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Un rocódromo soñado y un baño mal colocado: Así funcionan los Presupuestos Participativos de Manuela Carmena

Rocódromo del Parque Calero, en Madrid, creado tras aprobarse en los Presupuestos Participativos de 2016. Fotos: M. Campillo
Rocódromo del Parque Calero, en Madrid, creado tras aprobarse en los Presupuestos Participativos de 2016. Fotos: M. Campillo

Los vecinos de Madrid, desde hace 3 años, han estado soñando con que sus ideas pudieran llegar a ser realidad. Una vecina de Valdebebas, en el distrito de Hortaleza, tuvo una idea: crear un rocódromo en uno de los muchos parques con los que cuenta el barrio. Por ello, decidió invertir su tiempo en crear una iniciativa que, con el apoyo de los vecinos, pudiera pasar de su imaginación a la realidad. Gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Manuela Carmena, esta residente decidió crear una propuesta que sería votada por sus vecinos en los Presupuestos Participativos. Tras ser creada e impulsada en un primer lugar, el consistorio presupuestó la iniciativa para, finalmente, someterla en segunda vuelta a la votación popular. Finalmente, el rocódromo fue aprobado en los Presupuestos Participativos de 2017. Y, a día de hoy, este espacio para hacer deporte existe tan solo en los anhelos de la vecina.

Este es tan solo uno de los muchos ejemplos de iniciativas perdidas y abandonadas a su merced en los Presupuestos Participativos del Ayuntamiento de Madrid. A través de la web decide.madrid.es, cada año el consistorio reserva una partida de las cuentas municipales para que los habitantes de la capital decidan en qué se invierte. Esta idea lleva funcionando desde 2016, pero parece que el ejecutivo municipal, una vez se aprueba la iniciativa, la aparca de forma indefinida. Entre los años 2016 y 2018 se han aprobado por los vecinos —y tras el visto bueno del ayuntamiento— un total de 845 proyectos, valorados en algo más de 257 millones de euros. Sin embargo, a fecha del 8 de marzo de este año —según los últimos datos publicados por el propio Ayuntamiento de Madrid—, tan solo se han convertido en realidad 116 iniciativas, valoradas en algo más de 18 millones de euros. De las 116, 79 corresponden a lo aprobado en el año 2016 —de un total de 206 proyectos aprobados por los vecinos—, mientras que las 37 restantes pertenecen a 2017.

Los presupuestos según el año

En un primer momento, el Ayuntamiento de Madrid, en su primera incursión en este experimento vecinal, pensó que lo ideal era destinar algo más de 56 millones y medio de euros para los Presupuestos Participativos. Sin embargo, de cara a los siguientes dos años, decidió invertir 99 millones de euros por ejercicio. Esto provocó que, en 2016, se aprobaran un total de 206 iniciativas vecinales, mientras que en 2017 y 2018 se llegó hasta los 311 y 328 proyectos, respectivamente.

Sin embargo, aunque han pasado casi tres años desde que las primeras ideas tuvieron la aceptación necesaria para llegar a ser una realidad, el Ayuntamiento de Madrid no ha iniciado las obras de la mayoría de ellas. El rocódromo solicitado y aprobado por el distrito de Hortaleza es tan solo un ejemplo de las más de 197 proyectos que todavía no se han iniciado. De hecho, el único proyecto que se aceptó para dicho distrito en 2016, consistente en la creación de unas «instalaciones deportivas básicas» en Sanchinarro, todavía no es una realidad. El 25 de marzo aún se estaban iniciando las obras para, probablemente, terminar con la edificación antes de las elecciones municipales de mayo.

En estos momentos se están ejecutando 83 proyectos por toda la ciudad. 55 de ellos corresponden a los 206 aprobados en 2016, mientras que se hace lo mismo con otros 37 de 2017. De los que quedaron pendientes en 2018, todavía no se han iniciado ni las labores de estudio de dichas ideas —un total de 328— por parte del consistorio, por lo que no es posible ofrecer una fecha para llevarlas a cabo.

En total, se están realizando por la ciudad 83 ideas valoradas en un total de 34 millones de euros, casi el doble de lo que se ha realizado durante los tres últimos años de legislatura, lo cual demuestra la urgencia del equipo de Carmena por llegar a término de estas antes del 26 de mayo. De hecho, de esos 34 millones, 20 pertenecen a iniciativas del año 2016, mientras que los casi 14 restantes son de 2017. Además, estas obras están especialmente centradas en San Blas–Canillejas (diez), Usera (siete) y Moratalaz (cinco). Al contrario, Barajas y Villaverde no tienen ningún proyecto en ejecución y Puente de Vallecas tiene uno.

Desigualdades entre distritos

Al igual que sucedía con la bibliotecas públicas municipales, el Ayuntamiento de Madrid no ha ofrecido un trato igualitario a los distritos de la ciudad. En lo que se refiere al presupuesto, proyectos aprobados y finalizados, los vecinos no han visto sus ideas realizadas si se encontraban, por ejemplo, en Barajas o en Fuencarral–El Pardo. Un ejemplo de ello es que, en total, la zona con menos iniciativas aceptadas ha sido Villa de Vallecas (24), seguido de Barajas (27) y Arganzuela y Chamberí (29). En el lado opuesto de la balanza, destacan Villaverde (44), Chamartín (43) y San Blas–Canillejas, Fuencarral–El Pardo y Carabanchel (42).

Analizando los datos de cada año, las diferencias llegan a ser abismales. En el año 2016, tan solo se aceptó un proyecto para Hortaleza, mientras que Chamartín logró trece para el mismo año. De igual manera, Villa de Vallecas y Barajas fueron las más perjudicadas de 2017, con solo cinco proyectos ratificados. Por el contrario, para el mismo año, Moratalaz, Puente de Vallecas, Vicálvaro, Villaverde y Chamartín recibieron 18 vistos buenos cada uno. En Barajas y Fuencarral–El Pardo ya se han finalizado siete de los proyectos aprobados en 2016, y en el segundo hay tres más en fase de ejecución. En San Blas–Canillejas solo hay dos ideas consumadas, y ambas son de 2016. Además, en estos momentos, hay otros ocho proyectos de dicho ejercicio en ejecución en el distrito. Vicálvaro ya tiene realizadas cinco ideas aprobadas en 2017, mientras que Arganzuela, Centro, Salamanca y San Blas–Canillejas no tienen ninguna completado.

El baño ubicado incorrectamente en la calle Alcalá, que fue aprobada en los Presupuestos Participativos de 2016 para el distrito de San Blas–Canillejas, con el código de gasto 1236 y que costó 10.000 euros
El baño ubicado incorrectamente en la calle Alcalá, que fue aprobada en los Presupuestos Participativos de 2016 para el distrito de San Blas–Canillejas, con el código de gasto 1236 y que costó 10.000 euros

Los distritos con más proyectos finalizados son Chamartín y Fuencarral–El Pardo, con nueve cada uno, seguidos de Barajas, con ocho. Los distritos con menos proyectos completados son Arganzuela y Hortaleza, con uno, y seguidos de cerca por San Blas–Canillejas, que instaló un baño público en la calle Alcalá —cuando se pedía que se instalara dentro del parque de la Quina de los Molinos—; y reformó los patios de algunos colegios públicos.

El reparto de los presupuestos tampoco se ha elaborado de forma igualitaria. Puente de Vallecas es el distrito al que se le ha asignado un mayor presupuesto, con más de 16 millones de euros a invertir. Al otro lado de las tornas, es Barajas la que menos dinero tiene para distribuir entre sus vecinos, con tan solo dos millones de euros recibidos en estos tres últimos años. En 2016, el primero de todos los Presupuestos Participativos, Puente de Vallecas y Carabanchel se llevaron más de 3 millones de euros, seguidos de cerca por Latina con más de 2 millones y medio. Pero, al contrario, Barajas solo contó con 400.000 euros. Vicálvaro tampoco llegó al millón de euros, quedándose en 774.000 euros, y Retiro quedó como el tercer distrito más perjudicado, con 1.028.000 euros. Aunque el montante de dinero tanto para 2017 como para 2018 se duplicó prácticamente, las diferencias han sido constantes en los mismos distritos.

Sin embargo, de toda esta inversión, ya ha llegado a buen término una pequeña parte de ellos, que por distrito también es desigual. Latina, Carabanchel y Villaverde son los únicos distritos que superan el millón y medio de euros de inversión completada, mientras que en Arganzuela se han invertido tan solo 25.000 euros, en San Blas–Canillejas 10.000 euros y en Hortaleza tan solo han sacado adelante 5.000 euros, pertenecientes a un «taller de autodefensa feminista y refuerzo de la autoestima dirigido a mujeres».

Proyectos «técnicamente inviables»

Una de las cosas más sorprendentes es que el Ayuntamiento de Madrid ha considerado que once de las propuestas que ya aprobó son «técnicamente inviables». Seis de ellos fueron aprobados por los vecinos —después de que el consistorio los estudiara, valorara y tasara presupuestariamente— en el año 2016, y los otros cinco en el siguiente ejercicio. Algunos de estos proyectos que el ejecutivo municipal tildó de «inviables» son el «ajardinamiento de zonas abandonadas en Pueblo Nuevo y Ciudad Lineal», «implantar pago con tarjeta en todos los trámites y gestiones en el Ayuntamiento», plantar árboles nuevos en la avenida de los Toreros o realizar una «rehabilitación integral del arco de la Colonia de la Prensa».

Todos estos, sin embargo, fueron aprobados y se les asignó un presupuesto de la partida. En total, 1.935.000 euros que fueron reservados para dichos cometidos, y jamás se llevarán a cabo. Ante esto, la duda es: ¿qué se va a hacer con ese dinero? A pesar de los diversos intentos de Madrilánea para ponerse en contacto con el consistorio, este no ha estado dispuesto a contestar a esta pregunta.

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