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Moncloa apuesta por una cultura segura

Moncloa a Ritmo de Danza es una de las propuestas para amenizar el otoño y acercar la cultura a los vecinos del distrito de Moncloa-Aravaca. El centro cultural Moncloa, ubicado en la plaza de la Moncloa, y el centro cultural Julio Cortázar, situado en el barrio de Valdezarza, abren sus puertas tres sábados consecutivos –14, 21 y 28 de noviembre– para albergar tres noches donde la danza se convierte en total protagonista.

Bailes del Mundo

Sábado, 14 de noviembre. Son las seis y media de la tarde y, aunque el ambiente en la calle es frío y húmedo tras un día de lluvia, el Ballet Inquietudes se prepara para recibir al que será esta noche su público. Los asistentes comienzan a llegar a la puerta del centro cultural Moncloa y la fila en apenas diez minutos parece interminable debido a los dos metros de distancia que deben dejarse entre persona y persona. Todos con mascarilla, alguno sin entrada.

La directora del centro cultural, listado en mano, se coloca en la puerta para comprobar los datos de los vecinos que esperan. Cada una de las entradas es nominal, es decir, están ligadas a una persona y son intransferibles, de este modo es posible controlar todas las identidades de los asistentes y si se diese un positivo en covid, poder contactar con todos ellos. «Los que no tienen entrada deberán esperar que todo el mundo acceda y si hay sitios libres, se les tomará los datos y accederán», explica la directora del centro.

 

Actuación del Ballet Inquietudes en el centro cultural Moncloa  (Foto: Marta Martínez)

 

Poco a poco la gente accede al edificio y toma asiento sin saber que están a punto de viajar por todo el mundo sin moverse de su butaca. Fuera luces, se abre el telón. Vestidos de lentejuelas y diademas de plumas toman el escenario al más puro estilo años veinte. Un breve aperitivo, que enseguida capta la atención del público que durante unos instantes cree estar en un club neoyorquino. La irrupción de un pasodoble ensordecedor sobresalta a algún que otro miembro del público. De vuelta en España. Los asistentes se animan a acompañar con palmas la coreografía que ejecuta uno de los bailarines cual torero, capote en mano, simulando enfrentarse a un toro con grandes dotes de elegancia. Castañuelas, abanicos y faldas de volantes salen a escena. Minutos más tarde, ritmos habaneros, argentinos y mexicanos inundan la sala transportando al público al otro lado del océano Atlántico. El viaje aún no ha terminado. Una pequeña parada en la India y Arabia. El escenario se llena de colores vibrantes y bailes ondeantes llenos de sensualidad.

 

Actuación del Ballet Inquietudes en el centro cultural Moncloa  (Foto: Marta Martínez)

 

Cada una de las coreografías captan la atención del espectador, logrando que durante una hora y media de función pueda evadirse de la vida real asomándose a diferentes lugares y conectándose con otras culturas a través del baile. «Bailes del Mundo surge de la idea de que cada vez hay más razas, grupos de gente y buscamos hacer un espectáculo que nos uniera a todos, con diferentes tipos de bailes y que gustase a todo el mundo», cuenta Susana García, directora, coreógrafa y bailarina del Ballet Inquietudes.

La compañía, al igual que otros muchos artistas, ha tenido que enfrentarse a una situación bastante dura y compleja desde que se instauró la pandemia en España. «Ha sido muy duro. La mayoría de bailarines damos clases y durante el confinamiento ni teníamos clases ni actuaciones. Por desgracia nuestra situación está poco reglada», explica Susana. «Para los artistas en general es estresante porque no sabes si te van a cancelar y, antes, tienes que organizar ensayos, reunir a bailarines…», añade la coreógrafa.

Con la llegada de la desescalada, durante el verano, la compañía pudo realizar varios espectáculos al aire libre con muy buena respuesta del público, sin embargo, con la llegada del otoño y la vuelta a los teatros de interior, dudaban si la gente se animaría a ir a verlos. «Pese al miedo, la respuesta en teatros está siendo muy buena. Hemos tenido tres actuaciones y todo agotado. La cultura es totalmente segura, está todo muy controlado y super organizado, no conozco ningún caso donde se hayan registrado contagios», declara Susana García.

Fantasía Oriental

Dream Bellydance tomó el relevo el 21 de noviembre, tras la primera jornada de Moncloa a Ritmo de Danza. Al igual que sus homólogos, Dream Bellydance, compañía especializada en danza oriental, completó todo el aforo del centro cultural Julio Cortázar en el barrio de Valdezarza, ni una sola entrada libre. Los asistentes acudieron con la lección bien aprendida: mascarilla en todo momento, gel hidroalcohólico a la entrada y salida, distancia de seguridad y, de nuevo, entradas nominales para asegurar la localización de todos los miembros del público ante un contagio de covid.

La velada estuvo integrada por un conjunto de diferentes piezas, con toques orientales y exóticos, que permitieron al espectador acercarse a lugares como la India, Turquía, Egipto o Marruecos. Las bailarinas integraron objetos como velas y candelabros en algunas de las coreografías. Las túnicas y telas de colores vivos y brillantes fueron protagonistas durante toda la función, pero no lograron eclipsar la sensualidad y el enorme control de la danza oriental de las integrantes de Dream Bellydance. El público les regaló una gran ovación de aplausos.

La última cita de Moncloa a Ritmo de Danza se celebra este sábado 28 de noviembre a las 19 horas en el centro cultural Moncloa.

Cartel Moncloa a Ritmo de Danza (Foto: madrid.es)

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