«El sarcasmo hace pasar las malas noticias de una forma menos dolorosa»
La nuestra es una época sin gravedad. Las cosas suben, pero no pesan. Nunca hubo tantos medios de comunicación, y nunca tuvimos la sensación de estar menos informados. Nunca se reprodujo tantas veces lo dicho en el Congreso Digital de Huesca —las redes sociales dan fe de ello—, y, sin embargo, pocas veces se vio a un público tan distraído con las palabras. Eran estudiantes, profesores, periodistas y visitantes ofuscados en la tarea de golpear las teclas de sus portátiles y de sus teléfonos móviles, y que sólo muy de vez en cuando encontraban tiempo para levantar la vista de sus pantallas y mirar al escenario.
No fue la tertulia mantenida entre Miguel Sánchez Romero (productor de El Intermedio) y Montserrat Domínguez (directora de El Huffington Post) un caso muy distinto. La popularidad del programa ayudó a despertar a muchos, no a los suficientes. Tras minimizar la ventana de una popular web de información deportiva en su portátil, un joven congresista reprodujo en un tuit una frase de Miguel Sánchez Romero cogida al aire: «El sarcasmo hace pasar las malas noticias de una forma menos dolorosa». Luego, el congresista siguió con sus quehaceres digitales.
Montserrat Domínguez, ahora embarcada en la dirección del medio digital El Huffington Post, se encargó de conducir la conversación con el productor de El Intermedio donde se habló del mestizaje entre información y humor. Según definió la directora de El Huffington Post, «El Intermedio es un informativo en clave de humor», que, para mucha gente, «es el único que se puede consumir hoy en día».
«Nuestra intención no era contar las noticias de la época más dura de nuestro país, pero las circunstancias nos han obligado y hemos tenido que eliminar los contenidos más frívolos. El programa ha ido evolucionando, somos un monstruo que se ha devorado a sí mismo», explica Miguel Sánchez Romero, quien aseguró haber incluido más carga periodística en un espacio donde se conjugan «chistes, reflexión, orientación editorial y peso informativo». «Hemos cambiado, para bien o para mal».
En este sentido, Miguel Sánchez Romero pidió que no se olvide una de las labores del periodismo más descuidadas por la profesión. «Hay que denunciar desde el periodismo aquello que no es periodismo. Los que consumimos información tenemos que mirar muy bien donde lo estamos haciendo y que nos estamos llevando a la boca».
Miguel Sánchez Romero, que fue director de «Noche Hache» y coproductor ejecutivo en «59 segundos» y «Splunge», comenzó en televisión como guionista de «Esta noche cruzamos el Mississippi». «Acabé en esto por casualidad, yo vivía en Cádiz y me vine a Madrid a buscar trabajo», relató el gaditano que fue ganador de un concurso de chirigotas en su juventud. «Hago lo que hacía en el instituto y me pagan por ello: hacer chistes».
Otra de las problemáticas inherentes de conducir un espacio en televisión está en todo lo vinculado a las audiencias, juez y verdugo de series y programas. Aunque Miguel Sánchez Romero dice no hacer mucho caso a las audiencias, «el respeto y el músculo de adaptarse a todas las circunstancias» son imprescindibles para mantenerse ocho años en antena. «Nunca me preocupo por las audiencias, yo busco hacer el programa que me gustaría ver a mí, y casi nunca me sale». Precisamente por ello, el crecimiento exponencial del programa es interpretado sin triunfalismo ni exceso de optimismo por el productor de El Intermedio: «Tenemos una base de audiencia desde hace años, pero nuestro aumento viene porque estamos cabalgando en la ola de indignación ciudadana» concluyó.