Salamanca

«Beatlemania», el arte de enamorar a padres e hijos

Pocos grupos han conseguido superar la brecha entre jóvenes y mayores. Cada etapa tiene sus modas, pero pocos se mantienen al margen de esas consideraciones. The Beatles siempre está de moda. Raro es que un grupo con cincuenta años a sus espaldas no reciba el adjetivo de carca. El grupo de Liverpool supera las barreras hasta alcanzar la universalidad.

Nadie lo expresó con tanta precisión como quien fuera editor de la revista Rolling Stone, Robert Greenfield: «La gente sigue admirando a Picasso; a los artistas que rompieron los límites de su época para llegar a algo único y original. En la manera en que se trabajó para la construcción de la música popular, nadie será más revolucionario, más creativo y más distintivo como lo fueron The Beatles».

Beatlemania, 50 años después  que acoge la Fundación Carlos de Amberes conmemora el medio siglo del primer single de la formación británica. La exposición, que se puede visitar hasta el 3 de marzo, se enclava en una antigua capilla del siglo XIX en pleno corazón del barrio de Salamanca. Esa fusión de espacios y conceptos puede representar la capacidad de la banda para adaptarse a los tiempos, convivir con las nuevas generaciones y no morir nunca.

La historia del grupo se retrotrae a 1957, cuando John Lennon comenzó un proyecto musical con sus amigos de la secundaria. Muy pocos meses después se unió al proyecto el otra gran espada de la formación, Paul McCartney. Fue este último el que apostó por la incorporación de George Harrison en febrero de 1958. Hubo que esperar algo más de cuatro años, al verano del 62, para que apareciera el cuarto miembro de la familia: Ringo Starr reemplazaba como batería a Pete Best.

Love Me Do fue su primer sencillo, y vio la luz el 17 de octubre de 1962. En marzo del año siguiente salía al mercado el primer álbum del grupo Please Please me. La perspectiva de medio siglo permite valorar los ocho años posteriores, hasta el lanzamiento en 1970 de su último disco de estudio, Let it Be, como una historia genuina e irrepetible. Cuando el grupo se disolvió había vendido cerca de 600 millones de copias en todo el mundo. Pero su influencia no fue solo musical, sino que sintonizaron con los deseos de cambio y libertad de las nuevas generaciones.

El recorrido que ofrece la exposición en la Fundación Carlos de Amberes incide en esa influencia. Una muestra de curiosidades, portadas, muestras de vestuario y algunas reproducciones de los instrumentos del grupo. El viaje incluye también un espacio para la única visita oficial a España de la banda en 1965, y los dos únicos conciertos ofrecidos en nuestro país, en Madrid y Barcelona.

La vigencia de los Beatles tiene un claro reflejo económico y comercial en nuestros días. A mediados de noviembre de 2010 iTunes comenzó a ofrecer la discografía del grupo. En tan solo siete días habían vendido más de dos millones de canciones y 450.000 copias de discos para facturar ocho millones de euros en la plataforma digital de Apple. No se puede envejecer mejor. Y de esos 600 millones de copias vendidas en 1970 algunas estimaciones sitúan hoy esa cifra por encima del billón y medio.

Los tiempos cambian. El mercado de la música convive en el tsunami de internet, cuyas características permiten agrandar el foco y facilitar el conocimiento de grupos más pequeños. Es como si el fenómeno icónico ya no tuviese espacio. Pero siempre quedarán los Beatles. En mayo de 2012 la prestigiosa serie de televisión Mad Men finalizaba uno de sus episodios con la versión original de Tomorrow Never Knows. El precio, 250.000 dólares. La máquina de hacer dinero de la marca Beatles no tiene intención de detenerse.