Teatro de jóvenes para jóvenes
Teatro: Dícese del arte de componer o interpretar obras dramáticas. Joven: Persona de poca edad. Dos términos que pueden complementarse, pero que en la práctica se contraponen y esquivan una y otra vez. Para saltar ese gran abismo, hace su aparición en escena La Joven Compañía, un proyecto a medio camino entre lo profesional y lo formativo.
El grupo está formado por cerca de una veintena de jóvenes de entre 18 y 23 años, todos ellos de diferentes ramas de las artes escénicas -actores, productores, escenógrafos, compositores, etc.-, que ven en el teatro no sólo una pasión sino un futuro profesional. La compañía pretende ser esa primera toma de contacto con el telón, un camino en el que no estarán solos, ya que les llevará de la mano un equipo artístico con dilatada experiencia en la creación de compañías juveniles y avalado por éxitos como la ópera Cenicienta, las cantatas La balada del regreso y Alboradas o la obra Numancia.
«Desde hace años, se habla insistentemente de la necesidad urgente de acometer acciones que atraigan al público joven al teatro. Sin embargo, es tal el déficit que la repercusión de estas iniciativas no ha sido suficiente para generar un tejido cultural juvenil creciente, y estable», indica el director artístico, David Peralto.
En otros países europeos, este tipo de acciones provocó el nacimiento de compañías profesionales juveniles, algo que han tenido en cuenta los grandes dramaturgos, que han empezado a escribir textos que pueden ser interpretados por actores profesionales de una edad en torno a los 22 años. «Provocó un efecto llamada en los públicos más jóvenes y consolidó un tejido cultural que acabó entrelazándose en el patio de butacas con el de sus generaciones precedentes», asegura.
Lope de Vega, un clásico
La apuesta pasa por Fuente Ovejuna. Desde el 14 de noviembre, y hasta final de mes, la compañía ofrecerá en el teatro Conde Duque una versión adaptada para los jóvenes de uno de los grandes clásicos firmados por Lope de Vega. El libreto ha quedado reducido a 1.000 versos -de los 2.445 que tiene el original-, respetando la trama argumental, aunque adaptando palabras y estructuras que resultaban complejas para el público.
La elección de una obra de Lope de Vega no es casual. Con Fuente Ovejuna «se pretende hacer llegar a los jóvenes la modernidad del teatro clásico, intentando que se perciba como cercano y actual», dice Peralto. «La belleza y musicalidad del texto, la importancia de la anécdota histórica o la fuerza poderosa de una historia sobre la justicia y el amor son temas recurrentes en la psicología y el comportamiento de los adolescentes, público al que nos dirigimos», asegura.
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