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La esgrima, una hidra de tres cabezas

Nació en la prehistoria con la piedra y el hueso. Llegó a los libros, y a las obras de teatro. Se hizo norma y reglamento. Perdió su sentido en la batalla con la aparición de las armas de fuego y resurgió como disciplina deportiva. Es la esgrima, la actividad de ataque y defensa con armas blancas, que vive con nosotros desde los albores de la historia humana.

Los secretos y la enseñanza de la esgrima se hospedan entre las paredes de muchos centros, uno de ellos se encuentra en la calle Academia nº6, entre el Museo del Prado y el Retiro. Es la Escuela de Esgrima de Jesús Esperanza, maestro en las tres ramas de la disciplina: Deportiva, Escénica y Antigua o Histórica (combatir con reproducciones de armas de la época).

Según  Jesús Esperanza, «la esgrima escénica va inherente a la historia de la humanidad y la evolución de la cultura.» Desde las tragedias griegas, hay momentos de lucha que representar como las comedias de Lope de Vega o de otros autores. Es la esgrima coreografiada, que practican los actores Daniel y Laura en la escuela del siete veces campeón de florete. Daniel es actor profesional desde hace diez años, se dedica a la improvisación teatral y a la investigación del teatro clásico. Laura se formó como actriz gestual. Para ambos, la disciplina es «un trabajo que te permite trabajar la coordinación, la escucha, el equilibrio, el trabajo con el compañero».

En la esgrima deportiva distinguimos tres disciplinas: espada, florete y sable. La espada es un arma de estocada, es decir, en las competiciones solo puedes tocar al contrario con la punta pero obtienes puntos si atacas en cualquier parte de cuerpo.  El florete es también un arma de estocada, donde solo vale tocar en el tronco del cuerpo. « Con el florete se crearon unas reglas que se han trasladado a la esgrima deportiva», afirma J. Esperanza. Una de ellas es «el ataque lleva razón». Solo puntúa quien toma la iniciativa al atacar. A diferencia del resto, el sable es un arma de filo, atacas desde la derecha o la izquierda y está permitido tocar desde la cintura para arriba, incluidos brazos, tronco y cabeza.

Documentos gráficos y enseres propios de la esgrima, inundan el centro de Jesús Esperanza. Entre fotografías en blanco y negro, espadas de diferentes épocas, y un cuadro de honor que recoge a diferentes maestros de esgrima a lo largo de los siglos, una cita dice así:

Aquel que en la prosecución de la treta y batalla se defendiese sin herir, pudiendo, cumplirá con la mayor perfección de la Destreza Verdadera

La cita corresponde al esgrimista Don Luis Pacheco de Narváez, maestro de Felipe IV. El director de la Academia de Esgrima,  afirma que tanto Pacheco como su coetáneo, Gerónimo Sánchez Carranza, eran gente muy religiosa. «Planteaban que su método, lo que llamaban la Destreza Verdadera, no era  para atacar o para agredir gente sino una forma de defenderse. Si lograbas poder salir airoso sin haber herido al contrario, como desarmarlo, logras vencer sin haber herido. »

En la planta inferior de la escuela  los infantes entrenan ataviados con la equipación propia del esgrimista: una careta negra, un peto y un guante en la mano que empuña la espada. Se mueven grácilmente para su corta edad y ya han aprendido una de las máximas de la disciplina deportiva: siempre se saluda al rival al terminar un combate.  Álvaro, estudiante de primero de secundaria, afirma que le gusta competir con otra persona y «tener los  detalles de hacer la reverencia, un signo que le recuerda a la realeza y que no encuentra en otros deportes.« Además no te puedes enfadar con el otro, porque es una falta de respeto».

El esgrimista Jesús Esperanza en su despacho de la Escuela de Esgrima. Foto:Joaquín Soto
El esgrimista Jesús Esperanza en su despacho de la Escuela de Esgrima. Foto: J.S.M

Acento español

Los españoles tienen mucho que decir respecto a la esgrima. Jugaron un papel importante en la evolución de la espada del Imperio Romano. El arma propia de los íberos, la falcata, de acero resistente, fue adoptada por las legiones romanas para crear la Gladius Hispaniensis, la espada regular del ejército.

En España existe un lema; «La esgrima es el único deporte olímpico de origen español». Según Jesús Esperanza, no es del todo correcto. Es cierto que en el siglo XVI y principios del XVII, Carranza y Pacheco proponen la Verdadera Destreza, dando lugar al origen de la esgrima pensada, basada en la matemática y la geometría. «Los españoles planteamos que es el punto de inflexión en la disciplina». No obstante, pese a contar con grandes maestros, hay un momento en que España se diluye y empiezan a despuntar los italianos y franceses (finales del XVII y principios del XVIII). En todo caso, España es uno de los padres fundadores de la esgrima junto con Francia e Italia.

La esgrima deportiva en España dio un salto cualitativo a partir de los Juegos Olímpicos de Barcelona (1992). Hasta entonces no existía ningún tipo de compensación o ayuda. Era un hobby,  tenías que comprar hasta tus propias zapatillas. Después, con la exigencia de resultados, se empieza a profesionalizar. Y para ello necesitas un duro entrenamiento diario.  Además, muchos tienen que seguir con sus estudios porque la esgrima no te hace rico. Termina tu etapa deportiva y tienes que seguir con tu profesión.

Auge y ocaso

El director técnico de la Real Federación Española de Esgrima (RFEE), Ángel Fernández García asegura que desde que practicó la esgrima hace 30 años, la evolución de la esgrima ha sido muy grande, sobretodo en número de participantes, clubes o asociaciones. Reconoce que la medalla de bronce que obtuvo el esgrimista José Luis Abajo, «Pirri» en los Juegos Olímpicos de Pekín (2008), «creó durante dos años una afluencia  de gente de colegios, sobretodo en Madrid».

Sin embargo,  reconoce que con el inicio de la crisis internacional y española en 2008, el deportista tiene que afrontar una serie de dificultades como la escasez de becas para dedicarse prioritariamente al entrenamiento. «Los que han terminado sus estudios tienen que buscar lugares de trabajo para costear sus gastos. Mientras que los que están estudiando se exigen terminar la carrera lo antes posible. Si contasen con ayuda podrían prolongar más los estudios y dedicar más horas al entrenamiento y no pueden asistir al número de competiciones ideal porque no hay dinero para financiarlas», afirma García.

Sentencia que «es posible que para algunas situaciones vemos gente que tiene talento pero no tiene disponibilidad económica para afrontar eso. Su progresión se ve reducida porque se necesita experiencia para competir a nivel internacional. Si no hay competición internacional es muy difícil sacar un deportista que pueda afrontar grandes retos».

Esta situación la vive en sus carnes, Yulen Pereira Ramos, actual subcampeón mundial y europeo Sub-21 de la categoría Junior. «Desde 2008 hasta este año hemos estado pagando todo el circuito internacional, quitando el mundial que lo pagaba la Federación Española y una Copa del mundo. Lo demás a través de familiares y apoyos externos».

Existe otro problema: la cobertura mediática. Para Ángel Fernández García, el espacio mediático que dedican los medios no es proporcional al papel que juega la esgrima deportiva en España. «Yo tengo un malestar con los medios de comunicación porque no cubren lo que a mí me gustaría, entendiendo que la esgrima es un deporte minoritario. Ya ni miro, aun habiendo un resultado importante a nivel internacional si sale o no en un medio, aun habiendo un resultado importante a nivel internacional, porque sé que no. »

El arte de combatir con armas blancas fue eclipsado por las armas de fuego y se reconvirtió en disciplina deportiva. Continúa vigente en las representaciones teatrales, las series de televisión y el cine. Incluso, las espadas de eras pasadas han sido de nuevo forjadas para reproducir el pasado. La esgrima continúa siendo una parte indivisible del ser humano.

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