Chamberí clama por más zonas verdes
El distrito de Chamberí ostenta el dudoso honor de ser el que menos zonas verdes tiene en Madrid: 0,4 metros cuadrados por habitante, siendo la media de 15,9. Frente a esto, las asociaciones de vecinos del barrio «Corazón Verde de Chamberí», «Parque sí en Chamberí» y «El Organillo» llevan luchando para que esta situación se invierta. Durante años han estado luchando para cerrar las pistas de golf del Canal de Isabel II, ya que consideraban que eran ilegales al no cumplir los trámites necesarios, y convertir ese espacio de más de 4.000 m² en un parque público. «Es un desperdicio esas cuatro hectáreas para tirar pelotas solamente», comenta Isabel Velázquez, «de Parque Sí».
Ahora el Tribunal Supremo les ha dado la razón y ha ordenado el cierre inminente de la zona de práctica de golf para el 31 de enero. Es por eso que las tres asociaciones convocaron una asamblea en el Centro Cultural Galileo con los vecinos del barrio para proponer su proyecto al Canal de Isabel II. También han presentado una exposición de proyectos de alumnos de Arquitectura para acondicionar distintas zonas de Chamberí con el fin de reducir la contaminación y proponer más espacios abiertos a los peatones.
Más de diez años de lucha
La polémica de los terrenos del Canal de Isabel II se remonta al año 2002. En ese tiempo, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento firmaron un convenio con el Canal para la apertura de un parque en la superficie ocupada por el tercer depósito de agua, en la calle Islas Filipinas. Sin embargo, en 2006, la Comunidad, gobernada por Esperanza Aguirre, decidió cambiar el proyecto inicial por un campo de golf. Además, para evitar los trámites de licencias municipales y la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la CAM declaró el proyecto de interés general. De esta manera, sólo dos de las nueve hectáreas del terreno se convirtieron en parque.
Esta decisión movilizó a los vecinos del barrio, indignados por lo sucedido. Durante años se han movilizado por medio de manifestaciones, recogidas de firmas y procesos judiciales. Entendían que el espacio dedicado al golf no reunía las condiciones para ser declarado de interés general, por lo que era ilegal. «Entendíamos que el complejo era de interés singular, no tenía sentido destinar un campo de golf en medio de la ciudad», comenta Héctor Grade, uno de los vecinos que han participado en el litigio. Por otra parte, las pistas de pádel y de fútbol sí las consideran de interés general y los vecinos no pretenden quitarlas.
En el año 2012, el Tribunal Supremo da la razón a los vecinos para acabar con el campo de golf. Después de varios recursos, el pasado mes de diciembre la sentencia fue ratificada y se ordenó el cierre de la práctica de golf para el 31 de enero. Una noticia que las asociaciones han recibido como una buena recompensa tras varios años de lucha.
Y ahora, ¿Qué?
Ante la sentencia del juez, las asociaciones llegaron a un acuerdo con Canal para hacerle llegar un proyecto para la superficie que ocupa el campo de golf. Por ello, organizaron una asamblea con los vecinos con el fin de recaudar todas las propuestas posibles. Al acto acudieron más de cien personas y quedó patente, según las ideas recogidas, que la gente reclama más espacios libres. «Queremos intentar recuperar el espacio que ocupa el campo de golf con el menor gasto posible. Chamberí carece de zonas donde los niños puedan correr sin peligro», explica Isabel Velázquez. Ideas que van desde zonas verdes, de paseo, infantiles, para mascotas hasta posibles huertos urbanos estuvieron presentes en la asamblea. El proyecto final quiere aunar a personas de todas las edades.
Uno de los proyectos presentados más curiosos fue el «Skatepark Chamberí». Realizado por un grupo de jóvenes, pretenden que el espacio incluya una zona donde poder patinar. Su aspiración surge porque piensan que «hay pocos espacios para la práctica de deportes de transición –aquellos donde se hace un desplazamiento sobre el terreno sobre ruedas y sin motor– dentro de Madrid capital cuando están en auge». Además, consideran que su proyecto reúne las condiciones necesarias porque respetan las zonas verdes y satisface las necesidades de los deportistas que se dedican a él. Argumentan que el espacio de Canal es óptimo porque es «una zona abierta y grande» por lo que consideran que no molestarían a los vecinos con el ruido generado ya que «el sonido no rebota».
Otras propuestas para el barrio
Aparte de la zona de Canal, desde las asociaciones también se entiende que Chamberí necesita algunos cambios en algunas zonas y acondicionarlas para crear más espacios abiertos y reducir la contaminación. Con la ayuda de alumnos de Arquitectura han realizado una exposición con proyectos ideados por estos alumnos para este fin. Agrandar las aceras de Ponzano y Bravo Murillo para que la afluencia peatonal sea mejor, incluir carriles bicis por varios puntos importantes del barrio, actuar sobre los otros depósitos del Canal, habilitar las antiguas cocheras de Metro de Cuatro Caminos para exposiciones o la promoción de ensayos de música son algunas de las ideas expuestas.
La descongestión de tráfico en el distrito es otra de las prioridades, como por ejemplo en la calle Islas Filipinas. Chamberí aglutina la mayor parte del tráfico de la ciudad. Es por ello que el Ayuntamiento tenga intención de limitar la velocidad a 30 km/h para tratar de paliar la contaminación.
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