Pocos bares secundaron de madrugada la huelga en Malasaña
La noche malasañera no se ha visto en exceso influida por el inicio de la huelga general. Pocos bares la secundaron con el cierre y el beneficio para los demás (en forma de estudiantes sin clase al día siguiente, por ejemplo) es difícil de calibrar. «Al final nos fue bien, pero el ambiente en la zona era el corriente», señala David, relaciones públicas del Ocean Rock Bar.
Un piquete recorre la calle San Vicente Ferrer gritando sus consignas («¡Empieza ya la huelga general!»). La gente que está fuera de los bares observa la procesión, sonríen y/o lo comentan. Un hombre cuestiona la marcha reivindicativa, pero ésta avanza y lo deja atrás. Los manifestantes y sus voces se desvanecen con rapidez calle abajo. «Es mentira que hubiese piquetes», comentará minutos después una joven por teléfono.
El debate alcohólico (y trending topic) de la noche es la huelga. «A mi me revienta que mañana cierren todo», afirma una joven ebria. «En parte sí estoy de acuerdo», responde con serenidad su acompañante. David, el relaciones públicas, está de acuerdo con la reforma laboral en algunos puntos, «como en el plan de pago a proveedores y en la posibilidad de aligerar el despido para los que dinamitan la empresa desde dentro», aunque en conjunto le parece un retroceso. De pasado sindical, ahora no puede pagar la cuota.
Alrededor de las tres de la mañana, los bares empiezan a bajar las persianas y las calles se van quedando progresivamente desiertas. Algunos grupos compran cervezas al servicio ilegal de venta ambulante y alargan la charla sentados en bancos o aceras, o tirados en el suelo. El número de sandeces esprinta firme a medida que la noche avanza.
Donde la fiesta no termina es en Pachá, una de las triunfadoras de la noche huelguista a tenor de la caja que conseguirá. «Ha venido mucha más gente de la habitual», explica el aparcacoches de la discoteca. La cola para entrar es importante y en las inmediaciones muchos jóvenes apuran los últimos tragos. A ver qué piquete cierra esto.
Obviamente ese atajo de pijos no iban a secundar algo así, demasiado poco cerebro para entender algo más complejo que el botellón. Yo por mi parte he decidido hacer desde siempre huelga en pacha, ya que esa disco apesta.