Cuando Zidane no ganó en Alcorcón
Este miércoles se cumplieron dos años de una efeméride curiosa. El 1 de febrero de 2015 visitaba Alcorcón nada menos que Zinedine Zidane. El hoy entrenador del Real Madrid campeón de Europa era entonces el técnico del filial merengue, el Castilla, que lideraba el Grupo 2 de la Segunda División B del fútbol español. Se enfrentaba al Trival Valderas, colista de la categoría. Pero no consiguió ganar.
A las 11:30 de aquella soleada mañana de febrero, el Castilla de «Zizou» se medía al Trival en La Canaleja, un campo con capacidad para unos mil espectadores. Sobre su hierba artificial, el conjunto madridista debía doblegar al alfarero, que aquella temporada vivía la que hasta hoy es su primera y única temporada en la categoría de bronce.
El conjunto alcorconero, club humilde del barrio de San José de Valderas y fundado a principios de los años 70, se había ganado con sudor y agonía el ascenso a Segunda B el verano anterior. Y con ello el premio de vivir su primera experiencia a escala nacional tras más de cuarenta años viviendo el fútbol -y el barro- de los campos de Madrid.
Con el presupuesto más bajo de toda la categoría, el combinado alfarero era todo corazón. Lejos de buscar un plus de calidad en otra parte, su entrenador Marcos Jiménez había optado por mantener el bloque que había subido desde Tercera. Como explicaba, «los chicos se lo habían ganado».
Un Castilla de Primera
La adaptación del Trival a la categoría no había sido fácil. Con la visita del líder, en la jornada 23, «los aviones» marchaban en último lugar y luchaban por salir del pozo. Nada que ver con el Castilla, que con Zidane en el banquillo, presentaba sobre el verde a jugadores que hoy triunfan en Primera División. Dos de ellos, de hecho, son ya internacionales. Uno es el central Diego Llorente, ahora en el Málaga, que ya ha debutado con la selección española y que terminó lesionado tras chocar con el lateral trivalero Javi Polo. El otro, el mediapunta peruano Christian Benavente, actualmente en el Charleroi belga.
De aquel conjunto, en Primera también militan actualmente el extremo del Sporting Jorge Franco, «Burgui», el mediocentro del Valencia Álvaro Medrán o el lateral uruguayo del Eintracht de Frankfurt Guillermo Varela, además de Rubén Yáñez, hoy tercer portero del Real Madrid y campeón de la Champions League.
También jugaron, entre otros, futbolistas como Derik Osede, ahora defensa del histórico Bolton inglés, el centrocampista del Oviedo Lucas Torró, el extremo del Getafe Álvaro Jiménez o el mediocentro del Córdoba Sergio Aguza -que curiosamente este pasado verano fichó por el Alcorcón, «rival» histórico aunque sano del Trival, pero se ha marchado en enero-.
Todos ellos dirigidos por un Zinedine Zidane que se plantaba en el afable ambiente del barrio alcorconero bien guarecido por tres guardaespaldas. Parapeto tan irrefrenable como inusual para todos aquellos que quisieran una foto con la leyenda. O simplemente un autógrafo.
«Pudimos incluso ganar»
El filial madridista llegaba a Alcorcón después de cuatro victorias consecutivas y sumar 19 de los últimos 21 puntos posibles. Y sin embargo, no fue capaz de ganar en La Canaleja. Lo recuerda el entonces técnico rojiverde, Marcos Jiménez. «Ellos no estaban acostumbrados a jugar en campos como La Canaleja, donde todo es muy familiar y prácticamente el único espacio que hay es el vestuario y el cuarto del material».
También guarda un grato recuerdo de aquella mañana el central Mario Sánchez, hoy capitán del Trival. «El año en Segunda B fue muy grande para nosotros en todos los sentidos. Cuando vino Zidane fue la bomba. Verle ahí, en nuestro campo de césped artificial, cuando ha sido uno de los mejores jugadores de la historia y tanto le has visto por la tele fue algo muy chulo», explica.
El partido concluyó con empate a cero, en un encuentro en el que el Trival no ejerció como colista. «Pudimos incluso ganar», recuerda Mario Sánchez. «No consiguieron vencernos, pero la verdad que fue genial poder medirse a alguien a quien has admirado tanto cuando era jugador», asegura por su parte el ex técnico del Trival.
El no-debut de Odegaard
Aunque la anécdota curiosa de aquel día la protagonizó Martin Odegaard, el joven talento noruego del que por entonces todo el mundo hablaba. A sus 16 años, acababa de fichar por el Real Madrid, que se había anticipado al resto de colosos del fútbol mundial para hacerse con sus servicios. Un año antes, con 15, en las filas del Stromgodset de su país, se había convertido en el jugador más joven de la historia en debutar en Liga de Campeones y con la selección de Noruega.
La expectación sobre su debut era tal que hasta la televisión de su país se desplazó a La Canaleja para narrar el histórico estreno del chico con la elástica del Real Madrid, como se presuponía que ocurriría ante el Trival. Pero para desgracia de los periodistas escandinavos allí presentes, Zidane no le convocó. Aunque por lo menos pudieron asistir a una entretenida lección de casta por parte de líder y colista.
El Trival salió al verde con un plus de motivación, pues en la previa del partido la prensa había especulado con que el Castilla ganaría con sencillez. «Habíamos preparado muy bien el encuentro durante la semana. Siempre motiva jugar contra el Real Madrid, pero encima aquella semana decían en los medios que tenía pinta de que nos iban a ganar fácil, lo que nos estimuló más todavía», confiesa Mario Sánchez.
@David_MB91 @Forjanes_AS @trivalvalderas Que bien nos viene un comentario así… #vamostrival #CanalejaLlena pic.twitter.com/2bczErqrji
— Mario Sánchez Ponce (@mario14sanchez) January 28, 2015
Tuit de Mario Sánchez en reacción a una publicación en un diario nacional
Además, la hinchada del conjunto de Valderas también contribuyó a que Zidane no saliera victorioso de La Canaleja, como reconoce Marcos Jiménez: «La afición del Trival siempre es espectacular, pero aquel día lo fue más todavía. Más que un partido de liga, parecía que estuviésemos viviendo un partido de playoff», rememora el ex preparador rojiverde, que valora la carrera de «Zizou». «Hasta entonces, me parecía un entrenador normalito, incluso con menor preparación que otros de la categoría, pero ahora está demostrando que de verdad está a primer nivel».
Una historia para el Guinness
El Trival es, junto al Fuenlabrada, el único club madrileño al que Zinedine Zidane se ha enfrentado como técnico visitante y no ha ganado. Cierto es que tampoco venció lejos del Alfredo Di Stéfano, fortín del Castilla, a los filiales de Atlético de Madrid y Rayo Vallecano -que, como el Trival, también terminaron descendiendo en la 14/15-, aunque sí que ha salido triunfante del Vicente Calderón y del Estadio de Vallecas.
Números en mano, Zidane ha ganado fuera de casa a Atleti, Rayo, Getafe -al primer equipo y al filial- y Rayo Majadahonda, pero no en La Canaleja ni en el Fernando Torres (estadio del Fuenlabrada), que toma su nombre del delantero del Atlético de Madrid y la selección española -lo que igual algo tiene que ver-. De un modo u otro, Trival y «Fuenla» son los dos únicos equipos que, al menos en casa, no han sucumbido al técnico campeón de Europa, también responsable de la mayor racha de partidos consecutivos de un equipo sin perder en la historia del fútbol español, 40. Con permiso del Leganés, al que aún no se ha enfrentado en Butarque.
