Languidece la reventa taurina
El mundo de las corridas de toros pierde fuerza con el paso de nuevas generaciones en la sociedad. Plazas semivacías, poca juventud y fuerte crisis económica debilitan al tradicional evento español. Recién terminada la temporada taurina, los empresarios hacen balance en todas las plazas de España y los datos económicos presentan paulatinamente mayores pérdidas. Es el caso de gestores empresariales como Taurodelta S.A. en Las Ventas de Madrid o Ramón Valencia en La Maestranza de Sevilla.
Este decaimiento económico se debe a varios factores muy dispares como la venta de los derechos de imagen, muy problemática debido a las difíciles negociaciones entre la petición de los gestores y las ofertas de la empresa ASM ―propietaria de los derechos de imagen de los toreros― y de las televisiones para transmitir la feria pertinente. Además, la gran figura actual del toreo, José Tomás, solamente realizó una minitemporada este 2012, que le hizo estar ausente en las plazas más importantes de nuestro país. Otro factor reside en la crisis económica, que provoca el descenso de asistentes a las corridas. Eso conlleva, del mismo modo, una reducción de abonados para toda la temporada. Y, finalmente, agita mayores desventajas en la complicada área de los reventas. Cabe destacar las sencillas acciones que llevan a cabo estos últimos.
Primero, acuden a las oficinas de la plaza de toros para adquirir el número de entradas que ellos desean revender posteriormente. Es posible que, al igual que en el fútbol, el número de obtención personal de entradas sea limitado, pero diariamente pueden acudir a por más tickets. «Procuramos tener localidades de todos los precios y en todos los lugares de la plaza», asegura ‘Miguel’, uno de los reventas de Las Ventas, valga la redundancia.
El siguiente objetivo, una vez conseguidas las entradas, es comenzar a revender, “despistando” al aficionado que se dirige a las taquillas. Las técnicas de persuasión tienen que ser necesariamente potentes. Los reventas hacen dudar a todo aquel que no conozca el escenario y no sepa con certeza dónde está el lugar de venta de las entradas y cuáles son los horarios. Es aquí cuando el reventa entra en escena.
Cada reventa se interpone en el camino del comprador. En Las Ventas, es habitual ver únicamente a dos. Uno se ocupa de los que afluyen por la izquierda y otro de los que llegan por la derecha. «Ya no hay entradas», advierte Miguel a un señor que llega dispuesto a comprar dos billetes. Sin embargo, el individuo indagó y no picó en el anzuelo de Miguel, ya que prefirió preguntar primero la disponibilidad de localidades en las oficinas y, a la postre, hacerse con dos de ellas. Miguel pretendía vender las entradas no mucho más caras: «Dependiendo de la corrida, yo sé si se van a vender todas las entradas en taquilla. Hoy, por ejemplo, torean Curro Díaz, César Jiménez y David Mora y la plaza no se va a llenar. Entonces, una entrada que pueda vender le subiría unos cinco euros. Si la plaza se llenase y entrar a la plaza dependiera solo de los reventas le subiría entre 20 y 30 euros. Eso depende también del cartel y de los toreros. Se nota que este año no haya venido José Tomás a Madrid», se explayó.
«Casi nadie nos compra entradas», desvela uno de los míticos reventas madrileños. «La crisis nos ha afectado mucho a nosotros», afirma. La consecuencia se debe al efecto dominó, es decir, si el coso taurino difícilmente se llena, nadie está dispuesto a comprarle la entrada a los reventas. «Voy a tener que pasarme al fútbol», ironiza un cansado Miguel, molesto por la desconfianza frecuente que le produce hablar con curiosos que quieren obtener información de su ilegal negocio. Además, tiene que estar pendiente de que la Policía, aunque conoce la existencia de los reventas, no le cace ‘in fraganti’. «Siempre tengo que ver quiénes pasean a mi alrededor de una manera discreta, para no levantar sospechas», desvela un Miguel desganado.
En el caso futbolístico, la situación no es tan alarmante. En estadios como el Santiago Bernabéu o el Camp Nou todavía sobreviven este tipo de negociantes. Cierto es que el resto de clubes de fútbol españoles sufren la crisis económica con presupuestos bajos y austeros y con unos estadios que en muy pocos encuentros obtienen el lleno. ¿Podría decirse que el mundo de la reventa está muriendo? Es algo relativo decantarse por una respuesta tanto positiva como negativa. Actualmente, es un negocio que languidece. Pero, quién sabe si cuando esa prometedora recuperación económica, que todos los españoles esperan con ansia, llegue, volverá a surgir el beneficio de los reventas. En muy pocos eventos todavía es rentable su práctica. Finales de Mundiales, Eurocopas, ‘Champions’, ‘Europa League’, Roland Garros y otros torneos deportivos, siempre son proclives a ofrecer ciertas garantías y que los reventas “hagan su agosto”. Además, conciertos musicales de grandes grupos internacionales suelen llenar estadios y espacios habilitados para ello. Sin embargo, el panorama taurino, afectado por las controversias recientes sobre su prohibición e, incluso, la reducción de corridas, tiene que luchar contra dos frentes: la crisis económica y el pensamiento censurador de gran parte de la población que se declara antitaurina.
PRESUPUESTO MENOR EN 2013
Aún así, las empresas gestoras de las plazas trabajan duro para incluir buenos carteles que atraigan al respetable a las plazas de todo el territorio nacional. Eso sí, con un presupuesto cada vez menor. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid reducirá en un 35% el dinero dedicado a asuntos taurinos en los Presupuestos para 2013. Esta reducción, recogida en el Anteproyecto de Presupuestos, dejará la partida destinada a los toros en 1,4 millones de euros.
La mayor parte de ese dinero se destinará a la promoción de la Fiesta de los toros (312.000 euros) y a inversiones reales (308.429 euros), así como al apoyo del toreo en Ayuntamientos locales (102.000 euros) y a la financiación de la Escuela de Tauromaquia (39.780 euros).
En todo caso, un buen pellizco de ese casi millón y medio de euros estará destinado a gastos de personal: 409.000 euros. Los gastos de restauración y mantenimiento, así como los de material absorberán, por su parte, 133.000 euros. Todo parece indicar que será cada vez más complicado ver buenas faenas. Es decir, toreros y ganaderías triunfantes. La pasada temporada, finalizada en el mes de octubre, dejó buen sabor de boca para tres matadores que pusieron en pie al público de Las Ventas: David Mora, Iván Fandiño y Alejandro Talavante. Sobre todo este último, que con una plaza abarrotada, consiguió salir por la puerta grande en la corrida de Beneficiencia, la tarde del 6 de junio. Aquel día el viento perjudicó en cierta manera, pero los toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo, también estuvieron a la altura del significado de la lidia. El madrileño David Mora, ante su público, también salió por la puerta grande un día antes que Talavante, en una corrida en la que todo le acompañó. Finalmente, el vasco Iván Fandiño, líder del año por presencias en Las Ventas, cerró la terna y también cortó dos orejas.
El buen trabajo de todos ellos ayuda a la tauromaquia a mantener las necesarias esperanzas para que la fiesta funcione un año más y produzca beneficios a toreros, ganaderos, medios de comunicación e, incluso, a los reventas.