Los novios de España superan la crisis por el «sí quiero»
El comienzo de la crisis, en el 2007, parecía ser el cese de las celebraciones lujosas. En especial, las que necesitaban de una alta inversión y mucho tiempo de dedicación como las bodas. O por lo menos, ante la incertidumbre del porvenir económico, ese era el pensamiento. Era momento de cuestionarse y empezar a priorizar los gastos, siendo este el principal escenario. Las ceremonias iban en picado. Como todo. Los españoles dejaban de celebrar. Durante años, preferían ser más austeros.
Las agencias, tiendas, catering y hoteles, encargados de organizar y armar bodas, eran los principales en notar el descenso. Sus ventas disminuían. Se preguntaban: «¿dónde están los novios?» Hubo una baja en todos los sectores, que, afortunadamente, no se mantuvo por mucho tiempo en los enlaces matrimoniales. Desde el 2013, el comienzo y continuación de la vida para los madrileños ha sido notoria. Sinónimo de que, en especial, los de la capital quieren seguir adelante y disfrutar sus momentos, sin dejarse llevar por la crisis económica del país.
Los especialistas en matrimonios ven este mercado cada vez mejor, como es el caso de Ana Duarte, encargada y socia de su propia tienda de bodas ubicada en el distrito de Salamanca, quien considera que Madrid es la capital de las nupcias. «Tengo reuniones con novios todos los días de la semana. Cada vez son más exigentes y modernos», comenta. Por su parte, Francisco Patón, del Hotel Urban, señala la importancia de complacer a su clientela sin peros ni discriminación, ofreciéndoles lo mejor y más novedoso del momento.
Otro ejemplo de que la situación puede estar mejorando es que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó en su último informe que el presupuesto medio por parejas pasó de 13.689 euros en el 2013 a 13.669 euros en el 2015. Es decir, aunque su variación es mínima, las bodas están aumentando, así como las cantidades que se invierten en ellas. Los novios buscan las mejores opciones para su gran día en cuanto a lugares de festejos, detalles nupciales y trajes. Están pagando por calidad, dejando a un lado los costes.
Madrid siempre se ha caracterizado por albergar muchas bodas, al igual que Barcelona, San Sebastián y Bilbao, por tener mayor población, en comparación con Canarias y Extremadura, en el que una pareja invierte mucho menos porque, además, los costes generales son menores que en las grandes ciudades.
A pesar del favorable aumento, la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) recomienda elaborar un presupuesto acorde con las posibilidades, comparar precios, calidades y dejar cerrado el precio final del cubierto, además de incluir en los gastos de decoración, prueba del menú, barra libre, tipos de bebidas, horario y forma de pago, así como la reserva anticipada del viaje.