Milagros del Corral: «La Biblioteca Nacional es muy amiga de Google»
Milagros del Corral (Madrid, 1945) dice que no se puede ejercer de periodista en el futuro sin ser valiente. Sin embargo, ella no ha necesitado escribir en un diario para demostrar el valor suficiente con el que alcanzar sus objetivos. Ha conseguido ser uno de los principales rostros de la cultura de nuestro país pese a nacer en la España machista de la mujer ama de casa. De pequeña, soñaba con ser diplomática cuando eran dinosaurios que peinaban canas los que defendían la reputación del Estado más allá de los Pirineos. Milagros, finalmente, no fue diplomática pero sí representó al país como subdirectora general adjunta para la cultura de la UNESCO durante 16 años.
Va a cumplir 68 años el próximo martes, pero irradia una pasión por la tecnología que contagia hasta a los más jóvenes. Acaba de llegar del Congreso Iberoamericano de la Cultura en Zaragoza donde ha sido ponente tras toda una vida como bibliotecaria de excepción, no en vano, pocos españoles pueden presumir de haber estado en la cúpula directiva de la UNESCO y de dirigir la Biblioteca Nacional de 2007 hasta 2010. Esta última etapa no terminó de la mejor manera. Del Corral abandonó su cargo por representar una de las diez direcciones generales que el Gobierno decidió suprimir debido a la nueva ola de recortes. Dimitió al no tolerar la pérdida de categoría administrativa. No sin antes recordarle a la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que los políticos son «únicamente los administradores y no la cultura en sí».
«El periodismo no vive una era de cambios sino un cambio de era, una era líquida como diría el sociólogo polaco Zygmunt Bauman». De padre periodista, Del Corral siempre ha amado esta profesión pese a no ejercerla nunca. «Se ha pasado de los medios de masas a la masa de medios» —parte del título de la obra del periodista Ignacio Ramonet «La explosión del periodismo»—, expresa la exdirectora de la Biblioteca Nacional al intentar explicar la nueva realidad laboral a la que se enfrentan los contadores de historias. Aunque para nada se muestra pesimista. Cree que «se ha pasado del sistema mediacéntrico al yocéntrico; ahora el lector quiere formar parte del proceso de información».
El pan negro de cada tiempo
«Hace trece años, apareció Google, hace ocho, las redes sociales, el mundo está repleto de espíritus creativos», defiende Del Corral para huir de los apocalípticos de lo novedoso. Incluso, apunta a que, en un futuro muy próximo, «cada persona recibirá su propio periódico» como de alguna manera ya lo facilita Google News.
Pese a los tiempos difíciles que vive el periodismo en tiempos difíciles, Del Corral no duda en motivar a los alumnos del XXV Máster ABC-UCM allí presentes ya que «cada generación ha vivido su pan negro». Considera que, con los avances en las herramientas web, éste es el mejor momento para el profesional si pretende constituir su propia marca.
«La gente te va a decir que el periodismo del mañana es un océano de 1 centímetro de profundidad, sin embargo que la mente de los niños se adapte a la multitarea como ocurre ya hoy día para mi generación es asombroso», por ello cree que no se puede decir que este mundo sea mejor o peor.
Cree, pese a todo, que hay un desafío mayor interconectado con el cambio de paradigma. Y es que todavía no se ha establecido el «modelo mágico» que garantice la sostenibilidad de las empresas que han decidido que los que sobraban eran sobre todo los correctores de estilo, en perjuicio de la calidad. Apunta esperanzada a lo que pueda innovar Jeff Bezos, fundador de Amazon y actual propietario del Washington Post, porque cree que «cuando un joven empresario de éxito saca de su bolsillo 250 millones de dólares para comprar un periódico es que tiene una idea».
Se mueve con soltura al hablar de robots periodistas y de periodismo de datos. No obstante, resulta paradigmático que alguien que ha dedicado su vida entera a la cultura del libro de papel sea la primera persona en avanzar las nuevas posibilidades a los estudiantes del máster. Google no está reñido con la clásica estantería repleta de libros de más de quinientas páginas: «La Biblioteca Nacional es muy amiga de Google, hemos colaborado incluso en la elaboración de la web semántica que serviría para buscar no solo la palabra exacta sino también los sinónimos».
Meses atrás, Del Corral publicó su primera novela Último otoño en París donde la autora dibuja con humor e ironía la historia de una joven diplomática en la burbuja de las altas esferas de una Organización Internacional. En la ficción, la obra refleja con marca de agua sus dieciséis años como directiva de la UNESCO, donde se podía «aprender de todo el mundo; cada cual tiene algo que enseñarte».
De joven aspiró a formar parte de la alta sociedad, consiguió acceder a ella a partir de la cultura aunque, tras veinte años fuera de nuestro país, descubrió que los españoles «habían bajado el diapasón sin saber cuando pasó, un bajón cultural notable». Supone que la oferta tiraba de la audiencia. Y es ahí donde considera que el periodista tiene algo que decir. «Este cada vez se verá más exigido en cuanto a la calidad de sus textos», a fin de cuentas «uno firma con el apellido de su padre y de su madre, hay que dejarlos en buen lugar».
UN LIBRO | «Belle Du Seigneur», de Albert Cohen |
UNA PELÍCULA | «La chica con la maleta», de Valerio Zurlini |
UN ESCRITOR | Proust |
UN ACTOR/ACTRIZ | Fernando Fernán Gómez |
UN PAÍS | Colombia |
UNA CIUDAD | París |
UN LUGAR VACACIONES | Junto al mar |
UN PERSONAJE | El Cid |
UNA NOTICIA | La Paz |
UNA VIRTUD NECESARIA | La Ética |
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