Merkel y Sarkozy, en desacuerdo sobre el papel del BCE en la eurozona
Angela Merkel mantuvo ayer su voluntad de no modificar los estatutos del BCE para convertirlo en un comprador de deuda soberana. En la reunión que mantuvo ayer con el presidente del Eliseo, Nicolas Sarkozy y el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, Merkel se negó a convertir el BCE en algo similar a la Reserva Federal americana ya que considera que debe continuar siendo un órgano independiente.
Voluntad distinta manifestaba el jueves pasado Alain Juppe, ministro de Relaciones Exteriores francés, quien afirmaba que el BCE debe jugar “un papel fundamental en la recuperación de la confianza en la eurozona“ y que es “muy urgente” que intervenga. Algo parecido dijo Jean Leonetti, Secretario de Estado de Asuntos Europeos en Francia quien afirmó que “es necesario que el BCE asuma un rol parecido al que tiene la Reserva Federal americana”
Hasta hoy, esa parecía la receta del Eliseo para aliviar la presión de los mercados contra la deuda de la Eurozona, sobretodo en Francia que podría perder su triple A. Sin embargo, ayer Sarkozy se unió a Merkel y rechazó públicamente la modificación de los estatutos del BCE.
Todo esto se ha producido en un clima de pesimismo y en una Europa que según el Instituto de Finanzas Internacionales, ha vuelto a entrar en recesión.
Otra propuesta descartada hoy por Alemania ha sido la del eurobono. La Comisión propuso el miércoles pasado diferentes bonos de estabilidad que fueron rechazados al unísono por Finlandia, Austria y Alemania. Barroso presentó tres tipos distintos de emisiones: las conjuntas, que sustituirían a las nacionales, las conjuntas con garantías y las conjuntas con garantías separadas. Ninguna ha pasado el examen de Angela Merkel, que considera que la emisión de títulos europeos por parte del BCE no es la solución adecuada para salvar la UE. Sin embargo, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso confía en que la canciller finalmente aceptara su propuesta ya que “es inadecuado hacer un debate en el que solo interviene un país”.
Unidad Fiscal
Merkel consiguió ayer imponer su voluntad para modificar los Tratados Europeos. Su intención, dice, es lograr una mayor cohesión fiscal para así recuperar la confianza de los mercados. También la ha apoyado en esto Nicolas Sarkozy que ha amenazado a los Estados que rechacen estas reformas fiscales con la aplicación de “medidas alternativas más contundentes”.
Algo así dejaba intuir el miércoles pasado Durao Barroso, que afirmó que los Estados de la eurozona deberían simplemente “renunciar a su soberanía económica si no quieren volver a sus monedas nacionales”.
Además de la homogeneidad fiscal. La modificación de los tratados también supondrá una mayor unión política, según ha dicho Merkel, aunque no ha aclarado en que sentido. Según la canciller, el contenido de la reforma de los tratados se concretará en los próximos días, antes del Consejo Europeo del 9 de diciembre.
Bolsas en Rojo
Las bolsas europeas cayeron en picado ayer por la tarde tras conocerse la decisión de Merkel y Sarkozy. El Ibex35 se quedaba en un 0’4%. Los demás índices europeos obtuvieron resultados parecidos, solo el Cac de París se salvó de los efectos del varapalo de Merkel con tímido repunte del 0,1%. Las peores consecuencias se las llevó Bélgica cuya prima de riesgo subió a los 354 puntos básicos. Sin embargo, la española bajó por primera vez en toda la semana.
España en el punto de mira
Si la UE decide no reformar el BCE y darle mayores responsabilidades para aliviar la deuda de las economías en recesión esto podría perjudicar especialmente a España. Pese a haber hecho los deberes, nuestros tipos de interés están muy alto y acumulamos una enorme deuda en la administración así que podríamos tener dificultades para refinanciarnos.