Con la Junta hemos topado

En estos tiempos de crisis cualquier cosa que supere el mínimo imprescindible parece ser susceptible de ser eliminado. Y en esa inspección constante son los organismos públicos los que más están siendo objeto de control. El proceso de descentralización política dio lugar desde la transición democrática a la aparición de nuevas entidades públicas que nacieron con el objetivo de acercar la política al ciudadano, después de tanto años en los que había sido hurtada.

A quienes viven en una gran ciudad como Madrid les cuesta ver que el ayuntamiento de la capital y la comunidad autónoma sean órganos cercanos al madrileño de a pie. Para salvar esa distancia se crearon las Juntas Municipales de distrito.

Madrid, con una población superior a los tres millones de habitantes, se divide en 21 distritos (ver lista al pie). El distrito con menos población es Barajas, con algo más de 46.000 vecinos, cifra que en cualquier caso es al menos similar a la de algunas capitales de provincia. En el extremo opuesto se encuentra Carabanchel, con cerca de 257.000 habitantes, un volumen de población ligeramente superior al de ciudades como La Coruña o Granada. Se trata de pequeñas ciudades dentro de la capital, que requieren de una instancia más allá del ayuntamiento para que la gestión resulte eficaz.

Sin ser tan importantes ¿por qué son tan poco conocidas por los vecinos? La Junta tiene dos partes: una meramente administrativa, para cubrir servicios como el pago de impuestos u obtener una tarjeta para el aparcamiento regulado, y otra vertiente política pensada para la participación vecinal.

LA POLÉMICA DE LA LEGITIMIDAD

Cada Junta Municipal está compuesta por un pleno conformado por 25 vocales en representación, y en la misma proporción, por los grupos políticos con presencia en el Ayuntamiento de Madrid. En esta legislatura nos encontramos con 14 vocales del Partido Popular, 6 del Partido Socialista, 3 de Izquierda Unida y 2 de Unión, Progreso y Democracia. Este pleno, dirigido por un concejal presidente del Partido Popular es el encargado de poner en marcha políticas que van desde la gestión de las vías públicas, el mantenimiento de los centros escolares o el cuidado de parques y jardines. Esta es la composición política de cada uno de los 21 distritos, que han gozado en su conjunto de un presupuesto de 525,7 millones de euros, lo que equivale al 13,45% del presupuesto total del Ayuntamiento de Madrid.

Hay polémica en torno a la representatividad. Los vocales de esas formaciones, al margen de los portavoces, son elegidos por sus formaciones políticas y perciben una dieta del erario público. Son algo más de 470 personas no elegidas por los ciudadanos.

UPyD propuso al principio de la legislatura reducir el número de vocales por distrito (dejarlo en 12), y reducir y unificar su salario hasta un máximo de 400 euros mensuales. Actualmente cobran entre los 530 euros de un vocal y los 913 un portavoz, pasando por los 684 de un portavoz adjunto. Estos datos son actualizados tras recorte del 20% que se produjo a principio de legislatura. Supone un gasto anual en torno a cuatro millones de euros.

Madrilánea ha querido hablar con algunos de los integrantes de estas Juntas para escuchar su visión sobre el papel a la hora de ayudar al vecino. Alex Beltrán, vocal-vecino del PSOE en Tetuán, reconoce que los problemas de las Juntas están ahí, y que falta hacerlas más visibles. Se niega a admitir que no sirven de nada: «Cada vez tenemos menos competencias. Se está apostando por recentralizar en las áreas, pero nuestra función de control es primordial. El distrito de Tetuán dispone este año de unos 24 millones de euros, ¿cómo vamos a dejar que eso se gaste de un modo discrecional y sin contar con la opinión de todos?».

Beltrán reconoce que con la crisis se pueda pensar que que si cada vez tienen menos funciones ¿por qué no eliminarlas? Propone soluciones: “la clave está en racionalizar el gasto. Nuestras dietas son la partida más fácil de recortar, pero al final somos la voz de los vecinos. Y de verdad lo somos porque mantenemos una oficina municipal abierta todas las mañanas para lo que los vecinos nos hagan sus propuestas”. Ahí reside la esencia original de las Juntas. Beltrán reconoce que esto no es sino un hobby que le quita tiempo de su trabajo y que “le encantaría poder ser elegido” por los ciudadanos. Pero para eso habría que cambiar la Ley Electoral. «Hay que ponerlo en valor. Los vecinos pueden hacernos propuestas y tomar la palabra en los plenos. Es importante que sepan que pueden decirle las cosas a la cara a los gestores públicos».

Fernando Martínez Vidal es concejal presidente del distrito de Salamanca. Es por tanto del reducido club de los elegidos por los ciudadanos en las listas del Partido Popular. Nos recibe en su despacho para defender el papel de la gestión desde los distritos. «Es cierto que la parte política tiene poco conocimiento, pero su parte administrativa es la primera instancia a la que acude un vecino si tiene un problema. En muchos casos no podremos sino derivarle a la instancia correspondiente».

Su apuesta personal es descentralizar más, dar más peso a las Juntas, pero cree que de momento el sistema funciona. «El año pasado realizamos más de 60.000 atenciones administrativas y nuestros centros culturales atienden a cerca de 4.000 vecinos al mes». Le acompaña en la entrevista Ángel Herraiz, gerente del distrito, un cargo que se ocupa del día a día de la Junta: «Nos encargamos de cuestiones que afectan a la vía pública, como por ejemplo los permisos para que un restaurante ponga una terraza. Pero el proceso de centralización conlleva que no estemos preparados para resolver muchas cosas».

Julián es portavoz de Izquierda Unida en el distrito de Chamartín. Ha sido elegido por su partido porque su formación carece de representantes suficientes como para que el portavoz sea un concejal del ayuntamiento. Tiene claro que las Juntas deben seguir existiendo: «En IU planteamos que el reparto sea por distrito, para representar todavía mejor al vecino. El gobierno de [Alberto Ruiz] Gallardón centralizó competencias y vació de presupuesto las Juntas Municipales, lo que ha hecho que vean muy mermada su capacidad de actuación».

Desde IU denuncia que las Juntas tienen pocas competencias. «Solo podemos hacer mantenimiento y obras de pequeño calado. Necesitamos más presupuesto». Lo que sí reconoce es que su formación es contraria a que los vocales cobren esas dietas. «Nuestra carta financiera obliga a donarlo todo al partido». UPyD trabaja con una línea según la cual sus representantes cobran 400 euros y el resto lo devuelven a el área de Familia y Asuntos Sociales del Ayuntamiento.

Frente a las críticas de profesionalización de los vocales, los miembros de las Juntas piden más competencias para atender mejor al ciudadano, porque todos reconocen que en estos tiempos hay argumentos para criticar la labor actual de las Juntas Municipales.

DISTRITOS	PRESUPUESTO	POBLACIÓN
CENTRO	25.370.327	144.264
ARGANZUELA	25.025.346	155.798
RETIRO	16.547.471	122.945
SALAMANCA	17.318.154	148.432
CHAMARTÍN	17.268.604	147.214
TETUÁN	24.774.536	157.670
CHAMBERÍ	17.556.697	145.096
FUENCARRAL-ELPARDO	32.311.793	233.018
MONCLOA-ARAVACA	29.043.889	119.635
LATINA	37.961.039	253.599
CARABANCHEL	33.905.147	256.805
USERA	27.290.409	141.754
PUENTE DE VALLECAS	41.423.874	242.701
MORATALAZ	21.151.704	101.760
CIUDAD LINEAL	30.179.871	227.329
HORTALEZA	25.145.268	176.824
VILLAVERDE	29.315.331	149.590
VILLA DE VALLECAS	17.607.528	92.794
VICALVARO	18.132.620	71.472
SAN BLAS	26.316.016	158.328
BARAJAS	12.079.097	46.573
TOTAL	525.715.721 mill. euros	3.290.000 mill habitantes

Fuente: Elaboración propia a partir de Presupuestos Ayuntamiento de Madrid 2012 y censo poblacional 2011.