Retos para el PP y medidas de justicia
Las elecciones del 20N han señalado al Partido Popular como vencedor, con mayoría absoluta, que deberá responder a la confianza de la ciudadanía con medidas firmes, inmediatas y coherentes.
En los resultados se observa también que el PP ha aumentado en 32 escaños su presencia parlamentaria únicamente con 600.000 votantes más. Estos datos hablan más del desplome del socialismo, hacia otros partidos o la abstención, que los propios resultados del grupo popular, cuya masa fija de votantes es digna de estudio. Se considera estas elecciones como las de la victoria de los nacionalismos en Cataluña (CiU, 16 escaños) y País Vasco (Amaiur y PNV, 7 y 5 escaños respectivamente), sin olvidar también el notable crecimiento de Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia.
En un nuevo entorno más plural, el Partido Popular, con una gobernabilidad más fácil gracias al resultado electoral, debe comenzar lo antes posible a impulsar la economía española con medidas de rápido impacto, generadoras de actividad en el tejido así como medidas más largo placistas que supongan un cambio estructural. Un cambio en la economía española (tradicionalmente asentada en la construcción y el turismo) hacia la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de aplicación al sector industrial. Y sin olvidar a Europa, a la que debe mostrar una voluntad de dialogo y actitud de sacrificio sin dejarse imponer delirios o injusticias democráticas.
Aunque la mayoría absoluta le permita ejercer más libremente, el Partido Popular debería escuchar las ideas de los demás partidos en el poder, que representan mayor número de españoles, para crear una atmósfera constructiva enfocada en la salida de la crisis económica más fuerte en la historia de la democracia española.
Otra de las medidas que debería contemplar el Partido Popular, si se considera garante de la justicia en la democracia, es realizar el cambio del sistema de circunscripciones hacia una única, y cambiar además el sistema d´Hont, método aceptable con ligero refuerzo de las mayorías, a otro con menor margen en el error como el Cociente Droop. Así se evitaría que UPyD, con más votos que CiU, tenga menos de un tercio de sus escaños. Esto no perjudicaría a los nacionalismos como falsamente se quiere torcer, sino al PP y PSOE, que perderían una representación que no merecen.