Congreso de Periodismo Digital 2019

Carmen Serrano (Periodistas por la Igualdad): «Tanta visibilidad puede hacer pensar que ya hemos avanzado mucho»

Autores: María Lozano y Óscar Rus |  

Tras la pasada edición con acento feminista del Congreso de Periodismo Digital, este año la asociación Periodistas por la Igualdad presentará el proyecto #LabTitulares, que consiste en proponer alternativas con perspectiva de género a titulares machistas. He aquí uno: «El gran braguetazo de Xisca Perelló: los fabulosos negocios de Rafa Nadal». Tras la queja de los lectores, su autora lo modificó: «El matrimonio de Rafa Nadal con Xisca Perelló: en la riqueza y en la riqueza».

Para Carmen Serrano, periodista y cofundadora de esta asociación, la perspectiva de género es «darte cuenta de las desigualdades e intentar solucionarlas a través de tu trabajo».  Para estas correcciones, se basan en escritos como las guías de las juntas de Andalucía y Castilla y León sobre cobertura mediática de violencia de género. Todos estos manuales y un decálogo propio están disponibles en la web de la asociación para mejor orientación de otros compañeros de la profesión. Ella comprende las prisas del periodismo y que no todos los periodistas titulan mal conscientemente, pero reivindica una formación feminista en redacciones y todo tipo de carreras universitarias. «Con buena voluntad no vale», asegura.

Carmen Serrano, de Periodistas por la Igualdad, acudirá al XX Congreso de Periodismo Digital para presentar «Laboratorio de titulares» este jueves 14 de marzo a las 18:00h
Carmen Serrano, de Periodistas por la Igualdad, acudirá al XX Congreso de Periodismo Digital para presentar «Laboratorio de titulares» este jueves 14 de marzo a las 18:00h en el Palacio de Congresos de Huesca

–¿Cómo influye la forma de titular en la realidad?

–Decisivamente. Estamos hartos –sobre todo, hartas– de leer titulares del tipo «Una mujer muere a manos de…», como si hubiera muerto espontáneamente, o «… muere con ocho puñaladas y detienen a su pareja», porque se protege al agresor. La mayoría de los manuales recomiendan empezar el titular con quien ha ejercido la acción: «Un hombre asesina a su mujer…». Si lo hacemos así, reforzamos la denuncia de ese acto y contribuimos a acabar con el patriarcado.

–¿Hasta qué punto influye el género de directores y redactores jefe de un medio? ¿Es imprescindible la figura de editora de género?

–Estaría muy bien que se generalizara esa figura. De todos modos, los hombres no titulan peor que las mujeres; de todos los titulares recogidos, hay tantos escritos por hombres como por mujeres. El género de los directores de los medios influye en que se abran a utilizar protocolos de actuación para la violencia de género. Sería fundamental su implicación. Lo lógico sería que hubiera un sistema de sanciones para las personas que no lo hacen bien.  Desde el periodismo podemos hacer mucho daño a las víctimas de violencia de género.

–Durante los últimos años, el feminismo ha cobrado importancia en la sociedad y también en los medios. ¿Titulamos mejor que antes?

–Sí. Hay cosas que hacemos mucho mejor, como que las informaciones de violencia de género salieran de las páginas de sucesos y pasaran a ocupar portadas. Todavía queda muchísimo por hacer. Hay un 80% de hombres en los puestos directivos y un 20% de mujeres. Esa es una de las razones por las que se perpetúan las malas prácticas y desigualdades en el periodismo.

–Sin embargo, no basta con titular correctamente. El País publicó que se escucha menos a las mujeres que a los hombres en televisión y radio. ¿Seguimos acudiendo a fuentes masculinas de autoridad? ¿Cómo rompemos dicha tendencia?

–Aquí ya no podemos excusarnos en las prisas. Tenemos que limpiar nuestras agendas. Llevo muchos años trabajando en periodismo y un buen día me di cuenta de que tenía una agenda abarrotada de hombres, ¡como si no hubiera expertas en todo en el mundo! Es algo facilísimo y todos tenemos que ponernos manos a la obra en seguida. Y así tendríamos referentes. Se lo debemos a las jóvenes y niñas que ven la tele y nunca ven mujeres expertas.

–Esto también ocurre en el género de la opinión. Solo el 21% la firma una mujer en España, según el II Informe Columnistas.

–Los hombres se toman cafés con otros hombres y arreglan todo entre ellos. Durante mucho tiempo las mujeres creían que no estaban tan preparadas como los hombres: es el síndrome de la impostora. Es el momento de que todas nos animemos a ponernos bajo los focos, pero hay otros muchos [hombres] que tendrían que dar un paso atrás.

«Las informaciones sobre la reina Letizia o la Primera Ministra Theresa May son muy machistas»

–¿Se realiza una buena cobertura mediática en España sobre los casos de violencia machista?

–No hay que hablar de cuestiones personales en las informaciones de violencia de género; ni de la vestimenta de la víctima, si eran las tantas de la madrugada o iba sola… porque se refuerzan estereotipos dañinos. Hay que evitar victimizar más a la víctima y proteger al agresor.

–Los medios recurren a veces a testimonios vecinales.

–Los vecinos no tienen nada que decir. Hay que recurrir a expertos y expertas como juristas y sociólogos porque la violencia de género es un gran problema social y la expresión más dramática del machismo.

–¿Abunda el amarillismo o impera el respeto?

–Ahora ya nos da un poco de miedo caer en el amarillismo. El otro día en una mesa redonda se habló de un titular que desvelaba la nacionalidad nigeriana de la pareja. El debate era si está bien indicarla y la conclusión fue que no. Si tú dices que es nigeriano, muchos hombres en España dirán: «Eso solamente pasa entre la gente de otros países y culturas». Se escudan en eso cuando aquí no tenemos nada de qué presumir.

–¿Existe, en materia de género y violencia machista, gran disparidad entre datos oficiales y no oficiales?

–Durante mucho tiempo ha habido una disparidad demencial. Antes, para que fuera violencia de género, te tenía que haber matado tu marido, novio o expareja,  pero no si era un desconocido o no había una relación sentimental. Ha sido un logro, en gran parte de las periodistas, sacar a la luz muchos casos que no se contaban como tal. Ahora mismo son ya 983 mujeres asesinadas desde que se empezaron a contabilizar en 2003 [hasta el pasado miércoles 6 de marzo, cuando se realizó esta entrevista].

–Hace poco más de un año, muchos medios de comunicación abrieron telediarios y portadas con el color morado por el 8-M. ¿Se ha convertido el feminismo en marketing?

–Los pocos periodistas que ya están trabajando con perspectiva de género la aplican todo el año. No se está haciendo marketing; es solo una forma de apoyar una causa. Pero no soy muy optimista: tanta visibilidad puede hacer pensar a gran parte de la población que ya hemos avanzado mucho y convertirse en un arma de doble filo. La brecha salarial no se ha movido ni un céntimo.

–¿Tenemos que dejar de hacer determinadas preguntas a las mujeres entrevistadas?

–A veces, a una mujer con un cargo [importante] le preguntan qué hace con sus hijos. Eso no se lo preguntan a los hombres. Por ejemplo, las informaciones sobre la reina Letizia o la Primera Ministra Theresa May son muy machistas. Todas las referencias al aspecto físico y la presión por la imagen se ven mucho en las revistas para mujeres que están dirigidas por mujeres.


La presentación de «Laboratorio de Titulares» será el jueves 14 de marzo en la mesa «Presentación nuevos proyectos, entre las 18:00 y 19:00 horas, en Palacio de Congresos de Huesca. Consulta aquí el programa.

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