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El desconocimiento de los bailes tradicionales madrileños

Miembros de la Asociación de Coros y Danzas Francisco de Goya actuando en la Plaza Mayor de Madrid (Foto: Asociación de Coros y Danzas Francisco de Goya)

La doctrina de la Sección Femenina del Movimiento Nacional (SF), que se constituyó durante la Guerra civil española, se fue amoldando a los cambios que acontecían bajo el régimen de Franco sin perder el ideal falangista. Para satisfacer los intereses del gobierno dictatorial se utilizó el folclore con el ánimo de mantener vivas las manifestaciones de arte popular madrileñas y perpetuar sus usos y costumbres. La Asociación de Coros y Danzas Francisco de Goya comenzó su andadura como grupo folclórico en el año 1950. Posteriormente, se refundó como asociación cultural en el año 1973. Charo Rabadán, presidenta de la asociación asegura que ellos han recogido todo el legado de SF y han seguido investigando sobre las tradiciones antiguas de Madrid. 

El Grupo Francisco de Goya se dedica a estudiar e interpretar las danzas goyescas y bailes de la Escuela Bolera, una variante de la danza española declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consejería de Cultura en 2012. Históricamente la Escuela Bolera es un tipo de baile estrechamente vinculado desde su nacimiento con Andalucía, siendo el principal foco de difusión en el siglo XVIII. No se puede hablar de esta variante de la danza sin mencionar a la saga Pericet que nace, en Aguilar de la Frontera (Córdoba) hacia 1896, de la mano de Ángel Pericet Carmona. Toda la Escuela Bolera que tienen en la asociación es gracias a Eloy Pericet, que estuvo impartiendo clases en su sede hasta que falleció en 2016.

Los hermanos Pericet Jiménez: Concha, Ángel y Luisa (Foto: Archivo ABC)

Los majos y majas surgen a principios del siglo XVIII para denominar a los habitantes de los arrabales madrileños de Avapiés y Maravillas (actualmente Lavapiés y Malasaña). Eran carpinteros, comerciantes, zapateros, taberneros…Se caracterizaban por su arrojo y valentía y por un vestuario que les diferenciaba de la élite. «En el siglo XVIII Francia era la novedad, lo que  incluía a la moda», explica Charo. El traje goyesco consistía en una camisa blanca, un pañuelo para el cuello con fajín a juego y una chaquetilla bordada y abotonada. De parte de abajo vestían un pantalón ajustado de pernera por debajo de la rodilla y medias blancas. Por su parte las majas vestían un corpiño, falda con vuelo, delantal, mantilla y peineta. El pelo siempre lo llevaban recogido en una coleta con una redecilla. Algunos de los bailes goyescos más populares eran: Fandangos, Tiranas, Seguidillas, Panaderos y Jaleos.

Representación del cuadro ‘La Gallina Ciega’ de Goya en la entrada del Museo del Prado (Foto: Asociación de Coros y Danzas Francisco de Goya)

Pérdida de cultura tradicional madrileña

«En Madrid no tenemos apego a ello, hay cinco grupos que llevan folclore tradicional», afirma Rabadán. Tampoco reciben ningún tipo de ayuda por parte de la Comunidad de Madrid. «En la época en la que Enrique Tierno Galván era alcalde sí que se tuvo bastante ayuda porque fomentó la cultura tradicional», comenta. 

Con motivo de las fiestas del 2 de mayo se comenzó a celebrar el ‘Festival de Música y Danza Tradicional de la Comunidad de Madrid’ en el que muchos grupos pertenecientes a la Federación Madrileña de Folclore bailaban en la Plaza Mayor. Según el partido político que gobernara en la capital en ese momento, les iban cambiando de localización para realizar la actuación, incluso les movieron a las Vistillas. «En cualquier fiesta patronal se baila en la plaza del pueblo», denuncia Charo.

Antiguamente durante esas fiestas del 1 y 2 de mayo los ayuntamientos recibían una subvención por parte de la Comunidad de Madrid para que se contrataran a grupos de folclore que bailaran. «Con Esperanza Aguirre siendo presidenta estas ayudas desaparecieron», explica Rabadán.

En su misión de que la tradición no se pierda, Charo piensa que el problema viene desde las aulas. «Dentro de lo que estudian los niños se debería incluir lo que es esto en la Comunidad de Madrid. En el País Vasco se estudia el Aurresku, que es su danza popular, incluso se les enseña. Aquí les visten de chulapos el día de San Isidro, les enseñan el chotis y ya con eso tienen de sobra», declara.

A pesar de la creencia popular, el chotis tiene su origen en Bohemia, República Checa, y en  España se popularizó en 1850. «Nadie es consciente de que tenemos esa joya ahí y la estamos perdiendo y tirando a la basura día a día. No tenemos apoyo de nadie para mantenerla y preservarla», afirma la presidenta de la asociación.

Carmelita Pericet Blanco con su hermano Ángel (Foto: Archivo ABC)

Funcionamiento del grupo en tiempos de coronavirus

La sede de la Asociación de Coros y Danzas Francisco de Goya está en Villaverde, dónde tienen un local para poder ensayar. Actualmente, por la pandemia los ensayos se realizan por grupos burbuja limitados a seis u ocho personas, sin juntarse con los músicos. A pesar de la situación sanitaria, los centros culturales siguen ofreciendo una programación. «En octubre hicimos un par de actuaciones. En total, desde que hay coronavirus, habremos hecho unas cinco», manifiesta. Cuando no había pandemia hacían unas dos actuaciones al mes. «Siempre que nos llamaban decíamos que sí, he llegado a mover a 30 personas por 300 euros. Hay que pagar el alquiler de la sede. Todos los meses tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo», asegura Charo. Tienen la «suerte» de contar con un buen vestuario. «Es nuestro patrimonio», comenta.

Los meses en los que la asociación hacía más bolos eran mayo y agosto. Esperan volver pronto a la rutina normal de actuaciones.

 

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