Emilio-López Galiacho: «Los periodistas anfibios son dinosaurios en Marte»
Hace dos años nació la revista digital «FronteraD». Cuando la formaron, pensaron en un modelo de información tradicional, fundamentado en un periodismo cuidado y de reportajes como «The Economist» o «The New Yorker». Aunque tenían financiación, el alto coste del papel les impidió llevar a cabo la idea impresa. Por ello, decidieron aprovechar todos los elementos que hoy en día ofrece internet, e impulsar una revista poco usual, donde se da vida al multiformato: texto, vídeo, fotografías, podcast, o juegos; cualquier elemento multimedia es bienvenido para llegar a la profundización en los contenidos.
El éxito de esta revista, les ha llevado a plantearse la petición de muchos de estos lectores digitales: el formato en papel. «La idea no es duplicar ni repetir la revista en papel, sino hacer una especie de selección mensual de piezas, cuidadosamente editada y con una importante carga sensorial. Un objeto atractivo que pueda ser olido, tocado, leído y atesorado. No se trata de competir con la web, sino de añadir experiencias», explica Emilio López-Galiacho, director de arte y adjunto al editor de esta revista digital.
«FronteraD» aparece en medio del debate sobre el futuro del papel. «La muerte de este soporte se ha querido certificar en muchas ocasiones, y ahí sigue, elegante y altivo. El papel sólo desaparecerá cuando su elaboración sea ecológicamente insostenible. Mientras tanto, estoy convencido de que convivirá con los soportes digitales», comenta López-Galiacho.
Periodistas anfibios
«Los periodistas anfibios son dinosaurios en Marte», explica el director de arte. Un concepto que acuñó la periodista estadounidense Arianna Huffington, presidenta de «The Huffington Post Media Group», donde el anfibio (periodista) está capacitado para andar por tierra, mar y aire. Eso es exactamente lo que los periodistas y colaboradores de «FronteraD» hacen; ser un híbrido del periodismo tradicional, donde la precisión, comprobación, profundidad y la búsqueda de la verdad se aúnan con los soportes digitales. «The New York Times», o «The Guardian» son una referencia de la utilización de multiformatos para conseguir la fidelidad del lector», comenta Galiacho.
Y es que, la labor del periodista está condicionada por el consumidor online. «Éste es exigente e infiel, y a la vez tiene una escasa capacidad de concentración. Lograr su implicación es una tarea complicadísima. La rentabilidad online está regulada por la economía de la atención», explica el director de arte de «FronteraD».
«En medio del ruido y cuchicheo constante es necesario mediar. Hay gente que está harta del comentario, tweet o chascarrillo, y demanda profundidad», opina. Aunque Twitter le parece «una herramienta estupenda porque es el lector quien decide a quién quiere seguir y de qué quiere hablar», explica.
A López-Galiacho le interesa el mundo de la educación, la forma en la que las nuevas tecnologías han transformado el acceso al conocimiento. Sus últimos artículos en «FronteraD» están relacionados con la separación entre cultura y conocimiento; considera que «aprender no es lo mismo que recordar», como bien explicaba Umberto Eco en un artículo publicado en «La Nación» en 2007. El escritor italiano reivindicaba la capacidad del profesor para enseñar a buscar, filtrar, seleccionar dentro de la sobreabundancia de información en la que nos encontramos. Para el director de arte de esta revista digital, el conocimiento es una opción personal que sólo le interesa cuando tiene que ver con el placer. «Si no, es una agotadora gimnasia cerebral. La cultura es la celebración del conocimiento, la puesta en común del gozo de explorar y contar. A unos le interesará y a otros no. No se puede imponer», comenta.
Foto: Emilio López-Galiacho