César Molinas y «la riqueza de las nociones»
Este licenciado en Matemáticas y doctor en Economía, bautizado como gurú de asuntos políticos, económicos y sanitarios por su amigo Javier Ayuso, visitó el Máster de ABC para hablar sobre la crisis económica e institucional de nuestro país.
César Molinas transmite seguridad en su discurso, algo reseñable, pues dice cosas controvertidas, de esas que se llaman pesimistas y que se encuentran desde luego muy alejadas de las tesis de quienes ven «señales» o «brotes verdes» en la economía española. Dice no tener la solución, pero sí un par de claves para los problemas que vivimos. Y desde luego una cosa clara: la salida de la crisis es una carrera de fondo. «La crisis económica solo está empezando y se está tornando en una crisis institucional importante».
EDUCACIÓN: LA PIEDRA ANGULAR DEL FUTURO
Molinas se encuentra dentro de ese grupo de personas que no circunscribe la crisis únicamente a los últimos años ni tampoco solo a su origen financiero. Hay algo más, el modelo económico español está en cuestión y eso solo tiene una vía de solución: la educación. «Debemos ir a la raíz de los problemas. Los datos de la UNESCO revelan que mientras en Europa son una quinta parte los estudiantes que no acaba la educación obligatoria, en España asciende a un tercio».
La educación, o mejor dicho la falta de ella, explica buena parte de los problemas de España. Una deficiencia que se encuentran en la raíz del problema de las divergencias económicas con el norte: «La diferencia es de productividad, y eso depende del capital humano. Las materias primas son solo riqueza temporal. A largo plazo la riqueza de las naciones es la riqueza de las nociones. Potenciar el conocimiento, no hay nada más importante».
La inversión en educación e innovación es tan importante para Molinas que otorga a ello la posibilidad de que el euro sobreviva o no: «Si los países del sur de Europa no cierran la brecha, el euro no tiene solución». No discute desde luego que el sistema comunitario requiera reformas en sus instituciones, ya que el hecho de que ahora el Banco Central Europeo compre deuda puede paliar esta crisis, «pero son medidas que no van a la raíz del problema y hará que vengan otras».
«EXISTE UNA PERCEPCIÓN GENERAL DE QUE HAY UNAS INSTITUCIONES QUE YA NO FUNCIONAN»
Pero si hay un sistema que requiere una modificación es el modelo político español. Molinas se refería en su artículo a una clase política «profesional que pronto devino disfuncional y monstruosa». A las estructuras institucionales les otorga la responsabilidad de haber mantenido un modelo que genera dificultades para el desarrollo de una economía moderna. Insiste en como las duplicidades administrativas ponen muchas trabas a la hora de crear una empresa, y eso no es sino un trastorno más que viene a quebrar el escaso espíritu innovador de nuestro país.
«La clase política está ensimismada y creando intereses particulares. La reforma de nuestro sistema es incuestionable, ya ha calado en la gente. Existe una percepción general de que las instituciones de la transición que ya no funcionan». Es en este punto donde se propone una reforma electoral ambiciosa, en la que el político dependa de un modo más directo del elector y en el que la responsabilidad sea más directa. Garantizar que estén los mejores en el servicio público y evitar intereses perversos al servicio de los partidos.
Y esto no es una crítica a la transición porque Molinas advierte una gran diferencia entre ese momento y el actual: «La clase política de la transición tenía objetivos claros, la democracia o entrar en Europa. Eso ahora no existe, solo tenemos objetivos defensivos, conservar lo que tenemos e incluso consentir algunas pérdidas».
Las últimas noticias respecto al tema catalán han sido abordadas por todos los medios como un conflicto entre diferentes partidos y sociedades, pero nuestro invitado fue capaz de ver en todo ello una oportunidad: «En el tema de los secesionismos periféricos veo una posibilidad de reforma porque nos está haciendo plantearnos el sistema de arriba abajo».