La Plaza de Santa Ana acoge «Camerinos», de Sergio Parra
Cincuenta camaleones andan sueltos. Observan con su metro y medio de altura al transeúnte anónimo. Impúdicos e indiscretos se cuelan en plena vía pública para revelar su momento más intimo: el camuflaje. El camerino es un mundo por naturaleza privado. El objetivo de la cámara de Sergio Parra lleva doce años colándose en este espacio casi clandestino. Ahora, las tornas han cambiado y es lo privado quien se cuela en lo público: Blanca Portillo, Nuria Espert o Maribel Verdú se preparan a salir a escena en plena Plaza de Santa Ana.
La historia de Parra comenzó por casualidad, cuando la actriz Amparo Rivelles accedió a que le retratara en los camerinos del teatro Alcázar. El fotógrafo decidió convertir este ritual privado en su proyecto más personal: la exposición Camerinos. Desde entonces, Parra ha recopilado unas 60.000 instantáneas en las bambalinas de los teatros más emblemáticos del país: desde el Palau de la Música de Barcelona a los Teatros Español o Lara de Madrid.
En los camerinos, Nuria Espert se transforma en una Celestina de ojos profundos y negros con labios de payaso triste, Maribel Verdú se sube una media de rejilla con recato y Silvia Abascal da una calada al cigarro antes de descubrir al público el drama del alcoholismo en Días de vino y rosas. Son solo una pequeña muestra de todos los momentos captados por el objetivo de Parra. Entre los elegidos hay tanto hombres como mujeres, fundamentalmente de la esfera nacional, aunque también cuenta con rostros internacionales como los de Ralph Fiennes, Viggo Mortensen o Ethan Hawke.
Camerinos está co-producida por el teatro Español y el Festival de Mérida y permanecerá en Madrid hasta el 26 de febrero. Las imágenes se distribuyen en tres escenarios distintos alrededor del Teatro Español. En primer lugar, el paseante se encuentra con 50 fotografías de gran formato plasmadas en planchas de aluminio blanco y distribuidas de tres en tres en el entorno de la plaza de Santa Ana. Otras imágenes observan al viandante desde la fachada del teatro. Para terminar, en el interior del museo del teatro Español se pueden encontrar más de 500 imágenes inéditas. La exposición está acompañada de un libro con prólogos de Blanca Portillo (actriz), Mario Gas (director) y Juan Carlos Rubio (autor) que incluye más fotografías proyecto, así como la serie completa de algunas de las sesiones de retratos.
El fotógrafo trata de no alterar la realidad que capta. Todas las imágenes están tomadas en los momentos previos a salir a escena, casi sin retoques. Nunca se han modificado las condiciones de los camerinos, la luz o la distribución de los objetos. Tampoco se ha hecho ningún retoque en la piel de los retratados o en su vestuario. Por algo Parra destaca entre todos los retratados a Nuria Espert, «la única que no dijo una palabra en todo el proceso de transformación».
Controversia
La andadura de Sergio Parra tuvo un comienzo controvertido. La primera vez que sus imágenes veían la luz –en la última edición del Festival de Mérida, una de ellas fue vetada–. La actriz Blanca Portillo, directora del evento, se convirtió en juez y parte. Se vio obligada a retirar la fotografía del actor Asier Etxendia desnudo y con una motivo religioso cubriendo su pene, tras lo cual dimitió. El retrato fue realizado minutos antes de salir a escena en una representación de la obra Infierno, versión del esloveno Tomaz Pandur de La Divina Comedia, de Dante Alighieri.
El resultado ha sido distinto en la capital. El pasado 25 de enero, la organización católica Más Libres recogió más de 40.660 firmas solicitando la retirada de la imagen, por considerar que constituía «un ataque a las creencias de los católicos». Sin embargo, el delegado de las Artes de Madrid, Fernando Villalonga, decidió que la imagen no se retiraría en este caso «en aras de la libertad de expresión.» Más Libres respondió convocando una manifestación el sábado 28 de enero. Sergio Parra asegura que no fue su intención «ofender los sentimientos de nadie» con la fotografía.
En cualquier caso, y controversias apartes, Parra consigue con Camerinos poner al descubierto el momento crucial de un espectáculo: el paso de persona a personaje. Hasta el próximo 26 de febrero, vistantes y curiosos podrán disfrutar de este homenaje al teatro.