira las manchas blancas y azules del metro. Se le acaba de romper la uña. Caño Roto no tiene ni Twitter, ni página web, ni My Space. Tampoco un gran productor. Solo una página de Facebook. Es un grupo de dos amigos corrientes que adaptan su música flamenca a las prisas urbanitas. Se conmueven al ver que su sonido produce sonrisas y lágrimas. Tocan entre vagones, andenes, escaleras y bancos del esqueleto de la línea 1. Pintoresco escenario.  Les gusta tomarse una cerveza en Plaza de Castilla, la última parada del día. Se ganan el salario al convertir en oyentes a oídos sordos. Saben cómo simpatizar con desconocidos en menos de 180 segundos de viaje. No necesitan las redes sociales para darse a conocer: su duende es suficiente.

 

14 comentarios en «Caño Roto para cautivar al Metro»

  • He tenido el placer de cantar y compartir con Tito grandes momentos de improvisaciones y fiestas,en conciertos,y hasta en nuestras propias casas.Te deseo lo mejor,amigo mio,junto a tu compañero de batalla en la vida,que usa las mismas armas que tu en la lucha cotidiana «la guitarra». Gran voz que llega,y letras que te identifican y te hacen pensar.Todo eso junto a cálidas melodias,hacen de tus canciones algo amigable y sencillo,sin complicaciones,como cuando cantabamos en los parques al calor de una candela enun bidón oxidado.GRACIAS AMIGO TITO,Y SIGUE
    DELEITANDONOS CON TU MUSICA. Javi el Coleti.

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  • les acabo de escuchar en el metro, lastima que no llevaba ni monedas ni billetes, porque se los merecen para que sigan dedicandose a esto. pero aqui estoy, tras haberles buscado por este pequeño mundo de internet, y si ven esto a ver si se animan a poner mas videos en youtube para que mas gente (no solo de madrid) disfruten de sus voces.

    a seguir adelante campeones, ya teneis aqui otro fan.

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  • pues si k lo acen muy bien ojala les llegue una buena oportunidad x k se lo merecen estos artistas ¡¡¡¡ oleeeeeeeeeeeee¡¡¡¡¡

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  • La verdad es que si ,es una pena que con tanto triunfito por ahí comiendo a la sopa boba y tengamos a estos fenómenos tocando en el metro y que solo los puedan disfrutar en Madrid cuando a los otros nos los meten hasta en la sopa.No la verdad que la música no es justa.

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  • Hola, estoy intentando localizarlos y es difícil. Alguien los conoce? Quiero ofrecerles un trabajo. Por favor si alguien los conoce poneros en contacto conmigo!

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  • Donde os meteis hermosos q yo quiero escucharos mas a menudo!! Sois geniales!! No me pongo a cantar con vosotros en el metro pero cualquier dia me suelto!!! Jajajaja poneis la piel de gallina con esas voces. Suerte chicos, si alguien sabe donde se encuentra la asociacion q me cuenteee. Un saludicoo

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  • Eres geniaal enserio, te vi ayer en el metro en la parada del parque de atraccioness y tienes un arte que no veas sigue asi!

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