Chamartín

Joaquín de Navasqüés, el compositor de Dallas

Gregorio y Joaquín (derecha) estudian el contenido de un cuaderno. Foto: web oficial Mirrors Frecquency
Gregorio y Joaquín (derecha) estudian el contenido de un cuaderno. Foto: web oficial Mirrors Frecquency

Joaquín de Navasqüés Pelton es un artista singular, valga la redundancia. Es un artífice de belleza, un compositor de armonías, un creador de realidades (o de ficciones, que es lo mismo), un «inventor». Líder y alma máter de Mirrors Frequency, un sexteto de indie-rock, compagina su vocación musical con su negocio de entrenamiento personal y el cuidado de su familia.

De Navasqüés Pelton es un auténtico ciudadano del mundo, mitad americano, mitad español. Nacido en Dallas (Texas) el 25 de junio de 1985, las vicisitudes de la vida le han llevado a vivir en Puerta de Hierro (Madrid), Santa Fe (Nuevo México), Roma y Olite (Navarra). Ahora nos recibe en Chamartín, vestido con indumentaria americana: camiseta gris de Abercrombie and Fitch, vaqueros, zapatillas de deporte y gorro de lana azul. No lleva reloj.

Espíritu viajero

Acostumbrado a viajar (su padre era un viticultor madrileño-navarro y su madre es una pintora americana), a los 20 años emprendió un viaje de dos años por Centro y Suramérica: México, Guatemala, Honduras, Costa Rica y Perú. Le acompañó su amigo Parker Jennings, un pintor americano. Dedicaron el viaje «al arte, al deporte y a sociabilizarse». También a trabajar para mantenerse. Durante el periplo compuso sus mejores poesías.

Este viaje fue una «experiencia espiritual y extrema», en la que tocaron con las manos la riqueza y la pobreza. Pasaron «de vivir como reyes a vivir como mendigos». Cuidaron los caballos del guatemalteco Eliazar, el dueño de La Fábrica de Chocolate de Carlos V, que tenía una veintena de equinos —árabes, ingleses y españoles— en su finca. Otra época se alojaron con El Chamán (también llamado Pachatusán), un guía que llevaba a los turistas de Cuzco a Aguas Calientes, y de allí al Machu Picchu. Joaquín trabajó en un restaurante por un sol (moneda peruana) al día, como cocinero, camarero y monitor de bulldering (escalada sobre pared).

El choque con la prosaica realidad de Madrid fue «un duro despertar». Trabajando en El Escondite, restaurante en la calle Alberto Alcocer, conoció a sus primeros compañeros de banda. Internet terminó de aglutinar al sexteto: Joaquín (voz –inglés y español- y letras), Javi (teclados y sintetizadores), Mario (batería), Álex (guitarra), Dan (bajo) y Marvin Glöckner (programador y sintetizadores de electrónica). Se pusieron Mirrors Frequency por «reflejar lo que ocurre con la frecuencia del sentimiento del momento». Para Joaquín la música es la única vía libre y limpia para realizarse. Adora a The Doors, Joy Division, New Order, Coldplay, U2, The Killers (el sonido de Mirrors recuerda a ellos) y las bandas sonoras de películas como Terminator o Batman

Tres años después de arrancar este viaje musical, los resultados fructificaron. En 2012 editaron Unity, su primer EP (Extended Play, un disco de cinco temas), con el productor británico Brian Hunt, y han estrenado 2013 con el single Jesus, «una oración, una canción influida por las palabras de Cristo». Las canciones de Mirrors hablan de amistad, de unidad, de solidaridad. Buscan la luz en una realidad que no les conforma. Y van arrojando su luz por las salas y por las calles de Madrid, y por algunos festivales nacionales e internacionales.

Cambiar el mundo

Joaquín de Navasqüés desea con todo su corazón cambiar el mundo. Por si la música no fuera suficiente, ha redactado un texto (no le gusta el término manifiesto porque suena decimonónico y porque hay manifiestos que han engendrado monstruos). Su composición habla de buscar soluciones urgentes y eficaces al hambre, a las guerras, a las faltas de hogar y educación. Pide que sean las personas más capaces de cada sector profesional las que lideren estos cometidos que afectan a la humanidad. Cree que para alcanzar la verdadera paz es imprescindible la colaboración internacional a todos los niveles. Ve internet como una herramienta potente para realizar esta transformación.

Ser padre de dos preciosos «guerreros» mellizos (a los que dedica la canción Dos testigos de amor) le ha cambiado la vida. «Me ha sentado la cabeza. Gracias a Dios, ahora soy dueño de mi tiempo». A juicio de Joaquín «uno de los principales problemas de la juventud es que tiene los hijos demasiado tarde». Se ha centrado en Jsquared Wellness, su negocio de entrenador personal, mientras sigue creando con su grupo. Todos estos son solo algunos de los reflejos de este artista extrovertido y polifacético.

Los cinco integrantes de Mirrors Frecquency en 2011. Foto: web oficial
Los cinco integrantes de Mirrors Frecquency en 2011. Foto: web oficial

6 comentarios en «Joaquín de Navasqüés, el compositor de Dallas»

  • Me alegra la lectura de esta síntesis biográfica y testimonial. ¡Adelante!

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  • este es mi chico con unos valores impresionantes siempre con uns inquietudes maravillosas ,buena persona ,con un corazon que no le cabe en el pecho un señor artista

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  • Me encanta este grupo que derrocha creatividad, conjuga unos ritmos muy originales con sus letras, nada banales, se escapan de la vulgaridad que nos rodea, de mirarse el
    ombligo…, les auguro un gran éxito

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  • It is encouraging to hear such commitment to
    improving the future of the world and its inhabitants
    from a talented intelligent young man.

    It gives me great hope for our world as it goes forward.

    And as a mother and grandmother, gives me solace
    for the future of my own family.

    Sandy

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