Opinión

¿Debe ser agresivo el periodista con su entrevistado?

NO - G. LÓPEZ
SÍ – G. LÓPEZ

Ahora no vayamos de mojigatos. No finjamos que la entrevista es un microcosmos civilizado donde las palabras no pesan y son inofensivas. No confundamos educación y respeto con complacencia y cobardía. En una entrevista pueden ocurrir muchas cosas, pero no es admisible que el entrevistado se adueñe del periodista para transmitir un mensaje precocinado. Los profesionales del no decir nada son capaces de anegar al espectador de barroquismos y circunloquios a prueba de preguntas. Pero si con las fintas y los requiebros no bastase, los prestidigitadores saben acudir al lenguaje burocrático para rellenar segundos sin decir nada. El máximo exponente es el político experto en disparar clichés y eslóganes con la cadencia de la metralleta. Tanto éxito ha tenido el hablar y no decir nada, que se ha exportado a los parlamentos, a los debates y al día a día. En medio de este desierto de ideas, el periodista debe mantenerse fiel al interés público y luchar por la información. No tiene que caerle en gracia al entrevistado, ni hacerle pasar un buen rato. Tiene que representar al lector y al espectador, al margen de las maniobras del interlocutor. Cuando insiste y se hace eco de lo que la audiencia está preguntándose, la agresividad se convierte en una forma de hacer su trabajo.

NO - J. S. CASILLAS
NO – J. S. CASILLAS

Si convertimos cada entrevista en un cuerpo a cuerpo con el entrevistado estaremos más cerca de crear un nuevo género que de conseguir buenas respuestas. La entrevista se ideó para mirar a los ojos del protagonista y obtener de él confesiones exclusivas. Al igual que nadie nos abrirá la puerta de su casa si la golpeamos como si huyéramos de un tiroteo, nadie nos dará grandes respuestas si le interrogamos colocando nuestras impresiones por encima de las suyas. En el mejor de los casos conseguiremos una reacción airada que, si hacemos televisión, nos elevará a estrellas de YouTube. Ha sido precisamente la televisión la que ha favorecido la aparición de este tic tan desagradable. De un tiempo a esta parte, hay gente que convierte cada entrevista en un homenaje a sí mismo en vez de aprovechar la ocasión y buscar respuestas de calidad. Es verdad que hay invitados que no se dejan y que en televisión no hay tiempo para preliminares pero, si al final de un cara a cara solo nos acordamos del numerito que preparó el entrevistador, es que el periodismo fracasó estrepitosamente.

Un comentario en «¿Debe ser agresivo el periodista con su entrevistado?»

  • Si después de la entrevista el espectador sólo se queda con el estilo agresivo del periodista, tal vez lo que falle no sea el periodismo, sino la inteligencia del espectador.

    Existe, por desgracia, una tendencia extremadamente generalizada de amor/pasión/obsesión por el morbo y la espectacularidad.

    Si un espectador ve una entrevista de Ana Pastor o escucha una de Pepa Bueno y su cerebro no va mas allá de si la entrevistadora ha sido o no ha sido agresiva, el problema está en el espectador, que asiste a una entrevista como si fuera a ver un espectáculo de Monster Trucks o un combate de boxeo.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *