Malasaña cambia el gris por el multicolor
El domingo 17 de abril Malasaña lucirá nuevos colores gracias a la participación de cien artistas que decorarán las fachadas, persianas metálicas, puertas y escaparates que cien comerciantes les han cedido para que expresen el arte en vivo.
«Pinta Malasaña es una iniciativa artística organizada por el periódico Somos Malasaña y por el colectivo Madrid Street Art Project. Cuenta con la colaboración de las asociaciones de comerciantes de Malasaña, con la asociación de vecinos y con el respaldo de la Junta Municipal de Centro del Ayuntamiento de Madrid», explica Antonio Pérez, co-fundador del periódico local. El concurso abierto comenzó hace unos meses y se dirigía a distintos creadores tanto del panorama nacional como del extranjero. Ochocientos fueron los valientes que se presentaron en busca de un lienzo callejero y cien fueron los elegidos.
Lo mejor es preparar una ruta para ir sorprendiendo a nuestros ojos con los diferentes golpes de color que tendrán lugar en los establecimientos. En el número 29 de la calle Divino Pastor estará Cova Ríos decorando la alpargatería antigua Casa Crespo. «La intervención se pensó para cierres de madera siempre desde el punto de vista temporal y sin ocasionar desperfectos en la fachada», comenta la artista. Se considera defensora de mantener y dar visibilidad a los espacios mágicos en los que se venden muelles, herrajes o esparto con más de cien años de antigüedad.
Una ruta creativa
Nos adentramos ahora en la calle Velarde número 1. «Cuando supe que había sido seleccionada no pude contener las ganas de empezar y terminé haciendo una réplica de la ilustración en la pared de mi estudio para quitarme la sed de pintar», cuenta Esperanza García Calle, ilustradora que pintará con acrílicos sobre metal en DAdá for Kids, una tienda de ropa infantil. Sigamos caminando ahora por la misma calle del barrio más pintoresco, y nunca mejor dicho, de Madrid. En el número 10 se encuentra la tienda de zapatillas Numbers, que será decorada por Ramón Amorós. Le encanta diseñar personajes y, como Esperanza García, estudió Bellas Artes y después ilustración en la escuela de arte Nº 10. Utilizará rotuladores, pincel y acrílicos también en metal. Bárbara Butragueño, bajo el pseudónimo «Chincheta» hace street art desde el año 2000, cuando comenzó con la creación de pegatinas. También escribe poesía y en esta ocasión estampará sus dotes en un bar. Son muchas las técnicas que se podrán disfrutar en vivo el próximo domingo.
Al llegar a la Plaza del Dos de Mayo nos encontraremos con Adriana Moya, que será dueña por un día del cristal del bar 2D. «Voy a crear un monocromático con colores planos», cuenta. Compartirá plaza con la bilbaína Raquel Angulo, que utilizará diferentes materiales en el bar de música rock Madklyn, sin importarle si le ceden su escaparate, su fachada o sus persianas. Ya en la calle San Andrés, Nikita Rodríguez, sus rotuladores, sus sprays y «quién sabe que más» pintará un cierre de metal del bar Pepe Botella. Al preguntarle por el nacimiento de esta iniciativa, Antonio Pérez, al que ya hemos mencionado, explica: «Surgió de observar la necesidad que tienen los artistas de mostrar su arte al mayor número posible de personas, de ver cómo el gris era el color predominante en las calles de Malasaña sin que se correspondiera eso con el espíritu alegre».
Prosigamos con nuestra ruta. La primera perpendicular de San Andrés es la Palma, que el lunes por la mañana amanecerá más colorida que nunca. «CeKinsky» es el pseudónimo bajo el cual los ilustradores Cecilia Moreno y Kike Ibáñez se juntan para jugar con formas y, por supuesto, con colores. Esto mismo harán en la fachada del Espacio Labruc, en el número 18. «Pintaremos sobre metal y cemento, y probablemente sobre nosotros mismos», asegura el colectivo. Libros Libros, en el número 40, recibirá, con la condición de que llene de vida sus persianas, al artista 101, un diseñador gráfico de Barcelona que juega con el graffiti y la serigrafía a partes iguales. También Akesi Martínez estará en la Escuela de música creativa en la que ilustrará con acrílico los cristales de la misma.
Acabamos de llegar a una de las calles más largas del barrio, a su parte más alta. Se trata de la Corredera Alta de San Pablo, y en ella, Berta Jeanne Duval, que comenzó grabando xilografía tradicional, utilizará una técnica de la que todavía no hemos hablado, el collage con pintura sobre metal. «Para mí es un reto, ya que nunca he trabajado sobre ese soporte», explica. Siguiendo el recorrido conoceremos a Bad Buzz, proveniente de Mánchester y residente en Barcelona, que en esta ocasión pintará en el local Retro City. «La gente suele decir que mi estilo es trash style». Su nombre artístico es «Guillermo Enforma», y su especialidad, el arte relacional de los noventa, que «versa sobre lo social y la interacción entre la obra y el espectador». «Por la controversia que trae consigo, me parece clave participar para ayudar a entender a la comunidad madrileña qué supone su celebración y subsanar los prejuicios que pueda haber generado», explica José Guillermo al preguntarle cómo se animó a participar en Pinta Malasaña.
Llegamos a San Vicente Ferrer y en Obsoleto Bar estará «Coralize», todavía estudiante de Bellas Artes pero con las cosas muy claras. «Pintaré sobre madera, me gustan los soportes orgánicos. La idea era dejar a la madera respirar en el propio dibujo pero la puerta ha resultado estar llena de graffitis así que la pintaré por completo», expone. «(HE) ESTADO (DES)CONECTADO» es la obra que presentó Alejandro Ontiveros para participar en el evento y que plasmará en el escaparate de Trikini sándwich bar. «Es un mural pero además es una performance», explica el autor. Su técnica será el dibujo como acción: «La acción repetida y concentrada de dibujar me lleva a un estado de conexión conmigo mismo».
Pincel, rodillo y spray
Hacemos chas y, de repente, nos encontramos en Espíritu Santo número 11, en Feta Camisetas, dónde el artista valenciano «FLUG» estará batiéndose en duelo con la técnica mixta de los botes y el papel. El siguiente paso de este vistazo creativo es la plaza de San Ildefonso, donde deberíamos parar en la tienda de material artístico La Riva para ver a Daniel Díez y a Alba Castellano bajo el nombre «Gime me space». Utilizarán pinceles, rodillos, sprays y algunas plantillas para decorar las persianas metálicas de esta tienda. En la farmacia que está justo al lado, Alberto Arziniega, que se animó a participar por amor al arte y también por los premios en metálico a los que optan. «Vengo de Marte y voy a Urano, estoy haciendo transbordo en la Tierra», cuenta el artista de «A. ARZ».
Quedan muchos creadores por visitar, pero saliendo de la plaza hacia la parte baja de la Corredera de San Pablo espera con ansias «Currunchomolamuncho» que quiere transmitir alegría y vida con sus graffitis. Tendrá el placer de acogerlo Gorila café en el número 47. También, en el espacio de coworking La Manual, calle Escorial número 11, espera con un bordado en el que ha trabajado una semana entera, Raquel Rodrigo. Ella reinterpreta el concepto de píxel como unidad matricial y lo sustituye por punto de cruz. «Una reflexión sobre materiales, técnicas y representaciones que tienen como finalidad mezclar de manera indisoluble recursos», explica la autora de ArquiCostura, una acción bordadora sobre la arquitectura.
«Lo que esperamos es que la jornada se convierta en una gran fiesta cultural, que vengan muchas personas al barrio a ver cómo pintan los artistas participantes y que todo el mundo pueda disfrutar de una iniciativa bien alegre», termina Antonio Pérez. La verdad es que los museos nos abren sus puertas todos los días, pero este evento creativo se ofrece ante un público abierto este domingo.