Malasaña

La dieta vegetariana se hace un hueco poco a poco

Tony en su establecimiento vegetariano «Sanissimo». Foto: Lucía Bretón

Las palabra «vegetariano» apareció por primera vez el 30 de septiembre de 1847 en Mánchester, cuando se fundó la primera asociación vegetariana del mundo, la Vegetarian Society. «La piel se suaviza, no se te cae el cabello, me siento súper sano, no hago ejercicio y actualmente no echo de menos la carne», afirma Sony, propietario del establecimiento de comida vegetariana «Sanissimo». Se trata de un régimen alimentario cuyo principio básico es no comer carne animal. Existen multitud de grados dentro del vegetarianismo, como los vegetarianos estrictos, que no admiten el consumo de ningún producto que provenga de animales, como los huevos o lácteos. También hay quienes ni utilizan productos testados en ellos, y a estos se les denomina veganos.

Sony, un joven de 35 años, es vegetariano desde hace tres años. «Todo empezó por mi perro. Yo viajaba mucho a Asia porque trabajaba en American Express, y allí se comen a los perros, gatos y demás», comenta. Según él, no todos los casos son iguales pero cada uno toma la decisión de qué comer y por qué.

Qué comer y por qué

Decidió montar un negocio en el barrio de Malasaña, donde también vive. «Mi socio y yo llevamos un año y ocho meses con el negocio, lo cual es difícil en un barrio tan caro como este», afirma orgulloso Sony. Para él, uno de los motivos de abrir su establecimiento de comida vegana y vegetariana fue lo realmente complicado que le resultaba encontrar comida sana. Para él «En España se fríe mucho y se usan muchas salsas. Nosotros cocinamos todo al vapor o al horno y el nivel calórico baja mucho». En Sanissimo intentan hacer un formato adaptado a todos y rápido, que nada tiene que ver con las patatas bravas o los huevos a la cazuela que sirven en muchos locales junto con la bebida. Hacen «bagels» o «wraps» –similares al kebab- de hummus, berenjena ahumada o queso feta. «Las grasas saturadas que puede tener la carne no existen sino que son grasas polisaturadas más fáciles para digerir y quemar».

Lo curioso es que no solo consumen comida de este tipo los vegetarianos y veganos, Sony asegura que el perfil de clientes de su local es gente que no tiene nada que ver, pero que tiene la mente abierta. Eso sí, muchos más extranjeros, y especialmente chicas «ellas se cuidan más por dentro por lo general, mientras los hombres suelen cuidarse por fuera», comenta. Desde su incursión en este mundo de alimentación verde, Sony considera que su salud ha mejorado, tanto internamente como visualmente, ya que encuentra su cuerpo en mejor forma. Para él, España todavía tiene que crecer mucho en relación a este tipo de comida.

Esther Baena y Jordi Galisteo son expertos en nutrición vegetariana. Regentan un blog llamado «Dietistas Vegetarianos» y ambos publican información sobre esta forma de comer y asesoran a clientes interesados. «Una alimentación vegetariana ayuda a prevenir enfermedades del corazón, cáncer, previene la aparición de diabetes tipo II, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial y evita la formación de cálculos renales», explican los dietistas.

Sabores similares

¿Echar de menos los productos animales? Los nutricionistas aseguran que a día de hoy existe un amplio abanico de productos que imitan el sabor de los alimentos de origen animal. Las proteínas de estos formatos provienen de la soja o del seitán, así como de otros cereales. Podemos encontrar desde hamburguesas hasta atún libre de pescado.

Hay varios perfiles de personas que quieren comenzar con una dieta verde. A la consulta de «Dietistas vegetarianos» acuden tanto aquellos que quieren cambiar su alimentación, como vegetarianos o veganos que quieren saber si presentan alguna carencia nutricional. «También vienen mujeres que se han quedado embarazadas y el médico no sabe como ayudarlas porque son vegetarianas. En muchas ocasiones vienen con miedos provocados por la desinformación de algunos profesionales de la salud», aclara Esther.

«Bagels», «wraps» y tartas vegetarianas. Foto: Lucía Bretón
«Bagels», «wraps» y tartas vegetarianas. Foto: Lucía Bretón

Según el Iñigo Gastón, médico especializado en nutrición, «Ningún médico hablaría totalmente a favor. El vegetarianismo no es una dieta correcta». Asegura que una persona sana con dificultades para perder peso no debe dejar de comer productos animales, sino que debe comer de todo porque las proteínas de la carne, el pescado y los huevos son completas. Sin embargo, hay una ocasión en la que sí que le parece correcta una dieta más verde «Existe una dieta indicada para pacientes con cáncer en la que se elimina el consumo de proteínas animales una temporada». Se trata de una dieta antiinflamatoria y antioxidante, pero afirma que «sí que se consumen algas marinas o productos similares».

El gran hándicap que los más jóvenes encuentran a la hora de hacerse vegetarianos o veganos es el miedo de los padres. Y es que es una cuestión muy personal pero, según los dietistas, no existe un consejo exacto para que los progenitores puedan acostumbrarse a esa nueva alimentación de sus hijos.

Salud, animales y ecosistema

The Vegan Society es la primera asociación de veganos del mundo y fue fundada por Donald Watson el 1 de noviembre de 1944 en Reino Unido. Jimmy Pierce es el portavoz de esta organización no gubernamental y para él hay tres cuestiones de suma importancia por las que hacerse vegano es una buena opción. Además de la salud, de la que ya hemos hablado, los animales y el medio ambiente son puntos clave en este tipo de alimentación. «La agricultura animal ha institucionalizado la explotación y la crueldad, una realidad que vemos más frecuentemente en los documentales. Sin embargo, adoptando una dieta basada en plantas, puedes tener una parte de tu conciencia limpia al saber que no estás contribuyendo con ella». Para Pierce, cada comida del día es un voto por la «no violencia».

Según Jimmy, en cuanto a la salud, incluso los atletas veganos han demostrado que no es necesario consumir productos animales para competir y ganar a cualquier nivel. «Hacerse vegano es la mejor acción que puede hacer un individuo por el medio ambiente», comenta el portavoz de la asociación británica. Según calculó la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en 2006, el sector ganadero emite más gases de efecto invernadero –el 18 %, en su equivalente en dióxido de carbono- que el sector de los transportes. La agricultura animal también es causante de la deforestación, la extinción de especies y la polución entre otros asuntos.

Existen pasos para hacerse vegano, y en The Vegan Society se pueden encontrar. Según Jimmy, el primer paso es hacer la «promesa de los 30 días», que consiste en proponerse estar un mes alimentándose de esta manera. Desde la asociación diariamente envían emails de ayuda, consejo, información y recetas a todos aquellos que se animan a probar este plan. A fin de cuentas, «Nunca se ha dicho que sea fácil hacerse vegano pero, cualquiera que sea tu plato favorito, existe una alternativa vegana para él».

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