Las zonas industriales, vacías y tranquilas
La mayoría de naves del polígono de Polvoranca, en Leganés, han estado cerradas, y apenas ha habido tráfico, tanto de camiones como de turismos y furgonetas. La excepción más notable ha sido la del gigantesco almacén de tabacos de Logista, donde se está trabajando con casi total normalidad. «La única diferencia con un día normal son los paros puntuales convocados a algunas horas», explicaba un trabajador, que añadía: «la incidencia de los piquetes ha sido casi nula».
A primera hora de la mañana, la huelga se ha dejado notar en el transporte interurbano. El tiempo entre metro y metro de la ínea doce se ha elevado de los cinco minutos habituales a catorce minutos de media, y los andenes han estado abarrotados de gente. En la línea C5 de Cercanías, que une Humanes con Móstoles pasando por Atocha, los trenes han pasado cada doce minutos. «Yo diría que el tren ha venido menos lleno que en anteriores huelgas», ha explicado Juan, un pasajero.
La misma situación se ha repetido en el polígono de Nuestra Señora de Butarque. La mayoría de naves y negocios han mantenido a las diez de la mañana la persiana echada. El único piquete que sigue vigente es el que custodia la puerta del almacén de cerveza de Mahou. Las instalaciones de los laboratorios Roche están abiertas, así como el supermercado para mayoristas Makro, cuyas puertas están vigiladas por una pareja de policías nacionales y otra de guardias de seguridad.
En la Ciudad del Automóvil la mayoría de concesionarios están abiertos, aunque, a principio de la mañana, han estado vacíos. No hay presencia de piquetes.