Sainz de Baranda: «A mí me gustaría que mi hija creciera queriendo ser como Mireia Belmonte»
Lorena López/Gema Conty
¿Cuál es la realidad que muestra la prensa deportiva digital?
Ana Rosa Maza: La desigualdad entre hombres y mujeres es algo medular. Al final, lo que sucede en los medios de comunicación, en concreto los deportivos, responde a esa costumbre de cómo se trata a la mujer en otros aspectos de la vida.
Clara Sainz de Baranda: Existe un retroceso en comparación con otros años, tanto en el número de noticias como en el perfil de mujeres sobre las que hablan en la prensa deportiva. Es una cosa que ocurre en todos los medios en general, no solo en el deportivo. A mí no me gusta hablar de deporte «femenino», es un estereotipo, porque al final las mujeres son como decía Pierre de Coubertin –el fundador de las olimpiadas modernas–, para laurear a los hombres. Si lees las crónicas del momento dicen que las mujeres son bellas como buzos, pero en atletismo dan asco. Hay deporte y se juega por hombres y mujeres. En mi primer estudio, de 1970 a 2010, de medios impresos, concretamente los cuatro deportivos con mayor audiencia («Marca», «AS», «Sport» y «Mundo Deportivo») ha habido un retroceso en el número de información. Es verdad que ha habido una pequeña mejora del trato a la deportista, pero también he visto que ha habido un aumento de la estereotipación gigante, lo que yo defino como dos perfiles de mujer: las que pertenece al ámbito deportivo y otras que están invitadas al ámbito, o que ni siquiera forman parte de él: familiares, aficionadas, modelos… que llenan las páginas y crean una imagen de mujer falsa.
A.R.M.: En los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 hubo una rivalidad deportiva en la que las deportistas superaron a los deportistas, lo cual ha traído cierto interés, según qué medios, hacia esa figura: mujeres deportistas que han logrado una medalla o un logro. Pero en general, no hay ningún tipo de revolución ni se está proponiendo nada nuevo. Al final, las mujeres aparecen representadas como modelo y son utilizadas como «objeto».
C.S.B: Como reclamo publicitario. El problema es el mensaje que está llegando a través de los medios,el de una mujer objeto. El día que ganó la medalla de dúo Gemma Mengual, solo apareció en dos diarios y, una información no muy larga, en internet. Pero sí estamos viendo cómo la polémica creada por su antigua seleccionadora aparece en todos lados. ¿Por qué? Porque es la mujer fatal y ese perfil vende más según ellos que el propio mérito o triunfo de las deportistas que trabajan para conseguirlo exactamente igual que un hombre deportista. No deberíamos de perder de vista lo que es realmente importante: el logro de un deportista de élite y el valorar el esfuerzo.
¿A qué creéis que puede deberse?
C.S.B: Es un problema de educación social, pero esto se puede extrapolar a muchos otros ámbitos. El problema es que estamos informando mal, no está en igualdad. ¿Por qué se han roto los «techos de cristal» en otros ámbitos? Porque hay mujeres que han llegado a esos altos cargos y justo, en el deporte, eso no se ha producido, en las redacciones no tienen puestos directivos estas mujeres. A nivel de comités o federaciones no están representadas, ni siquiera en voleyball que hay muchas o en natación incluso, no sé ve reflejado el poder de la mujer. Quien tiene la voz son los entrenadores, los directivos… son los hombres los que hablan por las mujeres. La información en cuanto a deporte practicado por mujeres se está regalando. Por eso las federaciones son tan importantes. Las mujeres y hombres dependen de la federación para competir a nivel internacional y si tú no vas o te niegas a hacer algo con ellos, tú no compites. Al final es un coladero, las federaciones tienen mucha culpa del tratamiento que se les da a la información alrededor de su deporte. Si pusieran más facilidades eso cambiaría.
A.R.M: También dentro de los medios, la no presencia de mujeres en cargos directivos hace que las decisiones recaigan en hombres sobre qué informaciones se van a sacar. Normalmente, las informaciones de deporte practicado por mujeres dependen de la voluntad individual de un persona en una redacción que se empeña en sacar esa información que en ocasiones pide días libres para cubrirlas porque si trabaja probablemente se tenga que dedicar a otras.
¿Opináis que eso se podría cambiar?
C.S.B: Se tiene que empezar desde la educación en igualdad real. Los propios libros, los de mi hija por ejemplo, dan vergüenza. Están redactados mal, de manera sexista. No podemos permitir que en el colegio se siga diciendo «tú no juegas al fútbol» porque eres mujer. Eso pasa entre los niños.
A.R.M: Es necesario reseñar la importancia que tienen los medios de comunicación, ya que al fin y al cabo son herramientas imprescindibles en la creación de referentes. A mí me gustaría que mi hija creciera queriendo ser como Mireia y no como Sara Carbonero.
C.S.B: El deporte es un ámbito que proyecta ese tipo de referentes y es de una dimensión muy general y afecta a todos los ámbitos de la sociedad. Todos estamos impregnados por el deporte, en concreto el fútbol. Los deportes minoritarios están ahí, los análisis no mienten. El deporte rey es el fútbol con más del 60%, seguido por el baloncesto con un 10%. El resto de deportes que serían automovilismo, motociclismo y ciclismo son 3’5%; los demás son solo pequeñas informaciones. ¿Dónde aparece la mujer? En el tenis principalmente porque tenemos referentes desde los años 80’.
¿Creéis que eso se traslada a los medios?
A.R.M: Creo que sí que se traslada también a las periodistas deportivas. El deporte femenino parece que siempre lo tienen que hacer las mujeres y que la periodista deportiva siempre aparece como la aprendiz, pues hasta que no se rompa esa línea es complicada que se represente a las deportistas como se merece.
C.S.B: El lenguaje inclusivo no existe en el periodismo, no se enseña. Estoy en la facultad y todos los días doy el tostón. Es un gran desconocido que hace que cometas más de un error como lo de decir deporte «femenino», el deporte es practicado tanto por mujeres como por hombres.