Ana Pastor busca que su hermano Eduardo entienda sus entrevistas
En 1999, Ana Pastor García (Madrid, 1977) era una de las muchas jóvenes que ese año se licenciaron en Periodismo. Su carrera discurrió de un modo similar a los demás. De familia humilde, había trabajado desde primer curso de carrera para poder costearse los estudios, y ya una vez terminados entró de becaria en la Cadena Ser. «Trabajaba de lunes a viernes de 12 de la noche a 10 de la mañana y muchos fines de semana me tocaba hacer guardias. Así estuve tres años», cuenta. Su jefe era Iñaki Gabilondo, uno de los mejores periodistas del país. Catorce años después, Ana Pastor ha logrado el mismo reconocimiento que su entonces jefe, y hoy amigo.
Lo primero que dice cuando se sienta frente a los alumnos es que no les puede «enseñar nada». Enciende el ordenador y muestra entrevistas de algunos de sus «referentes» en la profesión: Christiane Amanpour y Soledad O’Brien de la CNN, o Stephen Sackur y Jeremy Paxman de la BBC. «En muchos casos, el periodista anglosajón marca el camino», dice antes de lanzar su primera reflexión, «en España apenas hay entrevistas de sí o no», pone como ejemplo la que le hizo la presentadora de televisión afroamericana Oprah Winfrey al deportista Lance Armstrong.
El caso Bárcenas
No tarda en salir el tema del caso Bárcenas, que ha revolucionado el país en los últimos días y del que todo el mundo habla. Ahora sí, enseña una de sus entrevistas en el programa Los desayunos de Televisión Española: la que le hizo a Carlos Floriano, el actual vicesecretario general de Organización del PP. Fue en 2010 y se puede ver como le pregunta si «¿Bárcenas está chantajeando al partido?».
Acabada la proyección, mira a los alumnos y les suelta: «¿Si estuviera aquí Rajoy qué le preguntaríais?». Una tras otra, las cuestiones se suceden. Ella es ahora el político. Y una tras otra las esquiva, porque no todas las contesta, con los habituales vicios que sus entrevistados utilizan, cuando es ella quien pregunta.
Cuando todos han respondido, uno se atreve con otra pregunta:
– ¿Y tú Ana qué le dirías?
– Contesta casi de inmediato: «¿Por qué si Rajoy y Cospedal no tenían conocimiento de los tejemanejes de Bárcenas lo echaron del partido?».
Salida de Televisión Española
Los alumnos ya no pararán. La entrevistadora más famosa de España pasa a ser la entrevistada. Tratamos, cómo no, su polémica salida de Televisión Española. «No me echaron, me cesaron como presentadora de Los Desayunos y me fui porque no quería estar cobrando sin hacer nada», dice. Y añade rápido: «Hasta el último minuto de la tarde del 4 de agosto de 2012 pensé que no me iban a cesar, principalmente por el lío absurdo que se iba a montar. Por cierto, es mentira que me ofrecieran un programa».
A continuación, salen dos nombres: Fran Llorente y Julio Somoano. El primero fue el director de Informativos de TVE durante la etapa de Pastor. «Me enseñó que el periodismo es para los ciudadanos y no para los políticos», dice de él. En la actualidad, el director es Somoano, quien decidió cesar a la periodista un par de meses después de llegar al cargo. «Solo lo he visto 30 minutos en mi vida», explica de forma escueta.
«Lo sucedido fue una verdadera pena. Por primera vez se había alcanzado un acuerdo para que la televisión pública necesitase de consenso en su gestión. El grado de independencia fue premiado internacionalmente. Y nuestros informativos se situaban a veces por delante de los de la BBC». La humildad mostrada en toda la conversación se torna en orgullo de su última etapa, la que la lanzó a la fama y de la que pone en valor el trabajo «de todo un equipo y un proyecto: el de Fran Llorente». Sus palabras más sentidas son para él: «uno de los periodistas más honestos que conozco».
Un ciudadano normal
Ahora, Ana Pastor trabaja para la cadena de televisión norteamericana CNN y para El Periódico de Catalunya. En ambos sitios también realiza entrevistas.
– ¿Cuál es tu secreto a la hora de hacerlas?
– Siempre tengo en la cabeza a mi hermano Eduardo, que es maestro, es decir, es un ciudadano medio.
– ¿Y tu estrategia?
– Buscar respuestas.
Esa obsesión por obtener una respuesta clara del entrevistado la ha llevado en muchas ocasiones a formular la misma pregunta varias veces. «Claro que cuento con un guión en cada entrevista, pero luego esta se hace casi sola. Sí reconozco que tengo facilidad para estar atenta y hacer una repregunta, aunque es porque durante tres años hice entrevistas todos los días», explica.
Confiesa que su nueva etapa en la prensa le ha demostrado lo difícil que es el género de la entrevista en este formato. «Mucho más difícil que en televisión».
A lo largo de su carrera se ha sentado frente a muchos personajes. Las entrevistas que más recuerda, por el grado de dificultad fueron las que le hizo al actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, «por lo bien que se expresa», y a José María Aznar: «Me pasé la noche de antes sin dormir y luego se comportó de manera encantadora. Me sorprendió».
También la que le hizo a Rafa Nadal, justo después de salir en los medios de comunicación que el tenista había trasladado su residencia fiscal al País Vasco para pagar menos impuestos. Era mentira. «Antes de que comenzara el programa, Rafa me pidió que si podíamos hablar. Me alarmé y entonces él me dijo que le hiciera el mismo tipo de entrevista que él había visto de mí por Youtube. Es una magnífica persona», dice la periodista.
Madre y periodista
Tras su salida de TVE reconoce que cuenta con algún que otro privilegio: «Por ejemplo, antes me levantaba a las cuatro y media de la mañana, mientras que ahora llevo a mi hijo Simón todos los días a la guardería e incluso muchos de ellos también lo recojo». Su hijo de dos años le roba mucho tiempo, «se te colocan los pies sobre la Tierra, además querer ser mejor madre es querer ser mejor periodista».
– ¿Qué le queda por hacer a Ana Pastor?
– Aprender.