Escolar: «Veremos la muerte del papel impreso a diario»
Ignacio Escolar es uno de los periodistas más influyentes de España. Su blog personal, escolar.net, se ha convertido en un espacio de referencia, con miles de visitas y comentarios. Tras pasar por diversos medios, entre los que llegó a dirigir el malogrado diario Público, acaba de fundar eldiario.es. Un medio “que no deja de ser una empresa de los trabajadores” y que ha superado todas las expectativas, tanto económicas como de difusión.
¿Qué diferencias hay entre eldiario.es y otras cabeceras tradicionales?
Somos una empresa de periodistas que han puesto sus ahorros y en la que también han invertido amigos, familiares… No tenemos sueldazos pero sí salarios dignos, y hemos sido rentables desde el minuto uno. Cada euro extra que obtenemos lo destinamos a mejorar cualquier aspecto del proyecto.
Por otro lado, no somos generalistas. Estamos especializados en política y economía; aunque según vayamos creciendo iremos abarcando más temas. Y las redes sociales también nos han ayudado mucho.
El balance de estos primeros meses ha sido bastante bueno, ¿no?
Sí, lo cierto es que yo era bastante más pesimista. La audiencia ha sido muchísimo mejor de lo esperado; otros proyectos con más inversión no han alcanzado estas cotas. Y además hemos conseguido 4.100 socios que tienen pluses en el periódico, como acceso a ciertas noticias antes que el resto, comentarios destacados…
¿Por qué casi todos los nuevos medios tienen líneas editoriales similares?
Del naufragio de Público han salido casi 10 medios pero no son iguales. La Marea tiene un perfil más de papel y de tinte social. Infolibre apuesta por una mayor cantidad de contenido cerrado… No creo que seamos lo mismo.
¿Veremos la muerte del papel?
No, no lo creo. Lo que sí veremos será la muerte de ese papel impreso a diario y con vocación de hermano mayor de la prensa. Se publicarán semanarios o con la periodicidad que sea. Pero creo que los digitales serán los periódicos de referencia del futuro.
Pero el papel sigue siendo influencia.
Sí, lo sigue siendo. Pero la gente que considera el papel influyente es cada vez menos. Es algo parecido a lo que ocurrió con las revistas semanales que, a pesar de su prestigio, fueron perdiendo presencia con el paso del tiempo.
La portada digital de El País, por ejemplo, tiene más peso que la de papel, más visitas; lo que pasa es que la otra dura todo el día. Me gustaría ver qué pasa con las 4 grandes cabeceras de este país en unos 10 años, porque la tendencia parece clara… El primogénito de la prensa será lo digital.
Medios como eldiario.es, ¿pueden aspirar a tener el tamaño de las grandes cabeceras actuales?
Creo que podríamos llegar a tener entre 70 y 80 redactores con el modelo que seguimos; algo que no dista mucho del tamaño actual de la mayoría de las redacciones.
Conociendo la afición a no pagar por estos contenidos web y teniendo en cuenta que somos un país con mucha piratería, ¿había confianza en que la gente fuera a pagar por un medio digital como suscriptor?
Lo de la piratería es falso. Lo que ocurre es que somos una prioridad del lobby antipiratería en el ámbito hispano, pero hay países muchísimo más piratas que España. Por otro lado, no queremos que el lector pague por información, queremos que se sienta cooperante de un proyecto que le informa con rigurosidad.
¿Se puede ser independiente teniendo grandes firmas que ponen publicidad?
Se puede ser independiente con publicidad, por supuesto. Lo que hay que procurar es tener una dependencia económica dispersa para asegurar esa circunstancia.
Y, hablando de esto, ¿volverá la famosa publicidad institucional a los medios?
Aunque no lo parezca, todavía hay mucho dinero público para publicidad. El problema es que muchas veces se reparte de una forma absolutamente arbitraria.
Vayamos al formato por el que eldiario.es apuesta. ¿Se puede mantener al lector leyendo textos largos o en la pantalla reina el clic rápido y la lectura de titulares?
Se puede tener al lector pegado al texto igual que en papel. Es verdad que la pantalla distrae; yo mismo, cuando escribo un artículo, cierro el correo, apago el móvil… porque me distraigo. De hecho, lo natural es que no podamos estar dos horas pegados a un libro porque nos distraemos con cualquier cosa. Pero, al final, un texto es un puente y da igual el formato. El reto es hacerlo atractivo para el lector, que lo cruce entero y al final le quede una buena sensación, una recompensa de haber llegado hasta el final. Cada ladillo es una oportunidad.
¿Cómo ha calado tan bien entre la ciudadanía que la única salida a la crisis es una política de austeridad?
La trampa es que mientras Alemania no diga otra cosa, reinará esta forma de hacer las cosas. Tenemos un problema de modelo económico enorme. La Unión Europea está muy bien para muchas cosas pero tiene algunas malas, como haber entregado la política monetaria, fiscal… La Europa del euro es como una manta que para tapar a los de arriba deja los pies al aire a los de abajo. Estamos en un callejón sin salida.
¿Y cómo se justifica que el PP esté en el Gobierno tras ganar las elecciones con un programa electoral que se ha incumplido desde el primer día?
Mucha gente está diciendo que el PP no está en Gobierno de manera lícita. Yo he contado en muchos artículos lo que decían en privado antes de las elecciones, que eran las medidas que luego se han impuesto. Mucha gente creyó que había una persona malísima que se llamaba Zapatero y que si lo echábamos se solucionaba todo, pero no era verdad. La gente es ignorante en aspectos como los Presupuestos Generales del Estado y se cree que el problema son los coches oficiales. Además ciertos medios de comunicación compraron el discurso.
¿Esperabas una oposición de Rubalcaba como la que está haciendo?
Es un político tremendamente brillante pero tiene un problema enorme de credibilidad. Además, todo lo que pueda hacer ahora, lo podía haber hecho antes. Eso de que lo importante son las ideas y no las personas es una trampa.
La situación en la que está el PSOE es insostenible incluso para el mismo Rubalcaba, que ha asumido que su reto ahora es evitar que el partido se rompa. Y encima tenemos un presidente del Gobierno que tiene mejor valoración que él. Entonces: ¿dónde está la alternativa?
¿Queda algún partido socialdemócrata en España?
El PSOE es un partido socialdemócrata que ha cometido un montón de errores. Y existe el debate de si la política que hizo Zapatero con la crisis era, en el fondo, una falta de alternativa. Él argumentó que no se podía hacer otra cosa, pero también es cierto que se podían haber tomado otras medidas y no se hizo.
Antes de terminar, ¿qué valoración haces del nuevo Papa, Francisco I?
No tengo mucha información por el momento, así que poco puedo decir. Pero parece que los Jesuitas siempre han estado más pegados a la calle y a la realidad. No son tan cercanos al Opus Dei o a los Legionarios de Cristo.
De todas formas, creo que la Iglesia tiene muchísimas virtudes. Lo que no me gusta es su grado de intervención en las políticas ciudadanas. Hasta qué punto pretenden imponer en la ley su moral, algo que me parece inaceptable. No soporto que una creencia se imponga en el Estado y que además lo haga de forma autoritaria.
Luego está el Concordato, que es herencia del franquismo y que quedó atado y bien atado. Así que quedan muchas cosas por delante, como la autofinanciación, que aún no se han hecho.