Un amigo llamado metro
Ayúdame a abrir los ojos. Desinflame la cara. Maquíllame con cafeína o no llegaré a tiempo a la rutina inesperada que me tienes preparada para esta mañana de primavera. Dame los buenos días, por favor. Cuéntame un chiste. Ofréceme romero y dime cuántos hijos tendré. Dame un momento para escuchar el violín y sonreír al artista. ¡Ya voy! ¡Ya voy! ¡No me avises de que te vas a gritos, me pones nerviosa! ¡Solo necesito un minuto! Gracias por no irte sin mí. Gracias por llevarme a cuestas. Gracias por hacerme libre. Gracias por hacerme sentir sola rodeada de gente. ***…