Reporterismo

Siete vidas tiene un trapo

Puerta de la «tienda gratis» de La Tabacalera de Lavapiés. Por E. Vasconcellos

¿Nos hace falta todo lo que compramos? ¿No es posible un consumo responsable que no exprima los recursos del planeta? ¿Una economía más equitativa y sostenible? Muchas iniciativas de «economía alternativa» han aparecido en paralelo a la crisis: bancos de tiempo, tiendas gratis y puntos de trueque. Estos últimos son un modelo de intercambio extendido en capitales de Europa como Londres, Bruselas o París, pero poco conocido en España.

Madrilánea inicia una ruta por algunos establecimientos en los que los clientes pueden conseguir lo que necesitan por muy poco. Esta semana, ¿compras o trocas?

Adelita, pionera del trueque en Madrid

Laura Cañete, licenciada en Historia del Arte y crítica con el «consumo agresivo», con el «comprar, usar, tirar que nos enseñan desde pequeños», se hizo las mismas preguntas hace unos años. En lugar de resignarse y no actuar, apostó por algo menos cómodo: montar su propio negocio alternativo. En febrero de 2010 fundó Adelita, una red de trueque urbano en Madrid que ya cuenta con más de 1.000 asociados.

«El trueque no es algo nuevo», explica, «hace siglos se hacían negocios cambiando cereales por ganado, y era una forma de comercio más sostenible». El leitmotiv de su proyecto es «No te gastes, cambia», y se ha extendido gracias al boca a boca de clientes y amigos (y también al interés creciente de los medios por este tipo de iniciativas). Aunque los jóvenes parecen más receptivos a los intercambios, Laura asegura que a la tienda se acerca todo tipo de gente, «y últimamente cada vez más».

¿Cómo funciona? Adelita es un espacio sin ánimo de lucro donde se intercambian objetos de forma equitativa. Una persona lleva ropa, zapatos, pañuelos, gafas, libros o películas que estén en buen estado pero que ya no utilice y a cambio recibe una serie de puntos, con los que puede «adquirir» otros enseres del establecimiento. Los puntos se asignan en función del valor de lo que se entrega: un libro son 5 puntos, unos zapatos poco usados, 15. Para empezar a acumularlos hay que pagar una «cuota por trueque». Por ejemplo, hasta 100 puntos, 8 euros; hasta 400, 20 euros. Después, uno puede llevarse lo que quiera.

Esta aportación económica es «lo justo para mantener el local y pagar los gastos», apunta Cañete. «Estamos intentando sobrevivir, pero cada vez tenemos más problemas». Hace unos días, Adelita se vio obligada a reducir su horario de atención al público y Laura está buscando un local más asequible. Además, el que tiene se le queda pequeño.

Adelita tiene un sobrenombre, Asociación de Educación para el Consumo Responsable, y un objetivo social, enseñar al ciudadano otras formas de cubrir sus necesidades. Laura asegura que los bienes más ecológicos son los que se reutilizan, «los que se ponen de nuevo en circulación y pueden servirle a tu vecino». Los que no se apagan en el fondo del armario. Los que tienen más vidas que un gato.

Adelita

Calle Arenal, 9. Centro Comercial Palacio de Gaviria, planta 1, local 44

Horario: de lunes a jueves de 17,00 a 20,30 horas. Viernes y sábados de 11,00 a 14,00 horas y de 17 a 20,30 horas.

http://adelitamadrid.blogspot.com/

Ábrete Sésamo, un baúl infinito

José Manuel Calvente recibe a sus clientes vestido con indumentaria 100% trocada. Está al frente de Ábrete Sésamo desde hace algo más de un año. Su local es un cofre de colores, un almacén de historias humanas que vistieron americana.

Ropa de niño y bolsos dispuestos en la tienda. Por Ábrete Sésamo

«Estas tiendas en Londres funcionan genial, pero en España las cosas de segunda mano no gustan», explica José Manuel. Los mercadillos de Camden Town y Nothing Hill en Londres son el paraíso de este tipo de negocios, pero el pudor ibérico es, de momento y con excepciones, enemigo del intercambio. Especialmente con la ropa de niño. «Las madres vienen y te dicen: ‘Usar la ropa de otro bebé trae mala suerte’».

El perfil del cliente es eminentemente «guiri», aunque durante la entrevista varias mujeres mayores revisan la tienda. También un miembro de ese incierto mundo que es «el espectáculo». Su nombre artístico es Champagne, tiene el pelo rubio platino y busca entre los montones atrezzo para su número de travestismo. «Aquí he encontrado hasta cosas de marca: Caramelo, Burberry…». Rebuscando un poco aparecen etiquetas de Benetton, Bershka y Adidas.

El funcionamiento de Ábrete Sésamo es similar al de Adelita –se valoran los objetos por puntos y se paga una cuota para acumularlos–, aunque con algunas diferencias. Los puntos de Adelita caducan cada 3 meses, los de Ábrete Sésamo no. Además, la cuota por trueque es más económica en esta última. José Manuel también ofrece la oportunidad de «comprar puntos» (50 puntos, lo que vale un vestido de primavera, «cuestan» 10 euros). «Hay gente que no tiene nada que traer, y así pueden aprovechar lo que tenemos en la tienda», explica.

Para dar salida a muchas prendas «poco solicitadas», cada miércoles el SAMUR social pasa a recoger unas cuantas. «¿No te han traído algo novedoso?», le pregunta una amiga-clienta. «Algo como qué», contesta. Llegan tantas cosas al local que han empezado a meterlas hasta en el baño, «hace 6 meses que no puedo entrar, no te digo más».

Ábrete Sésamo Trueque

Calle Noviciado, 9

Horario: de lunes a sábado de 10,30 a 14,30 horas y de 17.30 a 20.30 horas.

http://www.abretesesamotrueque.com/

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