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Sandra Gómez: «Es difícil ser mujer en el alto rendimiento del motociclismo»

Tras sus buenos resultados en el Rally Dakar, la madrileña se prepara para la Erzberg Rodeo

Sandra Gómez Cantero, natural de Cercedilla (Madrid), ha disfrutado y compartido la afición por las motos desde los tres años con toda su familia. El amor por el motociclismo se ha mantenido a lo largo de toda su vida, y la ha llevado a alcanzar muy buenas posiciones en competiciones de gran exigencia física y mental. Entre sus logros se encuentra convertirse en 2020 en la primera mujer de la historia en terminar el rally de Hard Enduro Redbull Romaniacs en máxima categoría Gold.  En el mismo año quedó tercera en el Mundial de Trial y fue la cuarta clasificada en el Mundial de Enduro. A pesar de su gran palmarés, la madrileña denuncia las dificultades que aún sufre por ser mujer dentro del deporte y las dificultades económicas que conlleva la competición. Por todo ello, Gómez Cantero trabaja en comisión femenina de la Federación española y es doble en series como La casa de papel.

Sandra Gómez, piloto | Daniel Catalán
¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo del motociclismo?

Mi padre es un amante de las motos, sobre todo del trial. Nos montaba a mi hermano mayor Alfredo y a mí como un juego y nos encantaba. Empecé a montar en moto con unos tres años, y a competir con unos cinco o seis. Más tarde estuve competiendo en esquí, pero a partir de los nueve años decidí que quería ser motorista. Todo era un juego para la familia. Nos montábamos en la furgoneta de mi padre, ponía unas camas y viajábamos todos juntos. Pasábamos el fin de semana fuera, competíamos y volvíamos a casa, y el lunes íbamos al colegio. Creo que mi padre nos lo metió a todos en vena. Fueron unos comienzos en familia, como sigue siendo hoy en día.

Has sido la única mujer debutante este año, ¿cómo has vivido la experiencia del Rally Dakar?

Para mí, el Dakar ha sido a contrarreloj. He preparado una competición que normalmente se hace durante más de un año en tres meses. He aprendido de cero a navegar y a llevar esa moto. Es verdad que he sido la única mujer debutante este año, para mí eso es triste. Aún hay muy pocas chicas en motociclismo, vamos atrasados respecto a otros deportes. Por mi parte, hago todo lo que puedo por el mundo femenino en la moto. Ha sido una experiencia muy intensa, pero estoy muy contenta, porque los objetivos eran terminar y aprender, y he cumplido los dos. Es un rally muy duro económicamente. Cuesta mucho ir para alguien como yo: con veintinueve años, intento ahorrar el dinero que puedo, pero también lo gasto en ir a otras carreras. La recompensa es llegar a la meta, que todos lo vivan desde casa durante esas dos semanas y que lo disfruten, igual que yo.

¿Estás contenta con los resultados?

La verdad es que no tenía ninguna expectativa, solo la de terminar la carrera. Yo sé que técnicamente soy buena encima de la moto, todo iba a depender del nivel de velocidad, de cómo fuese la carrera y de las mil cosas que te pueden pasar cada día. He quedado segunda al competir contra chicas que ya habían corrido el Rally Dakar, y la número sesenta y dos en la clasificación general. Estoy contenta con la posición.

Es difícil ser mujer en el alto rendimiento del motociclismo

¿Cómo entrenas para un acontecimiento así?

Yo vengo de correr muchas carreras al año, como el mundial de trial y un Hard Enduro, que son carreras muy exigentes tanto física como mentalmente. Todo eso era preparativo. También hice una pequeña pretemporada para coger un poco de fuerza, dado que la moto es mucho más pesada que la que yo estoy acostumbrada a llevar. Los deportistas de alto nivel llegamos fundidos a final de año, por eso seleccioné las carreras que realmente tenía que acabar y me dediqué a descansar y a mentalizarme de que iban a ser dos semanas muy largas y de muchas horas en Arabia.

El corredor Lorenzo Santolino te ayudó a comprobar si estabas lista para el Rally Dakar, ¿cómo supisteis que sí lo estabas?

‘Loren’ me ayudó en todo: a aprender lo que era un rally, a llevar esa moto, a navegar, a leer un ‘road book’ y a organizarme de cara a la carrera. Realmente, cuando vas a una competición así, nunca es suficiente. Nunca sabes si estás listo, si tuvieras más días y horas entrenaría más, pero el tiempo es el que es. Estaba todo lo lista que podía para haberlo planeado así, y creo que salió muy bien.

Sandra Gómez competiendo en el Rally Dakar | Rally Zone
Tan solo habéis sido cuatro mujeres en el Rally Dakar 2022, ¿surge una buena relación entre vosotras?

Sí, la relación entre los corredores es buena. Somos pilotos, al final todos competimos y da igual que sea una chica o un chico el que está luchando contra ti. Al final todos estamos juntos, hacemos piña, queremos ganar siempre al de delante, pero si le pasa algo paramos para ayudarnos, sea hombre o mujer.

¿Es difícil ser mujer en esta disciplina?

Es difícil ser mujer en el alto rendimiento del motociclismo. Sabemos que hay unos niveles a los que no podemos llegar y tenemos que mentalizarnos. Al no haber ayudas, nosotras mismas pensamos que lo que tenemos que hacer es ganar para obtenerlas, y fisiológicamente es muy difícil conseguir la victoria. Ser una mujer piloto de alta competición e intentar vivir de ello es complicado en el aspecto mental.

A lo largo de toda tu carrera deportiva, ¿en algún momento te has sentido discriminada por tu sexo?

No creo que sea discriminación por sexo, pero sí que hay ciertos problemas. Al no haber categoría femenina, me es muy difícil ganar al competir contra hombres, y no puedo ser un piloto oficial si hay por delante de mí treinta chicos. Un ejemplo de la repercusión de todo esto es que yo no accedo a ser un piloto oficial de ninguna marca, aunque soy la mejor del mundo en Hard Enduro. No me he sentido discriminada porque cuando quiero sé tapar los oídos o mirar hacia otro lado. Este es mi sueño: correr trial, correr enduro y correr el Rally Dakar. Siempre hay críticas, seas mujer u hombre.

Después de interpretar a Tokio participé en Sky Rojo, también en Netflix

En 2018 la corredora Laia Sanz denunciaba la aún existente brecha salarial. ¿Crees que sigue siendo un problema real?

Sí. Yo no tengo un sueldo de ninguna marca como tiene cualquier hombre que seguramente tenga muchos menos seguidores que yo, tan sólo un buen patrocinador de neumáticos. Por suerte Laia Sanz ha sido piloto oficial de diferentes marcas y ha estado cobrando un sueldo, muchas no hemos tenido acceso a eso. Claro que hay una brecha salarial: hay un sueldo o no lo hay. Si eres mujer no cobras y debes buscarte la vida por otro sitio.

¿Consideras que los organismos oficiales del deporte tratan por igual a hombres y mujeres?

Sí, yo creo que nos tratan como deportistas. Quizá antes no, pero creo que cada día se va regulando. Sin sus ayudas, muchas mujeres nos tendríamos que quedar en casa. Por mi parte, trabajo en la Federación española en la comisión femenina, que está ayudando mucho a las deportistas e intenta buscar cada día más ayudas y encontrar la manera de que pueden seguir montando en moto.

Sandra Gómez en plena competición | Mihai Birca
Fuiste la doble de Tokio en La casa de papel, ¿cómo fue la experiencia?

Es una pasada participar en una serie de Netflix que ha triunfado, y una muy buena oportunidad de cara a que salgan más proyectos así. Es uno de mis trabajos, además de ser piloto y de formar parte de la Federación española en la comisión femenina. Pertenezco a un grupo de ‘stand club’. Empecé hace unos años, y se trata de ser doble en series, películas y anuncios. Después de interpretar a Tokio participé en Sky Rojo, también en Netflix. Me gusta porque tiene mucho que ver con montar en moto, y me encantaría repetir la experiencia.

¿Cuáles son tus futuros retos? ¿En qué trabajas ahora?

Aún tengo muchos sueños por cumplir. Estoy preparándome para la Erzberg Rodeo, una carrera extrema en Austria que lleva dos años sin poderse realizar por el Covid-19. Mi calendario también pasa por el Hard Enduro. Estoy intentando ir a todas las carreras posibles, pero económicamente es muy duro y después del Dakar aún tengo que recuperarme –ríe-. También me gustaría seguir en el Mundial de trial, correr algún rally y volver al Dakar.

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