Atocha, a medio gas
La estación de Atocha ha amanecido a las cinco de la mañana con un fuerte dispositivo policial. A esa hora han comenzado a tomar posición algunos piquetes informativos, al principio muy dispersos. Ha sido a las 7 de la mañana cuando se ha dejado sentir el gran piquete de Atocha, uno de los encargados principales de parar la capital. Pero el fuerte dispositivo policial lo ha dejado sin mucha capacidad de actuar.
A las 7 de la mañana se ha plantado un piquete en la entrada al Cercanías formado por miembros de tres sindicatos: CGT, UGT y CC OO. Una fila de policías nacionales les ha separado de las canceladoras de billetes. Sentadas y consignas clásicas. En Atocha la voz cantante la ha llevado CGT, con sus lemas a favor de un ferrocarril público y social. Pasadas las 8:30 de la mañana el piquete se ha disuelto sin incidentes serios. Cercanías ha circulado al 30%, lo que ha provocado que hubiese trenes, como mínimo, cada hora. El panel que informaba de los transportes ha permanecido gran parte de la mañana fundido en negro.
El metro ha vivido una mañana de calma excepcional. Han circulado uno de cada tres trenes, lo que dejaba frecuencias habituales de 15 minutos. Si algo ha lastrado la movilidad en Atocha han sido los servicios mínimos, que se han cumplido, y no los piquetes. Un trabajador de información de Metro destacaba la ausencia de altercados e informaba de que hoy estaba solo, mientras que un día normal tiene otros tres compañeros.
Todos los viajes de larga distancia han sido cancelados desde las 12.35 hasta las 15.30, según rezaban los carteles en Atocha. La oficina de información de Larga Distancia ha permanecido cerrada toda la mañana.
En el autobús que va al aeropuerto la frecuencia ha sido de 30 minutos. Funcionaban solo dos líneas, ha contado un conductor. Lo mismo ha ocurrido con otras líneas como la circular, que también ha transcurrido con una frecuencia de 30 minutos. El patrón que se ha repetido en casi todas las líneas ha sido un autobús en un tiempo en el que un día normal habría tres o cuatro. La línea 86 ha circulado con una frecuencia de 45 minutos. Un día normal son 12.
Los locales comerciales de Atocha han abierto en su mayoría, aunque los empleados han confirmado que se ha dejado sentir el menor flujo de viajeros: han vendido bastante menos que otra jornada.