Camino a ningún residuo

 

Actualmente hay unos 600 millones de kilos de plástico flotando en la superficie acuática de la Tierra. Uno de los mayores problemas se presenta cuando las diminutas partículas del material se derivan en microplásticos que pueden ser ingeridos por cualquier especie, entrando en la cadena trófica y pudiendo llegar a causar toxicidad en el organismo de infinidad de animales marinos e incluso del ser humano.

Reutilizar plásticos de un solo uso es posible

Fitplanet es una tienda de productos ecológicos que promueve un consumo responsable y respetuoso con el planeta. Uno de los objetivos de la marca es ir concienciando a la población sobre la existencia de alternativas sostenibles con el medio ambiente frente a los plásticos de un solo uso. «Si conseguimos que alguien se conciencie sobre el problema que suponen los plásticos y se lo cuenta a otra persona, cada vez más gente se unirá al cambio», explica Esterri, uno de los fundadores de Fitplanet. 

Esterri, natural de Sitges, y Paula, vecina de Tres Cantos, tenían claro que querían emprender y la situación de pandemia por covid-19 les arrojó el rayo de luz que les faltaba para comenzar con el negocio. Empezaron a observar que la naturaleza iba resurgiendo mientras el país estaba confinado y eso les generó un sentimiento de compromiso más sólido con el planeta. «Tenemos que hacer algo para poder seguir aportando nuestro granito de arena cuando volvamos a hacer vida normal», comenta Paula, fundadora de Fitplanet. 

Paula acababa de venir de pasar una temporada en una zona de Australia en la que es habitual ver a gente practicando mucho deporte en la calle y Esterri llevaba buscando alrededor de un año la manera de poder ayudar a alguna asociación marina. Estas dos ideas se fusionaron y dieron lugar al nacimiento de Fitplanet: conjuntos deportivos fabricados con tela proveniente de botellas de plástico recicladas y termos de acero inoxidable. De esta manera se daría una segunda vida a la basura que no ha podido reciclarse y se limitaría el consumo de plásticos de un solo uso. 

El siguiente paso fue ponerse en contacto con una fábrica, situada en Carolina del Norte, que busca plástico en el mar y en vertederos ubicados cerca de ríos que suponen un riesgo para las especies marinas. Cogen la parte reciclable de estos residuos y crean unas fibras que dan lugar al material del que están hechos los tops y los leggins ecológicos de Fitplanet.

La tela con la que se fabrican los conjuntos deportivos está compuesta por un 77% de botellas de plástico recicladas y un 23% de spandex. Ese porcentaje de material implica un uso de 15 botellas en el caso de los leggins y de 7 en el caso del top deportivo, lo que hace una suma de 22 por cada compra de un set deportivo. La ventaja de esta tela, y lo que la hace más sostenible, es que no utiliza fibra virgen, es decir que no explota petróleo nuevo, se coge el plástico que ya existe y se reconvierte, lo que supone un 85% de ahorro energético, un 75% menos de emisiones de CO2 y un 85 % menos de agua.

Tras este proceso, Esterri y Paula pensaron de qué manera podrían ayudar a los seres que viven en las profundidades marinas. Se les ocurrió así diseñar seis colores distintos de conjuntos con seis logos de especies marinas y asociar cada una de estas a alguna organización que las proteja, para que un 5% del dinero recaudado con cada compra vaya destinado a la causa. Las organizaciones con las que colaboran son: Posidonia 2021, Asociación Tursiops, Xaloc, CBD Hábitat, Clean Ocean.

Los termos están fabricados de acero inoxidable y lo que pretenden con la venta de este producto es reducir el empleo de las botellas de un solo uso, ya que cada persona utiliza una media de 109 al año. El acero inoxidable se puede tirar al contenedor de envases una vez que se acabe su vida útil, de esta manera se funde y en un futuro volverá a formar parte de la composición de otros objetos.

El 5% de recaudación del dinero del termo va destinada a un proyecto que los fundadores de la marca están en proceso de crear y que recibe el nombre de Clean Ocean. Se encargan de organizar jornadas de recogida de basura en diferentes playas de España con el fin de proteger la biodiversidad marina, y por tanto ese porcentaje va dirigido a la compra de materiales necesarios para proporcionar a todos los voluntarios, una media entre 35 y 40, que van a estas recogidas de residuos. Paula y Esterri aseguran que suelen hacer recogidas muy dinámicas en las que se reúnen durante una hora para que no sea cansado y la gente que acude quiera repetir la experiencia. Una vez recogida toda la basura la tienen que separar en chatarra, que irá a un vertedero;  residuos que no se pueden reciclar como goma, suelas de zapatos y bolsos,que van al contenedor de residuos y plásticos pequeños que se pueden fundir y volver a utilizar que irán al contenedor amarillo. 

La Balanza Granel, un proyecto innovador y sostenible

El pasado septiembre tres vecinas de Tres Cantos, Irene, Sara y Aurora, decidieron empezar un nuevo viaje: abrir la primera tienda de productos de higiene y limpieza a granel en el municipio. La Balanza Granel es un comercio que pretende acercar y facilitar el cambio hacia unos hábitos de vida más sostenibles. La necesidad de las dueñas de compartir su experiencia y ofrecer un producto necesario para cambiar los hábitos de consumo con el fin de frenar la tendencia al uso de plásticos desechables son el germen de este proyecto. Sostenibilidad, honestidad, innovación y tradición son los valores que quieren transmitir a nivel local para conseguir un impacto de concienciación medioambiental a mayor escala.

Las propietarias comentan que están muy contentas y sorprendidas con la acogida de su tienda en la ciudad. «Nuestro primer objetivo era alcanzar a gente ya concienciada, como nosotras, que buscaran este tipo de productos en Madrid, pero nos hemos dado cuenta de que a nuestra tienda entran desde personas nostálgicas de otros tiempos en los que se compraba de esta manera hasta chicos jóvenes que se han visto influenciados por los centros educativos».

El uso del plástico ha implicado un avance para el ser humano en muchos campos como la medicina, el sector automovilístico o la construcción, el problema es el abuso que se ha hecho en los últimos años de este material para la fabricación de objetos con una corta vida útil, como las bolsas que son un objeto que se utiliza durante una media de tres minutos y permanecerá unos 150 años en la naturaleza hasta que se descomponga. 

Para revertir esta situación se puede tomar acción de muchas maneras distintas. Reutilizable y retornable son dos conceptos que la sociedad debe perseguir para lograr tener una vida lo más próxima al zero waste posible sin dejar a un lado la conciencia social.