Líbero, la nostalgia del fútbol que se huele
Dijo una vez José Luis Borges que el fútbol era uno de los crímenes más horribles de la historia de Inglaterra. Su afirmación hace patente lo que parece una fractura entre el mundo del fútbol y la cultura, fenómenos presentados en ocasiones como mundos antagónicos.
Recuperar esa conexión es el germen que da lugar a Líbero, una revista que defiende el «fútbol sin gritos» y que nació en el verano de 2012. Óscar Abou-Kassem es el codirector de este proyecto que fue concebido para el papel: «Es una maravilla como huele una revista recién impresa». Líbero tiene algo de nostalgia, algo que une a quien quiere contar historias diferentes y quien quiere leerlas. Un punto de encuentro para un periodismo deportivo diferente. El reto no parece sencillo: «No es un buen momento para hacerlo, en parte por el cerrojo de los clubes y por una corriente de la prensa que se ha posicionado en trincheras. Hay algunos modelos que se parecen más a un show», cuenta Abou-Kassem.
Cuando hizo el Máster de El País en el año 2006 tenía como compañero a Diego Barcala. De ahí se fueron a Público en el verano de 2007. Ya entonces le daban vueltas al proyecto de crear una revista de fútbol. Unos meses antes de que Público cerrase, comenzaron a recuperar la idea de su antiguo proyecto. Cerca de un año antes del lanzamiento registraron el dominio y la cuenta de Twitter y entre los dos dirigen esta apuesta editorial que ha logrado hacerse un espacio en el quiosco.
«Creemos que si existe un hueco editorial para hablar de fútbol de otra manera. El de la gente que le gusta leer historias, que no le gustan las tertulias o que está harta de quien ha ganado el balón de oro o quien ha superado tal récord. Contar historias bien escritas y luego encontrar un vínculo con música o literatura. Buscar un enfoque cultural. En otros países como Argentina o Inglaterra el fútbol forma parte de la cultura popular».
Es la primera vez que acuden al Congreso de Periodismo Digital de Huesca. En el eterno debate entre el soporte papel o digital, Abou-Kassem tiene una cosa clara: «Ha habido mucho gurú que en su afán por apoyar lo digital se empeñó en anticipar la muerte del papel. Pero lo tiene complicado porque las generaciones jóvenes no están acostumbradas. Tenía que reinventarse, y eso pasaba por una apuesta por los modelos de calidad». Dar un valor añadido para que alguien que tiene multitud de contenidos gratuitos quiera comprarte. ¿Y cuál es ese plus? A su juicio debe ser la apuesta por un diseño cuidado y la presencia de firmas como Manuel Jabois, Enric González o Ramón Lobo.
Después de tres números Abou-Kassem reconoce «no imaginarse donde está el techo». Por el momento dice que ya han conseguido lo más importante para poder plantearse nuevos retos: conseguir que el medio sea rentable económicamente. Llega el tiempo del fútbol sin gritos.