«Buenas tardes, élder López»
Faustino López estuvo a punto de ingresar en el seminario. Estudió en los salesianos y era católico «practicante», tal y como él matiza. Trabajó de albañil y estudió pedagogía. Sin embargo, en octubre de 1970 unos misioneros mormones le «encontraron». Cuatro meses más tarde se bautizó. Poco después, Faustino López y su entonces novia María del Consuelo Alcalá fueron a sus respectivas parroquias para apostatar. El sacerdote les preguntó el motivo. Querían ser mormones, respondieron.
López fue uno de los primeros miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos días (o mormones) en España. Los pioneros de dicha iglesia en nuestro país fueron Juan Ventura y José María Oliveira, bautizados en Francia en 1952 y 1966, cuando todavía no existía libertad de culto en España. Faustino fue bautizado en 1971, cuatro años después de que se promulgara la Ley de Libertad Religiosa en 1967.
Una vez él y su mujer renunciaron a la Iglesia católica y fueron bautizados, los dos viajaron a Suiza, por aquel entonces (1975) el sitio más cercano que poseía un templo. Allí tendría lugar el casamiento o «sellamiento». Tras ser sellados por la eternidad los dos disfrutaron de su luna de miel. Hoy, 37 años después de ese día, Faustino y María del Consuelo tienen cinco hijos, todos mormones. Tres de ellos ya están sellados. Ya han cumplido un objetivo vital —necesario— para todos los de su iglesia: casarse y tener hijos.
—«Buenas tardes, Élder López», le saludan
—«Buenas tardes», contesta con una afable sonrisa
Faustino López es un «Setenta», un rango especial dentro de la jerarquía de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. Los «setentas» se sitúan bajo la dirección del quórum de los doce apóstoles y de la presidencia, conformada por el profeta (sucesor del fundador Joseph Smith) y dos consejeros, la parte más alta de su organización. Los apóstoles, en total, son 15. Fueron ellos quienes concedieron a López este rango para el quórum de Europa, el tercero de los ocho quórumes repartidos por todo el mundo. López aceptó y viajó al Lago Sagrado en Salt Lake City, la capital del estado norteamericano de Utah. Este nombramiento de gran responsabilidad era el merecido «premio» después de un largo ascenso progresivo por los estamentos de la iglesia. López ha sido obispo, presidente de estaca (o de «zona»; Madrid se divide en dos estacas, la este y la oeste), presidente de misión en Andalucía (hay tres zonas misioneras o evangelizadoras en España) y, ahora, Setenta. También es el director de la iglesia en España. No pierde, sin embargo, la condición de Élder («anciano»), el oficio de sacerdote de Melquisedec, el grado mayor de sacerdocio. En el templo de Moratalaz, Faustino López es élder López.
Ahora paseamos por el recinto del templo, el único de toda España y de toda la península. Hasta él se acercan en autobuses miembros de toda España, de Portugal y del sur de Francia. El impoluto mármol blanco de carrara con el que está construido contrasta —o resalta— con los monótonos edificios de ladrillo de Moratalaz. Antes, era toda una novedad mirada con recelo. Hoy, por el contrario, es considerado como uno de los emblemas de la zona y uno de los lugares más tranquilos del distrito. Entramos en la capilla. O el centro de reuniones, lo mismo da. Varios chicos juegan al baloncesto. Dentro de unos días se irán dos años por el mundo como misioneros. Al otro lado de la cancha —que en los grandes actos se convierte en una extensión de la capilla— se encuentra la sala de reuniones. Este domingo los alrededor de mil mormones que conforman la estaca este se reunirán ahí para escuchar al profeta por vía satélite. En el resto de estacas y barrios (extensión menor que las estacas) también se congregarán en sus respectivos centros para escuchar al elegido.
Antes de pasar al vestíbulo del templo nos paramos junto a unas fuentes. «Yo he bautizado a mis abuelos, a mis bisabuelos y a mis tatarabuelos», dice López. Él, como el resto de miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, cree que el hombre permanece con vida «física» en el cielo, con capacidad de tomar decisiones. Como en la Tierra. Por eso, cuando bautizan a sus antepasados están enviando una solicitud de entrada a su iglesia, que los muertos podrán aceptar o rechazar.
Los mormones rastrean su genealogía de forma exhaustiva para encontrar a sus ancestros. En realidad, a todos los ancestros de todo el mundo. Tienen miles de millones de nombres registrados en sus archivos. Entramos en el Centro de Historia Familiar, al lado del templo, y nos atiende la hermana Simon con una amplia y acogedora sonrisa. El ambiente está en penumbra. Frente a un par de ordenadores, dos personas se afanan en dar vueltas a un pequeño torno alrededor del cual gira un microfilm de revelados. A la vez que giran sus manivelas, una serie de manuscritos se van desplazando por la pantalla del ordenador. Papeles antiguos con caligrafías remotas transitan a lo largo del enorme monitor blanco. Son registros de familia rescatados del olvido (o de Frankfurt, donde se encuentra el gran archivo de microfilms de Europa). Multitud de personas, sin preverlo ni beberlo, serán bautizadas.
Solo para los dignos
Entramos al vestíbulo del templo. No puedo acceder más allá porque no soy mormón. Tras un mostrador blanco nos saluda y da la bienvenida un hombre de fuerte acento norteamericano. Su pelo blanco, su corbata blanca, su camisa blanca, sus pantalones blancos, sus zapatos blancos y su tez nívea le otorgan un aire celestial. Una apariencia de ángel. O por lo menos de un ser humano de una raza inmaculada, sin manchas ni defectos a la vista. Como si Adán y Eva no hubieran probado esa manzana.
Si López quisiera entrar en el templo debería presentar una tarjeta de acreditación. «¿Pero no basta con que le conozcan de verle todos los días?», le pregunto. «No», me responde. Porque lo importante no es la tarjeta de miembro, sino la «acreditación de que eres bueno» firmada por el obispo. Sin esa firma, el acceso al templo está vedado.
En el templo se celebran los bautizos por los muertos y los matrimonios eternos. Los miembros también hacen promesas y convenios con Dios y reciben ordenanzas e instrucciones. Para un mayor orden, el templo crea calendarios para organizar las visitas. Es el centro de peregrinación mormón de toda la Península Ibérica.
Desde Utah hasta Moratalaz
El profeta mormón Gordon B. Hinckley, cuando entonces era uno de los dos consejeros de la presidencia, vino a España en 1992 para buscar terrenos con la intención de edificar un templo mormón. Vino desde Utah hasta Moratalaz, y vio que estaba bien comunicada. La adquisición de tierras fue ardua, debido a un conflicto entre comunidad y ayuntamiento y, por otro lado, los mormones y la constructora. Sin embargo, pasados los recelos que suscitaba la Iglesia de los Santos en el barrio, finalmente en 1999 obtuvieron los casi 13.000 metros cuadrados para construir el complejo. En el ABC del 24 de marzo de 1998 se publicaba: «Nos hemos puesto en contacto con la responsable cultural del distrito de Moratalaz —decía Bonifacio López, entonces director de Asuntos Temporales de esta iglesia— para que se pueda coordinar un posible uso razonable de esta sala para eventos culturales que sean compatibles con nuestra función religiosa, ya que somos una entidad abierta a los valores de la familia puesto que consideramos que la felicidad se consigue en el entorno familiar». Los mormones invirtieron 7.000 millones de pesetas en el proyecto. Tras la inauguración del templo —a la que acudió el entonces alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano—, y antes de ser consagrado, se celebraron dos semanas de puertas abiertas. Unas 100.000 personas llenas de curiosidad fueron a verlo. Ahora, en toda la península existen alrededor de 48.000 miembros bautizados. En todo el mundo son 14 millones.
—«¿Por qué la mayoría de mormones en Moratalaz son de origen sudamericano?», pregunto
—«Quizás sea porque son los más receptivos», dice
Y es así. En una sala hay dos personas esperando. Se abre la puerta y aparece un hombre de tez morena. «El obispo le está esperando. Por favor, pase». Uno de ellos se levanta. Tiene que explicar si ha sido bueno o si ha sido malo. Tiene que explicar qué tal le va, y, en su caso, conseguir la firma que le permita entrar en el templo. Se hace de noche en Moratalaz. Varios chicos charlan con ropa de baloncesto y un grupo de misioneros atraviesa la plaza. Detrás de un coche un obrero se cambia de camiseta y varios señores pasean el perro. Cada uno buscando la felicidad.
Preguntas razonables
¿La Iglesia de los Santos de los Últimos Días es una secta?
Para don Manuel Guerra Gómez, experto en religiones y sectas, los mormones son una secta, aunque exenta del sentido peyorativo que este término conlleva. Guerra prefiere no llamarles de esta forma, ya que, en todo caso, serían «una secta que no es peligrosa». Según ha explicado el experto a Madrilánea, los mormones «no son cristianos» y defienden unos planteamientos llenos «de contradicciones».
(Don Manuel Guerra es doctor en Filología Clásica y en Teología Patrística. Ha sido catedrático y presidente de la Facultad de Teología del Norte de España. Está especializado en la Antigüedad clásica, la historia de las religiones, las sectas y la masonería. Sus últimos libros han sido «Las sectas» y «Diccionario enciclopédico de las sectas»).
¿Los mormones son polígamos?
Actualmente no. En 1890, el «profeta» Wilford Woodruff recibió la revelación de terminar la práctica de la poligamia. Por entonces, el Gobierno había creado una ley contra esta práctica, y muchos mormones fueron perseguidos y muchos templos fueron clausurados. Hoy día, la poligamia no está permitida en la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. «Y yo tan contento, porque además no tiene nada que ver con mi cultura. Si hubiera poligamia yo no sé qué haría», comenta al respecto Faustino López.
¿Los mormones son cristianos?
No. Los mormones son politeístas (creen en tres dioses diferentes: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo). Es decir, no creen en la Santísima Trinidad. Para ellos, Dios fue una vez como nosotros. Según sus escrituras, «el Padre tiene un cuerpo de carne y hueso tan tangible como el que tenemos los hombres». Según los mormones, todo es materia. También creen que el Dios del Antiguo Testamento vino de otra galaxia. En el cielo, los mormones serán ángeles (no «como» ángeles; hete aquí la diferencia radical) o dioses, según si han sido o no sellados. El sellado que va al cielo será el dios de otra galaxia.
¿Quién es su fundador?
El estadounidense Joseph Smith (Vermont, 1805-1844). Fue asesinado con 38 años en la cárcel de Carthage por una turba que le consideró un peligro público. Cuando tuvo la «revelación» de instaurar la poligamia, poseyó numerosas mujeres.
¿Cómo surgieron los mormones?
José Smith publica en el Libro del Mormón que un ángel se le apareció en 1823 para pedirle que restaurara la Iglesia en la Tierra, que había sido corrompida por la filosofía griega. Los apóstoles habían muerto y, según él, se había perdido la tradición. El ángel le pidió también que tradujera un conjunto de escritos de pueblos antiguos compilados por Mormón. La primera visión de Smith, sin embargo, no fue esta. En 1819 (periodo de movimientos sectarios y revisionistas en la Iglesia en Estados Unidos) José Smith rezó a Dios para saber qué religión debía escoger. Entonces recibió una aparición de Jesús y Dios Padre. Smith debía hacer una restauración de la Iglesia por parte de los apóstoles. La doctrina, decía, había sido olvidada. Por ello, los sacerdotes carecían de autoridad.
¿Tienen la Biblia como libro sagrado?
Tienen como libros sagrados la Biblia, el Libro de Mormón (considerado la biblia americana precolombina o anterior a Colón, no «corrompida» por las nuevas filosofías), Doctrina y Convenios y Perla de gran precio. Toman la Biblia al pie de la letra y de forma literal. La interpretación alegórica de las Escrituras lo consideran una herejía.
¿Es cierto que no pueden beber té, café y alcohol?
Sí. No pueden ingerir ninguna de estas sustancias. Además, tampoco les es permitido fumar. Joseph Smith les dejó una Ley de Salud por la que les está prohibido.
¿Cuántos templos mormones hay?
Existen 123 templos en 40 países.
¿Cuándo llegan los mormones a España?
Con la libertad religiosa de 1967 y el desmantelamiento de los cuarteles norteamericanos en España (Torrejón de Ardoz, Rota…). Los mormones entonces expandieron su religión por nuestro país.
Parece mentira que tanto conocimiento sobre Teologia por parte del señor Manuel Guerra Gomez, y diga tales despropositos. Yo estuve a punto de ser sacerdote catolico, y busque por años por la verdadera doctrina de Cristo. Una que tenga harmonia con las enseñanzas de Cristo y con lo que se enseña en la Biblia. Solo la iglesia Mormona tiene tal claridad. Un simple ejemplo que destroza la teoria a absurdez de la Trinidad tal cual la entienden los catolicos. Martirio de Esteban: Y Esteban lleno del Espiritu dijo Veo al Hijo a la Diestra del Padre. Tres personajes diferentes. Y como este hay varios ejemplos en los Evangelios. Quien realmente quiera hallar la verdad, ha hallara al buscarla con un corazon sincero y sin temor de hallarla. Se requiere fe y verdadera intencion al buscar. Solo el Espiritu Santo confirma qué es verdad, ni el Señor Guerra, ni yo, sino el Espíritu de Dios, el cual revela, como lo hizo con Pedro respecto a Cristo, qué es verdad. Pero esto solo a los que son humildes y enseñables, a los que buscan con fe y un corazón sincero, a los que no han pervertido su conocimiento con falsas doctrinas, a las cuales abrazan con más fuerza de lo que abrazan la verdad que viene del Espíritu. Haz la prueba y verás. Te invito a leer el Libro de Mormón y luego sigue el consejo en Santiago 1:5. Pide a Dios… y sabrás por ti mismo.