Moncloa-Argüelles

Talleres de aves como alternativa para los cumpleaños

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Martín Pescador Foto: Enara Educación Ambiental

Una empresa madrileña tiene un programa dedicado a concienciar a los niños sobre la situación precaria en la que se encuentran los pájaros en la provincia.

Enara Educación Ambiental realiza diferentes actividades para concienciar sobre la problemática que se origina por el impacto de los seres humanos en la naturaleza. En especial, la acción directa o indirecta afecta a los hábitats de las aves en Madrid, puesto que algunas de ellas se encuentran en una situación muy complicada.

Las poblaciones de los gorriones están descendiendo peligrosamente en Madrid por dos causas: el cambio de plantaciones y por el asentamiento de las cotorras, una especie invasora. Esta es una de las preocupaciones de Eva Banda, Doctora en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, especialista en Zoología, Ornitología y directora de esta empresa.

«Recuerdo que hasta hace unos años que trabajamos en este parque había gorriones por todas partes, ahora no hay ninguno, lo único que queda son poblaciones aisladas» lamenta Banda. Además, recuerda que cuando  estaba estudiando sus profesores» ya lo advertían y nadie les hizo caso». «Hay que buscar una solución antes que sea demasiado tarde», advierte.

La cotorra argentina procede de las zonas templadas y subtropicales de Sudamérica y fue en los 90 cuando se pusieron de moda. Sin embargo, al ser tan ruidosas muchos decidieron ‘librarse’ de ellas y soltarlas. Como consecuencia, el clima al ser parecido al  de algunas zonas como Barcelona, Madrid – ciudades con mayor número de cotorras-, se instalaron en los parques y construyeron sus enormes nidos.

Estas aves aprovechan al máximo los recursos porque son muy inteligentes. De modo que al ser frugívoras -comen fruta- le quitan la comida a los gorriones y debido a esto están siendo desplazados. Además, están consideradas como plagas porque se reproducen muy rápido. Actualmente en España hay en torno a unos 20.000 ejemplares según el censo elaborado por SEO/BirdLife y en Madrid más de 6.500.

Además, en estos momentos están llegado a España varias especies migratorias: milanos, petirrojos o mosquiteros comunes del norte de Europa para pasar el invierno. Estas aves se trasladan por la noche gracias a su orientación y así evitan a los depredadores y el calor. Cualquier interesado puede seguir con el  mapa interactivo de SEO Birdlife sus rutas. En verano volverán a su hogar. El problema radica en que muchos cazadores furtivos aprovechan estas circunstancias para instalar sus redes y coger pájaros para enjaularlos.

Para concienciar sobre el papel de las aves en la naturaleza Enara está realizando tres veces al mes talleres de anillamiento de aves. Se trata de un método para estudiar las poblaciones y que consiste en la identificación exhaustiva de cada pájaro. Las informaciones recabadas se almacenan en los Bancos de Datos para conocer el recorrido migratorio, la tasa de fecundidad y la población de las especies.

Taller de anillamiento científico

El equipo se traslada los fines de semana a las zonas verdes de Madrid Parque del Oeste, Casa de Campo, Dehesa de la Villa, El Pardo o en la Finca del Garzo de Las Matas (Las Rozas) para mostrar su trabajo gratuitamente a los interesados en las aves. Estos talleres, que se solicitan por Internet, suelen tener mucho éxito porque las plazas se agotan días antes.

A la última sesión convocada el domingo pasado, 11 de diciembre, en el Dehesa de la Villa, acudieron catorce personas de todas las edades. En este caso, Banda estuvo acompañada de dos compañeros, entre ellos un profesor, que cuando acudió de excursión con su clase le gustó tanto que decidió formarse en este ámbito, y Tula, su perra anilladora. La can está adiestrada para estar durante todo el taller en alerta y dedicarse a proteger las redes para evitar que se acerque un gato o perro a la zona en la que se recogen los pájaros.

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Petirrojo Foto: HCHH

El sistema de trabajo es sencillo. De madrugada se colocan unas redes invisibles de 12 metros que son casi imperceptibles incluso para el ojo humano. Las aves que transiten por esta zona quedan atrapadas y cada hora se comprueban los pájaros que han caído. Una vez que un ave se encuentra en la red, hay que recogerla con cuidado y se guarda en una bolsita de algodón para evitar que le den calambres.

Afortunadamente el estrés de los pájaros es diferente al de los mamíferos, incluido los humanos. Mientras que un mamífero mantiene el nivel de estrés de forma regular, las aves solamente alcanzan esos picos durante un periodo de tiempo determinado. De hecho, cuando pasan una media de cinco  horas ya no recuerdan este incidente de modo que el anillamiento no supone un peligro para su salud.

A continuación se pesa, se mide tomando como referencia la pluma más larga, se anota el sexo y se sopla suavemente sobre las plumas para saber su índice de grasa. “Un pájaro nunca puede estar gordo, aunque esté dentro de una jaula, porque perdería su aerodinámica por eso tienen un metabolismo muy rápido” apunta Banda. En cuanto a la anilla metálica que se le coloca en la pata contiene una numeración única y una dirección de contacto. Su tamaño varían en función de la especie del ave.

Esta actividad no funciona como un espectáculo preparado por lo que puede ocurrir que no se recojan un gran número de aves, por eso, mientras que en el anterior fin de semana cogieron unos 40 ejemplares, este día solamente cayó en las redes un petirrojo ya anillado procedente de Suecia.

La razón reside en que no existen unas condiciones idóneas, aunque ciertamente hay épocas mayores posibilidades. Por ejemplo las  mejores épocas son junio porque es el momento en el que  nacen los polluelos o en las que se producen los periodos de migración. Además, hay sitios de Madrid en las que hay mayor número de población de aves como la Casa de Campo.

Los niños cambian las piscinas con bolas por los pájaros

Además, ha comenzado a celebrar cumpleaños que incluyen esta actividad para comenzar a educar desde pequeños. Los niños se adentran en el mundo de la ornitología durante tres horas por la mañana. Eva Banda, coloca a primera hora de la mañana unas redes invisibles para recoger a los pájaros y comenzar con el anillamiento.

El equipo de Enara explica con un lenguaje adaptado a la edad de los asistentes sobre la ecología y anatomía de las aves en general con el pretexto del pájaro capturado. En mitad de la mañana, es la hora de la soplar la tarta. Todos se reúnen alrededor de la mesa y Banda les sorprende con un bizcocho casero acompañado con un chocolate caliente. Luego, con mucho cuidado, los animales son liberados por uno de ellos para que sigan su camino.

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Cumpleaños anillando pájaros Foto: Enara Educación Ambiental

«No quería ir al Burger King o a una piscina de bolas porque son las opciones clásicas de cumpleaños», así descubrió esta actividad Carlos Ballesteros, padre de una niña de 5 años que buscaba celebrar un cumpleaños diferente.

«Es una idea buenísima» afirma. Él es biólogo y veterinario y se encontró con una actividad para inculcar a sus dos hijas la importancia de la naturaleza. «Los niños miraban sorprendidos cuando Eva cogió a los pájaros y les explicaba sus características». Además, fue una buena oportunidad para interactuar con los padres que normalmente solo saludaba en el colegio» y «estuvieron también muy interesados».

Sin duda, una buena iniciativa para fomentar el interés por el medio ambiente tanto a los más pequeños como a los adultos.

3 comentarios en «Talleres de aves como alternativa para los cumpleaños»

  • Una idea muy interesante para que nuestros hijos vivan in situ los problemas mediambientales actuales en nuestra ciudad, como una actividad de ocio más, donde aprenden y viven con parte de la naturaleza, aprendiendo sobre las costumbres migratorias de las aves que cada temporada pasan por nuestros cielos.

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  • Buenas ideas para educar con valores q ayuden a vivir. Muy buen articulo

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  • Particularmente el articulo me ha parecido interesante y a la vez me sorprendido, de que existiera esta alternativa para celebraciones que pretende llamar la atención a los niños y no tan niños la importancia de preservar los ecosistemas y los hábitats tradicionales para asegurar la supervivencia de algunas especies en riesgo y mantener la biodiversidad.
    Es fundamental implicar a toda la sociedad y, en especial inculcar estos valores a los niños, para que asuman desde pequeños un papel activo en la defensa, protección y mejora del entorno.

    Que los mayores no lo estamos cargando.

    Respuesta

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