Los estudiantes «pelearán» el 14N para acabar con el machismo en las aulas
Autores: Mario Espejo y María Lozano
No es la primera vez que organizan una huelga ni será la última. En la movilización que tendrá lugar este miércoles, el Sindicato de Estudiantes y la plataforma Libres y Combativas planean protestar contra el machismo que hay en las aulas. «Es un problema muy grave y esta es una forma de sacarlo a la luz para acabar con ello», explica Ana García, portavoz de la asociación y secretaria general del sindicato.
«La única referencia sexual que tenemos es el porno. Debemos romper con esto para garantizar que las bases en las que se desarrolla la sociedad se puedan encaminar pronto y así evitar actitudes que provocan muertes y asesinatos en unas cifras que son alarmantes», asegura la portavoz. Por ello, la reivindicación principal de la huelga general de estudiantes es la de imponer una asignatura de educación sexual inclusiva y en libertad.
La materia se impartiría desde infantil hasta la universidad y sería obligatoria y evaluable. En los niveles más básicos se explicarían todos los modelos de familia posibles, ya que «los modelos de familia tradicional no son los únicos ni los aceptables», considera García. En edades más avanzadas se tratarían temas como el funcionamiento de los órganos reproductores y el reconocimiento de mujeres, hombres o personas «trans» como algo normal. Más adelante se darían lecciones sobre las enfermedades de transmisión sexual y el uso de anticonceptivos.
Otra petición de los estudiantes es que desaparezcan los reglamentos de régimen interno que, según el sindicato, perpetúan la concepción machista. En algunos centros existen normativas que «prohíben a las chicas ir en tirantes, faldas o shorts porque eso parece ser que provoca no sabemos muy bien qué en no sabemos muy bien quién, lo que culpa a las víctimas», declara Ana García.
Por otra parte, aunque los casos de profesores que tienen actitudes machistas hacia sus alumnas son excepcionales, resultan «alarmantes». Un claro ejemplo es lo ocurrido con Francisco Javier Rodríguez Díaz, el docente de la Universidad de Psicología y Logopedia de Oviedo que aconsejaba a sus alumnas sacarse un pecho para conseguir aprobar en una revisión de examen. Todavía sigue dando clase, lo que muestra el «leve castigo» que suponen estos comportamientos. Por esto, demandan «que esos profesores sean expulsados de forma fulminante de la carrera docente porque no pueden estar ahí, y exactamente igual para cualquier persona que tenga cualquier ese tipo de actitudes», denuncia la secretaria general del Sindicato de Estudiantes.
Otra reivindicación que estará presente en la huelga de este miércoles 14N será la derogación de la LOMCE, y no su reforma como propone el Gobierno del PSOE. Ana García considera que «la actual ley educativa cuenta con medidas clasistas instauradas por el Partido Popular que tienen un solo objetivo: que las familias humildes no puedan acceder a la educación superior». Además, desde el sindicato piden que se acabe con la «situación de ruina en la que se encuentra la educación pública por los recortes».
Para la organización, la huelga es una forma de llamar la atención sobre algo que trasciende el mundo educativo. Por ello entienden la manifestación de este miércoles como una forma de «enganchar la continuidad» de todas las movilizaciones que ha habido en este último año. Un claro ejemplo es la del 8 de marzo y las manifestaciones contra la sentencia de Juana Rivas y «La Manada», esta última con una participación de dos millones de estudiantes a nivel estatal.
«La juventud tiene un papel vital en el movimiento feminista, ya que da mucha fuerza e inspira a otras personas más mayores y más golpeadas por la vida», afirma la portavoz. «Nunca he visto tanta gente joven en manifestaciones que no fueran por temas educativos. Las mujeres que todavía no han vivido las peores consecuencias del machismo piensan: yo no quiero esto; y sus madres y abuelas dicen: yo no quiero esto para ti», asegura.
Ana García admite que en esta ocasión no esperan tanta participación. «Hay un elemento que juega en contra: el Gobierno hace declaraciones que suenan muy bien y crean la idea de que es necesario esperar, lo que puede provocar que la gente no se movilice», lamenta. Asimismo, explica que los estudiantes más afines a la huelga dependen de becas y tienen más obligaciones además de estudiar. Por esta razón, no esperan un gran apoyo presencial de los universitarios, sino que confían en una mayor intervención de los alumnos de la ESO y Bachillerato.
«Libres y Combativas tiene mucho que avanzar en ese sentido. Debemos crear una organización mucho más fuerte para poder aportar más al movimiento feminista», explica la secretaria general del Sindicato de Estudiantes. Un trabajo con unas condiciones dignas, una unión mundial feminista en la lucha de nuestros derechos, acabar con la experimentación de fármacos en mujeres y acabar con la justicia patriarcal son algunos de los objetivos que plantean desde la plataforma a largo plazo.