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Los vendedores ambulantes de San Blas se oponen al traslado temporal del rastro

Los integrantes del mercadillo de San Román del Valle no establecerán sus puestos en la nueva localización por temor a «que se convierta en definitivo»

Aparcamiento de la calle Esfinge donde se esperaba la celebración del mercadillo el pasado martes por la mañana | DC

Los comerciantes del mercadillo de San Blas se niegan a trasladarse temporalmente a su nueva ubicación por miedo a que el Ayuntamiento de Madrid incumpla su palabra y asigne la localización como definitiva. El pasado martes 8 de noviembre era el día indicado para que el rastro de la calle San Román del Valle se celebrara en su nueva localización –la calle Esfinge, situada en Canillejas– debido a las obras iniciadas en el lugar original. Sin embargo, los comerciantes han decidido esperar a la finalización de las obras, prevista para finales de año, para retomar su actividad y no acudirán al lugar establecido como temporal.

Las reivindicaciones de los comerciantes están íntimamente relacionadas con el traslado del rastro. La más importante es el temor que tienen los vendedores ambulantes a que la supuesta ubicación temporal se convierta en la nueva localización definitiva de este rastro, argumento reforzado porque «no sería la primera vez» que el Ayuntamiento incumple un acuerdo de estas características. Pero este no es el único reclamo con respecto al aparcamiento de la calle Esfinge, el lugar elegido para instalar el mercadillo durante un mes y medio, que fue reformado en agosto.

La primera de ellas es una queja sobre el espacio disponible en la nueva localización, que consideran insuficiente para que puedan entrar todos los integrantes del mercadillo. Otro aspecto que destacan como clave es la distancia que separa la ubicación original y la temporal, unos 3,5 kilómetros, que califican como demasiado grande para la comodidad de todos aquellos vecinos que acudían semanalmente los martes por la mañana a San Román del Valle. Óliver, un comerciante que se encontraba en la calle Esfinge el pasado día 8, recuerda que en los más de 40 años de historia del mercadillo este ha sufrido varios cambios de localización, pero «todos ellos en torno a la misma zona y nunca a un lugar tan alejado». Asimismo, este conflicto supone un inconveniente para la Policía Municipal, que deberá acudir todos los martes por la mañana hasta que desde el Palacio de Cibeles se dicte lo contrario.

Las obras en la calle San Román del Valle se iniciaron el 26 de septiembre | Junta de San Blas-Canillejas

Versiones contradictorias

El Ayuntamiento de Madrid, al ser cuestionado por la decisión de los comerciantes de no acudir a su cita comercial semanal, se ha remitido a la nota de prensa difundida la semana previa a la mudanza en la que se comunicaba la nueva ubicación del mercadillo. Ha añadido también que en la negociación con los integrantes del mercadillo les fueron ofrecidos otros lugares para instalarse pero «no quisieron» hacerlo. Los vendedores de San Blas niegan rotundamente esta afirmación por parte del Gobierno municipal. Sostienen que desde la Asociación provincial de Comerciantes Ambulantes y Ferias de Madrid se trasladó la petición de instalar el rastro en la Avenida de Arcentales, una vía ubicada a menos de un kilómetro de San Román del Valle. Afirman que dicha solicitud fue denegada, en parte porque ya tenían decidida la nueva localización, debido a todo el proceso que es menester poner en marcha para trasladar un mercadillo de tal envergadura. 

Desde la oposición del distrito califican de «falta de previsión total» la maniobra de la Junta de Gobierno. Carlos Matilla, portavoz del PSOE en San Blas-Canillejas, asegura que a pesar de conocer las obras con antelación, eligieron una alternativa que no reunía las condiciones de espacio necesarias. «Es lo que pasa cuando se hacen las cosas sin pensar», asevera. Matilla afirma que su grupo presentará en la Junta Municipal del próximo miércoles una propuesta para convertir el nuevo mercadillo de la calle Esfinge en definitivo, manteniendo el rastro de San Román del Valle, de modo que dos zonas históricamente independientes como San Blas y Canillejas puedan gozar de un espacio de estas características cada uno.

 

Obras hasta finales de año

Las obras en la calle San Román del Valle –desde Pobladura del Valle hasta la Avenida de Guadalajara y sus calles adyacentes, zona en la que se instala el mercadillo semanal del distrito–, culpables del traslado del rastro, se iniciaron el 26 de septiembre. El Ayuntamiento espera que puedan estar terminadas a finales de diciembre. Los objetivos de dicha remodelación, según la propia alcaldía, son «la pavimentación de aceras para la colocación de los 80 puestos del mercadillo, la construcción de los pasos de carruajes comprendidos dentro de la actuación, el soterramiento de las líneas aéreas de electricidad y telefonía, y la adecuación de los pasos de peatones. También se renovará el asfalto de la calzada, se delimitarán las plazas de aparcamiento y los puestos del mercadillo, que se señalizarán con pintura en el asfalto, y se llevarán a cabo trabajos de paisajismo». El presupuesto invertido en el proyecto ha sido de 247.343 euros.

Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, y Martín Casariego, concejal presidente de San Blas-Canillejas, en su visita al mercadillo de San Román del Valle en agosto | Ciudadanos

La encargada de hacer gala del proyecto de obra y mejora del mercadillo fue la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. A principios del pasado mes de agosto, la número dos del Ayuntamiento de la capital acudió a San Blas para hablar con los integrantes del rastro y promocionar su «compromiso con los comerciantes», a la vez que anunció la partida presupuestaria proveniente de los Fondos Europeos con los que «mejorar el mercadillo».

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