Story Walker, o cómo transformar el barrio en un escenario de teatro
El alma de un barrio se refleja en su oferta cultural. Por lo que los vecinos pueden disfrutar en sus propias calles. Usera cuenta desde 2010 con un espacio que programa lo mejor de la vanguardia en teatro, danza y circo. Es Kubik Fabrik, una «fábrica de creación» pensada para los amantes de las artes escénicas. Pero el arte es expansivo. No puede quedarse encerrado entre cuatro paredes o en un escenario frente a 70 butacas. Por eso han creado Story Walker, una aplicación para móviles que logra transformar el barrio en un gran escenario.
Los fundadores de Kubik Fabrik han diseñado la «app» para unir a los vecinos con el Teatro. La idea es simple pero ingeniosa. Han recabado las historias y leyendas de los lugares más característicos de Usera a través de los relatos de sus vecinos. Después se los han contado a dramaturgos destacados del país, como Miguel del Arco, Alfredo Sanzol o José Padilla, para que escriban nuevas obras basadas en estos «cuentos» vecinales. Los usuarios de la aplicación (que saldrá definitivamente en abril) disfrutarán en sus dispositivos las pequeñas ficciones. Todo esto mientras recorren el escenario real de las historias: el barrio.
Kubik Fabrik nació en 2010 en una nave industrial antes ocupada por una fábrica de cajas de cartón. El hueco que dejó la maquinaria fue cubierto por 70 butacas y un escenario sobre el que se representan unas cinco obras mensuales. El objetivo inicial de su fundador, Fernando Sánchez-Cabezudo, era dotar de una identidad cultural al barrio. Y lo ha conseguido. «Al principio sólo un 5% del público era del barrio, hoy ya representan un 50%», explica. «La sala cuenta además con un público muy fiel del centro de Madrid que viene cada semana para ver nuestras obras», reconoce el director del espacio.
10.000 euros reunidos por los vecinos
A finales de 2012 el ayuntamiento de Madrid clausuró Kubik Fabrik. Después de la tragedia del Madrid Arena, el consistorio exigió a locales de este tipo adaptarse a una normativa propia de bares y discotecas. El espacio tenía que ser renovado si quería la reapertura. Para poder salir adelante, sólo quedaba que los vecinos devolvieran a la sala algo de lo mucho que esta les había aportado: entre todos reunieron más de 10.000 euros. Seis meses después, Kubik Fabrik volvía a abrir gracias al esfuerzo colectivo. «El Ayuntamiento sólo pone trabas. El área de Artes nos ha quitado ayudas porque sólo tenemos licencia provisional; la definitiva está en trámite en el mismo Ayuntamiento, pero no hay coordinación entre departamentos», critican.
Sacar un proyecto tan arriesgado de la nada no es sencillo. «He tenido que invertir mucho, pero el único que nos apoya es Natalio Grueso —director artístico de los teatros de Madrid— . Falta apoyo a los emprendedores y un proyecto cultural común promovido por el Consistorio», explica Fernando Sánchez-Cabezudo.
En solo dos años han logrado situarse como un referente entre los espacios alternativos e independientes de Madrid. Su éxito se basa, según su director, en que son una fábrica de creación más que una sala de teatro al uso. «Además estamos con las compañías desde su fase final de creación hasta el estreno». Algo que muy pocos espacios hacen.
Las compañías que acuden a estrenar a Usera cuentan con otro gran aliciente: los vecinos se entrevistan con ellas para que tanto público como actores se pongan cara. Lo hacen en «El Barajas», el bar de barrio que hay en frente. «Así se conocen entre ellos y la gente se implica en el proceso creativo y cultural», presumen desde Kubik Fabrik.
Un mapa de diseño
Todo este proyecto necesitaba estar plasmado en algo físico para hacerse accesible. El objetivo era crear un mapa donde reflejar los puntos emblemáticos de la cultura en Usera. Kubik Fabrik contactó con la diseñadora Ana Bustelo, que ha publicado en revistas como Etiqueta Negra o Yo Dona, para culminar el plan. El resultado ha sido un desplegable repleto de curiosidades. El propio Marcelo Usera (propietario de los terrenos donde se levantó el barrio a principios de siglo) es quien da la bienvenida al lector del mapa y lo guía hacia las actividades de Kubik Fabrik representadas: desde una librería para los más pequeños hasta una residencia artística o cursos de iniciación al teatro.
El estilo gráfico diseñado por Ana Bustelo será el que aparezca en la aplicación Story Walker. Ella ha sido la creadora de las ilustraciones que acompañarán a estas «Historias de Usera». Unas historias que llevaban flotando inertes en sus calles y esquinas y que ahora han encontrado la manera de ser eternas gracias al teatro. Eso era, al fin y al cabo, el fin de todo. «Queríamos que el barrio fuera el escenario de las historias; implicar a los vecinos para construir una identidad cultural común».
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Lou Reed equipó las salas de conciertos de Madrid
Lou Reed llegó a España en 1979 acompañado de la Velvet Underground para actuar en el mítico estadio Moscardó, en pleno corazón de Usera. En mitad del concierto, con la leyenda del rock aún en el escenario, comenzó una batalla campal entre el público. Los disturbios se descontrolaron tanto que la gente aprovechó para saquear todo lo que encontraron. Amplificadores, instrumentos, cables… acabaron en las casas de los afortunados asistentes. Muchas de estas piezas fueron después vendidas a las salas de conciertos que empezaron a inundar la capital, salas que luego serían el epicentro de «La Movida». Esta historia, a camino entre leyenda y realidad, es una de las que han recordado los vecinos de Usera para la aplicación Story Walker. El dramaturgo Miguel del Arco es el encargado de crear una historia con esta base para la app Story Walker.
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