Núñez Encabo: «La Ética es la misma para un medio digital que para un medio clásico»
La Guerra del Golfo, la primera intervención militar de Estados Unidos contra Sadam Husein, pasó a la historia como la primera guerra televisada. La CNN llevó a los hogares de todo el mundo las heridas del conflicto, y acercó a los profesionales a una reflexión conjunta: ¿se estaba emitiendo una imagen correcta de la guerra?
La pregunta caló en Europa y se creó el Código europeo de deontología del periodismo. «Como nadie puede ser juez y parte, los periodistas no pueden garantizar por sí mismos que puedan cumplir sus normas: tiene que ser una comisión independiente de los medios quien lo haga», explica Manuel Núñez Encabo. Con esa misión de mediar entre prensa y público nació la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo.
Núñez Encabo es el presidente actual de la comisión, que pertenece a la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles), y además es jurista, catedrático en la Universidad Complutense de Madrid y político (fue diputado en el Congreso de 1979 a 1993 por el PSOE). Como especialista en la materia, aclara que la comisión se rige por tres preceptos de «una lógica aplastante»: unos principios deontológicos públicos, comisiones independientes que garanticen que se cumplan, y una sanción ética social y no jurídica para el infractor.
Los principios deontológicos se tienen que hacer públicos porque «hay valores objetivados de lo que es un buen ejercicio profesional y uno malo», explica Núñez Encabo. Las comisiones son independientes tanto de la prensa como de la FAPE, formadas por profesionales de distintos ámbitos (juristas, educadores y no solo periodistas). Y la sanción tiene que ser social y no jurídica porque la buena práctica del periodista no puede depender del Derecho, sino de la Ética. «Con el Derecho habría contenidos que el periodista no se atrevería a publicar por ir a la cárcel, así que no es la forma adecuada para organizar los contenidos del periodismo». Núñez Encabo aclara que el Derecho tiene que formar parte del proceso, pero no como primera instancia.
El reciente caso del rey
Siguiendo estos principios, la Comisión de Arbitraje de la FAPE resuelve casos en los que alguien se queja de una determinada práctica periodística. Uno de los más populares de los últimos meses fue la demanda interpuesta por el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, a El Confidencial Digital. El medio publicó una noticia en la que aseguraba que el rey Juan Carlos quería viajar a la Cumbre Iberoamericana del pasado otoño, pese a su reciente operación.
«La Casa del Rey se puso en contacto con el medio para desmentir la información, pero ellos seguían sin negarlo», cuenta Núñez Encabo. La comisión se pronunció finalmente a favor de la Casa del Rey e instó a El Confidencial Digital a que rectificara. «La Ética es la misma para un medio digital que para un medio clásico. Y lo que está bien y está mal, es igual. Si usted ha dado una fuente no garantizada, usted está falsificándolo».
Para que el sistema sea efectivo, tiene que haber una difusión real de la sanción. El propósito es que la ciudadanía conozca que un periodista o un medio de comunicación ha obrado mal, pero son los mismos medios los que se tienen que encargar de comunicarlo. Para ello, los que se adhieren a la comisión están obligados «por un contrato ético» a cumplirlo. En el fondo, dice Núñez Encabo, «los medios piensan que es mejor que nuestra comisión no existiese, para tener mayor libertad sin responsabilidad». Sin embargo, matiza que la resolución sobre el Rey «ha tenido mucho efecto», aunque solo ABC la publicara en su versión impresa. «Se hace camino al andar», añade citando a Machado.
Núñez Encabo también cree que «los colegios profesionales mejorarían la profesión. Si usted no tiene unos estudios de periodismo, usted no puede ejercer el periodismo. Y si usted no tiene un compromiso ético público, no debería ser reconocido como periodista». Sin embargo, reconoce que «estamos en un momento en que Europa ha dicho que no se necesitan colegios profesionales». Para el catedrático, la revolución digital nunca debe dejar atrás a la Ética, y el periodista «debe pensar en los ciudadanos» antes que en él. «El derecho a la información de los ciudadanos es mayor que el derecho a la libertad de la información del periodista. Es parte de la democracia».
UN LIBRO | «El Quijote», de Miguel de Cervantes |
UNA PELÍCULA | La ladrona de libros |
UN ESCRITOR | Miguel de Cervantes |
UN ACTOR/DIRECTOR | Imanol Arias |
UN PAÍS | España |
UNA CIUDAD | Soria |
UN LUGAR VACACIONES | Ravello (Italia) |
UN PERSONAJE | Adolfo Suárez |
UNA NOTICIA | Anexión de Crimea por parte de Rusia |
UNA VIRTUD NECESARIA | Prudencia |
[twitter_follow username=»David_Vilares» language=»es»]