Alberto Gómez: «Se hace peor periodismo si tienes que informar para cuatro soportes a la vez»
Un periodista con ganas de seguir aprendiendo, conociendo y contando. Así se describe Alberto Gómez (1978). Él es jerezano, pero la profesión le invitó hace ya un tiempo a mudarse a Barcelona. Actualmente, y desde hace siete años, trabaja para los informativos de Cuatro, aunque en su momento también lo hizo para la agencia EFE. En suma, Gómez acumula quince años informando en medios escritos y televisivos donde ha ganado la experiencia suficiente para reflexionar sobre los dilemas del oficio.
Si el año pasado moderó la mesa «La tele también se hace 2.0», que analizaba el cambio del medio a través del auge de las redes sociales, en esta edición dirigirá la ponencia «Periodista orquesta en tiempos de redes y plasmas» el día 8 de marzo. Durante una conversación telefónica desde la Ciudad Condal, Alberto Gómez habla con Madrilánea sobre su ponencia y el periodista multitarea: el tema principal del Congreso de Periodismo Digital de Huesca 2018.
¿Se ve reflejado en el título «Periodista orquesta en tiempos de redes y plasmas»?
Sí, desgraciadamente sí. Todos los periodistas que trabajamos en cualquier medio de comunicación tenemos que hacer varios trabajos a la vez. Por ejemplo, enviar un WhatsApp con los titulares, editar las declaraciones sobre la marcha o tuitear lo que estamos viendo… Todos tenemos que hacer, como mínimo, tres actividades distintas, ya sea en una rueda de prensa o en un incendio. Grabas, escribes, editas y lanzas; y todo lo antes posible.
¿Y se puede trabajar con un micro en una mano, el móvil en la otra y las redes sociales abiertas?
Se trabaja, pero no se hace lo bien que te gustaría. En cambio, cuando te centras en una sola labor puedes dedicarle más esfuerzo intelectual y, en consecuencia, hacerlo mejor. Un periodista orquesta que hace cuatro trabajos mataría por poder centrarse solo en uno. ¡Es que cuando tienes que hacer todo tan rápido a veces no puedes levantar la cabeza y no sabes que ocurre delante de ti! Así, la calidad del trabajo es peor.
¿A qué se refieren con «tiempos de redes y plasmas»?
Es otro de los problemas que queremos plantear. Ahora los políticos usan Twitter para dirigirse a sus votantes. Esto supone que en ocasiones los periodistas encontramos un tuit que tiene cierta transcendencia y escribimos sobre él, pero nos vemos impotentes al no poder repreguntarle al político qué quiere decir. Por ejemplo, a veces en Barcelona nos gustaría preguntar a la alcaldesa Ada Colau sobre alguno de sus mensajes, llamamos al Ayuntamiento y nos dicen que ya se ha pronunciado en la red social y que no dirá nada más. Y así, muchos casos más donde escriben algo muy interesante, pero luego no quieren atender a los medios. Para mí esto supone una manera fácil de marcar tu posición y escabullirte de la prensa.
Me molesta, es muy irritante que haya políticos muy preparados que se escondan detrás de una pantalla. Pero claro, queda mejor responder a través de un plasma que decir directamente que no quieren atender a los periodistas.
¿En qué punto se relacionan el periodista multimedia y el periodista orquesta?
Si no existiera una precariedad galopante y una crisis económica en los medios, que lo tienen muy difícil para sobrevivir y crecer, el periodismo multimedia sería totalmente abarcable para cada formato. Se podrían narrar informaciones en Twitter, en Facebook, mediante newsletters o podcasts con una calidad formidable. Por desgracia, actualmente cada vez es más difícil que un medio pague para que haya una persona diferente trabajando en cada uno de estos soportes. Por tanto, se recurre a los periodistas orquesta y cada vez se presta menos atención a la calidad de la información.
Entonces… ¿Es la crisis que afrontan los medios la que obliga a que haya más periodistas que hagan un poco de todo?
Sí, obvio. Cualquier jefe de sección, si pudiese, enviaría a tres periodistas a cubrir una misma rueda de prensa. El problema es que si enviamos a tres para una misma información, otros dos temas se quedan sin hacer. ¿Qué ocurre? Que al final se abarcan todos, pero se hace de manera menos intensa porque tienen menos tiempo y varias tareas que asumir a la vez. En cambio, cuando pasa algo muy «gordo» cada medio sí que envía a varias personas al mismo sitio: lo vimos con los atentados de Barcelona en Las Ramblas. Allí los informativos de televisión acabaron haciendo del lugar de los hechos su propio plató.
Entiendo que un jefe no pueda enviar a varios reporteros siempre, pero lo que tampoco se puede hacer es que una sola persona cubra un pleno de una sesión de Economía. Se hace peor periodismo si tienes que informar para cuatro soportes simultáneamente.
¿Por qué cree que le han elegido como moderador?
¡Porque soy muy pesado! (se ríe). Me encanta el Congreso desde la primera vez que fui de oídas. Y, desde entonces, cada año le insisto a Fernando García Mongay, el fundador del evento, sobre la cantidad de temas para debatir que existen en el periodismo que hacemos hoy. Los contenidos que le propongo son sobre televisión, pero todos ellos son interesantes porque pueden trasladarse a otros formatos.
¿Y por qué razón ha elegido al resto de ponentes que le acompañarán?
El año pasado para elegir a los ponentes de mi mesa hicimos una lista con las propuestas y el resultado fueron nombres muy interesantes. Este año seguimos el mismo sistema. A Laila Jiménez, de informativos de Telecinco, la elegimos porque el año pasado se implicó mucho en un vídeo que lanzamos sobre la ponencia y sabíamos que lo haría también este año. Luego contamos con Andrea Ropero, de La Sexta Noche, porque tengo una amistad de hace muchos años, es una profesional y sé que le encanta el Congreso. Y, por último, a Rafa Garrido lo quería porque es el mejor ejemplo de periodista multiorquesta que conozco. ¡Le he visto hacer 50 cosas a la vez!
¿Qué busca con este debate?
Hoy, los medios piden a los jóvenes graduados que sean multitarea… ¿Hasta qué punto es legítimo que una persona tenga que hacer un poco de todo cada día? ¿Eso está bien? No, no puede ser. Este es un tema importante sobre el que tenemos que reflexionar y buscar soluciones. Son tiempos difíciles, pero jamás le diría a nadie que no hiciera periodismo. Y tampoco iría al Congreso de Periodismo Digital de Huesca si lo pensara.