Hiperlocal

Tutores, mediadores y bilingües, además de policías municipales

Foto: ABC
Foto: ABC

Desde controlar el tráfico hasta ayudar en la educación de los hijos, pasando por la mediación en conflictos y la prevención del crimen. La Policía Municipal de Madrid ha evolucionado en sus 175 años de existencia y ahora, requerirá de nuevos agentes con conocimientos de idiomas, pondrá en marcha nuevas iniciativas como los «agentes mediadores»  y cambiará la sede de su Jefatura Principal.

Fue en 1938 cuando se dio el primer paso para la creación de lo que hoy es la Policía Municipal de Madrid. El 7 de diciembre, el Ayuntamiento solicitó al Ministerio de la Gobernación que aceptara su propuesta de establecer un nuevo cuerpo de seguridad que agrupara a los alguaciles y porteros de la ciudad. Mediante una Real Orden, la Reina Regente María Cristina de Borbón dio su aprobación, que comunicó el Ministro al Ayuntamiento el 21 de diciembre.

A lo largo de su historia, los cometidos de la Policía Municipal han variado, especialmente durante los últimos años en los que ese cuerpo ha visto ampliada sus funciones. Percibida por la ciudadanía como la «policía del tráfico» hasta la creación de los agentes de movilidad, hoy los 6.300 efectivos repartidos en los 21 distritos de la capital tienen entre sus atribuciones facilitar la convivencia, actuar frente a los problemas de seguridad, prestar asistencia y atender a los ciudadanos. Ha sido su labor de prevención la que ha llevado a este cuerpo a desplegar desde 2002 «agentes tutores» con la finalidad de velar por el bienestar y óptimo desarrollo de los más jóvenes, ayudando a evitar el absentismo escolar y vigilando los entornos de riesgo por los cuales se mueven los menores.

Sonia Rodríguez, jefa del gabinete técnico del cuerpo, deja clara la importancia que tiene el programa dentro de la institución: «Es nuestro servicio estrella y lo cuidamos de manera especial, tenemos una unidad que se dedica exclusivamente a la coordinación de los agentes tutores para adaptar el servicio a las necesidades de cada distrito». Explica que la iniciativa surgió después de que se viera necesario brindar atención a aquellos menores que pudieran estar en situación de riesgo. Directores de institutos y asociaciones de padres les transmitieron los problemas que había en relación a sus hijos y la necesidad de prevenir situaciones como el absentismo escolar, el acoso cibernético o la introducción en el mundo de las drogas. «Son agentes que están próximos a los ciudadanos y que reciben una formación específica con el fin de dar una respuesta especializada a la problemática. El éxito que tiene es gracias a la cercanía y el contacto muy directo con los menores y, por eso, otos municipios han copiado el modelo». La actuación y la voluntad de proteger a un sector de la población tan importante y a la vez tan susceptible, llevó a Unicef a reconocer a la institución con el premio «Educación en Valores».

Año de cambios

Tras la buena experiencia que han supuesto los tutores, la Policía trabaja ahora en el programa de «agentes mediadores», un proyecto que según Rodríguez, está en pleno proceso de desarrollo y se quiere terminar de implementar durante este año. Los típicos ruidos y molestias que afectan la convivencia entre vecinos podrán ser resueltos sin pasar por los juzgados. «La idea de la policía es mediar y poner de acuerdo a las dos partes en conflicto para así evitar que vaya a mayores o se inicien procesos ante un juez», comenta la oficial. Como se ha hecho con los agentes tutores, los «mediadores» también reciben formación especializada, pero en técnica de resolución de conflictos.

 No será la única novedad en la policía durante 2014. Pronto podrán verse en las calles de Madrid agentes mucho más jóvenes que los vistos hasta ahora. Para facilitar el acceso a más aspirantes, se ha reformado la Ley de Coordinación de Policías Locales y se ha modificado el rango de edad para acceder al cuerpo: pasará de estar entre los 21 y 30 años a los 18 y 40 años. Sin embargo, lo que más podrá sorprender a los ciudadanos, sobre todo a los mayores, será ver a un agente ayudando a un turista dirigiéndose a él en inglés, alemán o quizá francés. Será una imagen común en los próximos años, ya que desde la próxima convocatoria (que contará con 203 plazas), se necesitará acreditar conocimientos de un idioma extranjero. También será la primera vez que haya una reserva del 20% de las plazas para el acceso de militares de tropa y marinería con más de cinco años de servicio. Otro de los cambios aprobados permitirá la movilidad de agentes entre municipios para facilitar su promoción. Así, los ayuntamientos estarán obligados a reservar un 20% de las plazas de Policía Local que convoquen para agentes en activo en otros municipios de la región.

 Para finales de año, está previsto que la Jefatura de la Policía Municipal se traslade a la “Ciudad de la Seguridad” que se empezará a construir en verano en los recintos feriales de la Casa de Campo y que también será la sede de los servicios de emergencia (excepto bomberos). Rodríguez afirma que «traerá ventajas operativas, ya que aumentará la capacidad de coordinación de las unidades del cuerpo policial y de éste con servicios como el SAMUR». También aplaude que 46 nuevas cámaras se sumen a las 147 con las que la Policía Municipal vigila las calles del centro, ya que «la experiencia en las zonas videovigiladas ha sido buena, se han experimentado una disminución de los índices delincuenciales y la demanda del ciudadano por llamar a la policía». Todo sea para el bien de los ciudadanos de Madrid, que de las capitales europeas es la segunda más segura, sólo por detrás de Copenhague. Buena parte de ello se debe a la labor de la Policía Municipal.

[twitter_follow username=»gpachecv» language=»es»]

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *