El equipo de fútbol del Cid Campeador
El Dínamo de Kiev, el Dínamo de Moscú o el Dínamo de Zagreb son clubes reconocidos mundialmente por su amplia trayectoria y su juego basado en tácticas en equipo. Esta idea fue la que inspiró a Roberto Abad, un alcarreño que siempre admiró el juego de la URSS y cuyo sueño era fundar un equipo en su ciudad bajo los valores de compañerismo, respeto y esfuerzo. Así nació hace ya más de una década el Dínamo de Guadalajara. «Quería hacer un equipo diferente a todos, donde el protagonismo sea de los jugadores, no del club, que fuese humano», precisa Abad.
En el año 2000 y tras una amplia trayectoria como jugador, Abad comienza a moverse junto con otros compañeros para fundar el club. El reto era conseguir una veintena de jugadores para poder formar un equipo. El boca a boca y la circunstancia de que un histórico del fútbol de la provincia, el Sporting Alcarreño, se había disuelto la temporada anterior, permitieron al Dínamo de Guadalajara ponerse en marcha. «Debutamos en Mondéjar, en septiembre de ese año», rememora Abad, que también formaba parte de la plantilla, «Ganamos aquél día. Pero fue un año deportivamente muy duro porque quedamos los últimos o los penúltimos. ¡Aunque tan contentos!». Un plátano y una zanahoria en la camiseta de este primer equipo de soñadores hacía honor al patrocinio de la propia empresa de su presidente, ‘Frutas Abad’.
Rememorar aquello causa sonrisas en sus caras, reflejo de la ilusión del momento. «Los inicios siempre son difíciles. A no ser que tengas el apoyo de un jeque árabe y vaya fichando a las estrellas que quiera», puntualiza el presidente del Dínamo de Guadalajara, quien en más de una ocasión ha tenido que poner dinero de su propio bolsillo. «Esto es como el que se va de caza o le gusta la filatelia. Muchas veces piensas que si esto merece la pena, porque tengo que pagar arbitrajes, pero no tengo cortinas en mi casa. Pero no pasa nada, cuando tenga dinero, ya pondré las cortinas», asegura el presidente.
A pesar de ser un club sin muchos recursos, la evolución del Dínamo ha sido espectacular. El primer equipo ha conseguido alcanzar la categoría de Primera Autonómica Preferente, un paso anterior a Tercera División Nacional. «Desde la conquista de Álvar Fáñez de la ciudad de Guadalajara no se contempla mayor hito histórico que la temporada 2011-2012, cuando el Dínamo se mantuvo en Preferente. Ha sido una alegría inmensa, más que ascender, porque llevábamos cuatro años subiendo y bajando de categoría», alardea Abad entre risas. El presidente del club, que dice tener la sangre del Cid Campeador en sus venas, trabaja bajo la premisa de que el 70% de la plantilla sea de la provincia. «Pero cuidado, para mi un marroquí o un ecuatoriano que viva aquí es igual de Guadalajara que otro que sea de nacimiento», aclara. Aunque no solo los chicos del Dinamo cosechan éxitos. A pesar de su reciente creación, el equipo femenino (tras una temporada increíble en la que solo perdió tres partidos) ascendió a Segunda División el primer año de su creación la pasada temporada.
LA CANTERA DEL DÍNAMO
La verdadera ‘joya de la corona’ -salvando los buenos resultados deportivos- es la casi recién estrenada escuela de fútbol base. Iñaki Iglesias, director deportivo de las escuelas y José Luis Ambrona, coordinador de fútbol base, llegaron la pasada temporada al club y le dieron el empuje final para hacer realidad una de las ilusiones de Abad, la creación de una verdadera cantera para el club alcarreño. «En el Dínamo, el fútbol es solo un pretexto, es lo que une a unas personas que entrenan juntas, sudan juntas, se hielan de frío juntas, viven victorias, viven derrotas, viven más derrotas y, al final, se crea un vínculo», explica Abad.
Su filosofía, que es la de una cooperativa donde los chicos son el principal ‘producto’, pasa por crear primero personas, y después, futbolistas. «Comparativamente es como un colegio. Cuando dejas a un niño en primaria esperas que le preparen bien para que llegue a lo más alto. El fútbol tiene muchos mecanismos para llegar a un niño, porque vienen con mucha ilusión. Si eso se canaliza junto con los padres, se pueden conseguir muy buenos resultados en todos los ámbitos. Yo he visto casos de niños que han mejorado en la escuela gracias a este deporte», asegura el director de las Escuelas.
De hecho, la entrega es tal que han contratado a un entrenador específico de porteros, una fisioterapeuta, un agente FIFA y están detrás de un psicólogo deportivo: «Si el Dínamo ve que los chavales se motivan, aprenden y son mejores personas con un tio tocando un violín en las gradas, ponemos un violinista en las gradas, porque nuestra filosofía es invertir en los niños y en su educación completa», afirma Iglesias.
Al entrar en el club, a los chavales se les facilita un libro en el que se pueden leer frases como «El niño es como un diamante, bien tallado durará para siempre» o «Si pierdes… no pierdes la lección. Perder es ganar un poco». Este manual de ‘buenas prácticas’ para la vida aplicadas al fútbol es el extracto de una obra más grande, ‘Fútbol: Escuela para la vida’. Esta obra, escrita por Manuel Conde, entrenador nacional de fútbol y formado en inteligencia emocional, es la que se facilita a los entrenadores, la mayoría titulados superiores, para ofrecerles herramientas a la hora de tratar con los chicos. El responsable de las escuelas opina: «En otros sitios se hace de forma diferente, porque creo que algunos tienen un concepto económico más que humano. Nosotros no decimos que somos el mejor club, sino que somos diferentes», y así lo especifica textualmente en la última página de su libro. Esta filosofía debe funcionar, ya que las escuelas del Dínamo han duplicado su número de jugadores en un año, llegando a más de 200 personas inscritas. «Somos un equipo muy humilde, pero vamos funcionando», dice Ambrona.
Pero todo lo anterior es falso, porque no existe el club. Según el presidente, «la historia, la camiseta, el club… todo eso son patrañas, mentiras y sandeces. Aunque tuviéramos cien años la razón de existencia del Dínamo es posible gracias a las personas que lo forman en este justo momento».
Superior la entrevista con Roberto abad e Iñaki.
El esfuerzo de estos dos hombres para con el Dínamo es muy grande. Espero que no pierdan las fuerzas. ¡Animo!
¡Animo a Roberto y a sus colaboradores por hacer que el Dínamo sea cada vez más grande y que la familia del Dínamo sea cada vez mayor.
¡1,2,3 Dínamo!
Tremendo el compromiso personal sobre todo de estas tres personas y la ilusión que desprenden por donde van. Esto se contagia a los chicos, principales columnas de los equipos y del club. El día que no sea así, seremos un equipo más, uno de entre muchos.
Los padres también tenemos algo que decir, y es que sigais así. Sin jugar ya somoslos primeros. Cuando empezemos a jugar seremos los campeones.
Aupa Dínamo