Elba Benítez: «Hay trabajos que no son para mostrar en una feria»
Un prisma de luz introduce al visitante en la exposición Mirar (el otro lado) del artista Ignasi Aballí en la Galería Elba Benítez. La obra categoriza varios legajos de papel que ponen de manifiesto la importancia de lo escrito en la transmisión del conocimiento. Un homenaje al pasado del mismo creador con el que hace 23 años Elba Benítez inauguraba la que hoy es una de las galerías con más experiencia y calidad en Madrid. La de Aballí ha sido distinguida por ARCOmadrid como la mejor exposición del 2013: como premio le cederá un espacio de 25 metros cuadrados en la feria y le dotará con 15.000 euros.
Elba Benítez habla relajada en el corazón de su coqueta galería de la calle San Lorenzo, en el centro de la capital. Su experiencia le permite pulsar con precisión la escena artística madrileña y aventurarse en dar un pronóstico para la nueva edición de la feria de arte contemporáneo, que arrancará el 23 de febrero. «Este año será mejor que el anterior. Yo siempre voy con buenas expectativas, aunque eso no significa que siempre me haya ido bien», concreta.
Una Feria por dentro
Ser anfitriona en una feria como ARCOmadrid es todo un reto para Elba Benítez. «Para nosotros la feria es la tarjeta de presentación», asegura. «Cuando acaba tienes una sensación de vacío, como un postparto, pero si ha sido buena se te olvida lo dura que es». Esa sensación de vacío la siente sobre todo si la feria no ha ido bien: «Todo se te cae encima y piensas ¿Y mañana como voy a trabajar con este agujero económico? Montar una estand son muchos gastos», sentencia.
El año anterior más de 150.000 visitantes recorrieron los pasillos de los pabellones 7 y 9 de Ifema. Una cantidad de público tan ecléctica que es imposible hacer un perfil único. Al menos para el ojo inexperto. «Vienen coleccionistas por la pasión de ver y comprar algo, artistas para ver tendencias y criticar. Luego están los que vienen como actividad social de fin de semana que dicen: ‘En vez de ir al parque con los niños vamos de feria’». La galerista no los critica: «Si de ahí se educan, porque es verdad que ARCO educa tu cultura visual, pues está muy bien».
Para todos los que visiten su estand, sean del tipo que sean, va a llevar una selección de los artistas con los que habitualmente trabaja: desde Cristina Iglesias, una de los grandes talentos patrios, hasta Gintaras Didžiapetris, un joven lituano que ya fue su artista destacado en la edición anterior, o Lothar Baumgarten. Y por supuesto Ignasi Aballí.
Diseñar una selección así es difícil, sobre todo para una galería en la que los artistas que trabajan con ella diseñan sus obras pensando en el espacio de la galería. «Hay trabajos que no se entienden en el contexto de una feria. No son para mostrarlos allí», resume Elba Benítez. Pero este año tendrá algo más fácil el trabajo logístico. ARCOmadrid cederá espacio para reproducir la exposición de Ignasí Aballí y dedica espacio a Ernesto Neto, otro de los artistas que trabajan con la galerista.
Madrid es diferente
La galería Elba Benítez siempre se ha caracterizado por mirar hacia Iberoamérica. Su presencia en ferias como Art Basel Miami o SP-Arte (Brasil) son imprescindibles en la agenda de Elba Benítez, ya que «nos permite conocer la producción artística y su contexto», asegura. Durante esos viajes «nos tratan muy bien, así que tenemos que devolverles la generosidad que nos brindan, y que mejor que ARCO para hacerlo. Aquí somos anfitriones de nuestros clientes, de los coleccionistas y de las instituciones con las que trabajamos fuera», dice satisfecha.
ARCO como medida
En la Historia del Arte 23 años son un suspiro. Un período de tiempo insignificante ante tanto creado. En la Historia del Arte contemporaneo, 23 años te permiten haber visto todo lo ocurrido en Madrid: crecer a artistas, nuevos estilos y los cambios del mercado del arte. «ARCO es un termómetro para ver los vaivenes del sector del arte en España, que es un mercado débil y acusa inmeditamente los cambios económicos y culturales del país», lamenta.
Con la experiencia y el bagaje de haber recorrido las principales ferias del mundo, Elba Benítez se atreve con un consejo a ARCOmadrid: «Tiene que encontrar su propio modelo, que quien vaya a ArtBasel quiera venir también a Madrid. Y creo que se está consiguiendo».
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Galería Elba Benítez