Ficciones

Resaca

Foto: losmininos / CC
Foto: losmininos / CC

Abro los ojos y miro el reloj. Las 11:00 y aún estoy en la cama. No sé quién está a mi lado. Me duele mucho la cabeza; noto una gran presión, como si alguien estuviese tocando la batería dentro de ella. No me acuerdo de nada.

La observo. Morena, pelo corto. ¿Demasiado corto? Intento recordar… me vienen flashes a la cabeza. Música… baile… copas… no me acuerdo de ninguna chica. La sigo observando. Esos hombros… ¿demasiado anchos? Una duda recorre mi mente, pero no me atrevo a plantearla. Sigo recordando… una chica… ¡una chica! ¡Había una chica! ¡Recuerdo una chica! ¿Será ella? Imposible. Era rubia.

Vuelvo a echar un vistazo… ¿eso es un tatuaje? No recuerdo ningún tatuaje. ¿Cuánto bebí anoche? Ojalá me acordara… Recuerdo algo. La rubia tenía un amigo… ¡Mierda! ¡El amigo tenía un tatuaje! Pero tampoco puede ser… tenía el pelo largo. Y no era precisamente delgado.

Sigo mirando… levanto ligeramente la sábana con cuidado… no quiero despertarla. Veo un lunar en el costado. Un momento… mi novia tiene un lunar ahí. Pero no puede ser ella… Laura tiene el pelo muy largo. Sigo haciendo memoria… un taxi. Sí… ahora me acuerdo. Alguien me trajo a casa en taxi. Era una chica con el pelo corto. ¡Mierda! ¿Qué he hecho? ¿Qué le digo ahora a Laura?

No aguanto más. Necesito una explicación y aclarar esto de una vez. Tengo que despertarla. Sí. Voy a hacerlo. Pero cuando lo voy a hacer, ella se mueve y se da la vuelta…

– Buenos días…

– ¿Laura? ¿Te has cortado el pelo?

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