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Una carrera contra el reloj: la salud mental evaluada en 5 minutos

Una atención de unos cuantos minutos por teléfono para un paciente que sufre de ansiedad, o recetas de pastillas para dos meses sin un seguimiento adecuado, así se retrata la realidad española en el cuidado de la salud mental

Pastillas para la ansiedad

Los protocolos que se generaron durante el Covid, una situación de emergencia y excepcional, se mantienen al día de hoy mediante las teleconsultas, ya sean por teléfono o por videollamada. El doctor Manuel Martín Carrasco, Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría comenta al respecto: «El Covid supuso la implementación de la consulta, una oportunidad para desarrollar otras formas de atención, pero de ninguna manera puede sustituir la atención presencial. Existen una serie de elementos de la relación personal que son muy importantes en el caso de la psiquiatría. Una situación particular puede representar una intervención específica en un paciente ya conocido, y otra que todo el proceso de atención se desarrolle por este medio». 

El diario ABC publicó una nota relacionada sobre cómo ‘España ya es el país del mundo donde se consume más tranquilizante’. «Hay una demanda creciente de atención por problemas de salud, pero hay falta de recursos, principalmente por la necesidad creciente de profesionales para atender esta situación», declara Martín Carrasco; comenta además que aunado a que el porcentaje de psiquiatras por habitantes es reducido, en un par de años se jubilan cerca del 20% de profesionales en este tema, y los estudiantes que se están formando no son suficientes para cubrir esta brecha.   

Darle un medicamento a una persona sin conocer su historial, además de dictaminar un posible diagnóstico en cinco minutos de atención, está afectando a algunos pacientes. «Es que dan medicamentos como si fuesen caramelos», afirma Nicolle (nombre ficticio) paciente de psiquiatría. Es distinto estar pasando por un episodio depresivo por un divorcio, que tener depresión crónica sin motivo concreto. Las personas podrían agravar la sensación de abandono cuando se ven limitadas a contar en pocos minutos lo que les está sucediendo, y se reduce toda la ayuda brindada a la medicación. Según datos de Epdata del 2019 relativos a la Unión Europea, España se sitúa entre los países con menos psiquiatras por 100.000 habitantes, la cifra se situó en 11,84; lo que termina por repercutir en la atención de los pacientes. Además, sin un examen exhaustivo puede recurrirse a la intervención farmacológica en situaciones que no son necesarias.  

Nicolle, tiene 27 años y ha sido paciente en la especialidad de psiquiatría. Sin embargo, menciona que no recuerda un día en que su psiquiatra la escuchase y comprenda la situación por la que ha tenido que pasar. Comenta que la primera vez que tuvo contacto directo con el psiquiatra «no fue un encuentro más de 5 minutos, no me preguntó, ni leyó mi historial médico, y eso que se lo lleve impreso». Le ha recetado unos medicamentos para tratar los síntomas, esos que no analizó a profundidad: «Vamos a probar con este tratamiento para ver cómo te va», recalca la chica angustiada por la respuesta. Uno de los problemas expresados por los pacientes es la falta de seguimiento y tratamiento brindando, pues explica que «no se está ayudando a las personas, es un proceso serio y recetan medicamentos sin profundizar en el problema», lo que conlleva que puede estar ocasionando «problemas físicos» y la «ruptura emocional».

La última cita médica la tuvo hace tres meses, donde le recetó unos antiepilépticos, que según su psiquiatra, iba a mejorar los síntomas de Nicolle, lo que ella no sabía era que tal medicación era mucho más fuerte de la que estaba tomando. Aún no hay ninguna comunicación por parte de su centro de salud, ni de su especialista, sobre su ausencia.  Además, ella explica que no es posible dejar el tratamiento de un día para el otro, pero que nadie le advirtió las consecuencias de ello; se dio cuenta de esto en el momento en que empezó a sentirse mal físicamente. «No me queda más remedio que seguir la orden médica si quiero sentirme mejor», concluye.

La felicidad no está en una sola pastilla

España destina el 8% del PBI y cuenta con 168.000 profesionales de medicina, según lo publicado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Además, la institución muestra datos que indican que en el 2022 se tuvieron 82 millones de consultas, con un tiempo medio de espera de 79 días para primeras consultas. El Instituto de Salud Global de Barcelona realizó y publicó un estudio ‘La salud mental en España’, en el que se detalla que la ratio media de psiquiatras por 100.000 habitantes en el país es de 8,0, por debajo de Francia (14,1), Grecia(14,1) o Italia (10,9). España ha sido posicionado como el segundo país con más casos de trastornos mentales de Europa, según el informe de salud mental ‘Headway Mental Health 2022’. 

 

El profesor de psicología Michael Chandler, graduado en la Universidad de California en Berkeley, realizó un descubrimiento cuándo al prestar atención sobre las estadísticas de suicidios entre individuos de las Primeras Naciones canadienses, y luego de años de estudiar las estadísticas descubrió que la gente con depresión severa se hallaba desconectada de la percepción de futuro, y concluyó que esa pérdida de idea de futuro era lo que disparaba los índices. El periodista Johann Hari concluye en su libro ‘Conexiones perdidas’, mostrando a través de evidencias que encontraban científicos sociales, que la depresión y la ansiedad no solo implican desequilibrio químico, sino que tienen una vinculación a los problemas sociales que vivimos. El escritor adiciona a ello la investigación de Kate Pickett y Richard Wilkinson, ambos sociólogos, que comprobaron la relación que existe entre el aumento de la desigualdad que hay en una sociedad, y la extensión de las enfermedades mentales. 

Depresión, ansiedad y migrante. Es el caso de Matías (nombre ficticio), un joven de 32 años que llegó a Madrid hace 8 meses. El ecuatoriano fue diagnosticado con depresión hace 4 años, y seguía su tratamiento de manera constante. Ahora no tiene la misma atención desde que llegó a España. Al ser un estudiante extranjero debe contratar un seguro médico que disponga de asistencia médica en urgencia y especialidades. A diferencia de su país, en Madrid tuvo que pedir primero una cita en la especialidad de psiquiatría para luego pasar a psicología. «Me hicieron una teleconsulta de 3 minutos y me recetó dos cajas de 60 pastillas para 2 meses», comenta. En una segunda oportunidad, de nuevo de forma telefónica, Matías menciona que su especialista no tenía el registro de la cita anterior donde le había medicado para tratar sus síntomas. Además, concuerda con lo que menciona Nicolle, y afirma que «no puedo dejar la medicación porque tengo conocimiento de lo que me puede causar, alguna vez lo hice, y no quisiera volver a tener esos efectos secundarios».

«Me hicieron una teleconsulta de 3 minutos y me recetó dos cajas de 60 pastillas para 2 meses»

Su entidad de salud le permite tener asistencia a establecimientos públicos, pero ha optado por ir a la vía privada en la que recibió una mejor atención, pero algunas exámenes le pueden llegar a costar 150 euros. «Un buen psiquiatra debe hacerte un estudio previo, no te puede medicar en la primera teleconsulta», afirma.

El INE ha publicado estadísticas sobre la situación del país en relación a los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y muchos indicadores han aumentado en situaciones negativas, como la tasa de mortalidad por ciertas enfermedades, o el nivel de pobreza. Con relación al tema en cuestión Martha Nussbaum, filósofa graduada en la Universidad de Harvard, establece 10 atributos fundamentales para el bienestar de una persona, y les da el mismo espacio a la salud, las emociones y las afiliaciones sociales.

 

La salud mental está vinculada a la calidad de vida, depende de múltiples factores, y el empeoramiento de la misma afecta el desarrollo adecuado de una sociedad. Las crisis no sólo involucra aspectos económicos, que no dejan de ser una variable importante, sino también que las personas vivan con libertad y dignidad, resguardando las emociones de una sociedad.

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