Pepe Luis Carmona Habichuela: «El flamenco debe innovar con el corazón, no por hacer algo diferente»
Pepe Luis Carmona Habichuela, miembro de una de las sagas más importantes de flamenco, vuelve tras más de doce años de parón en su carrera artística con su disco «La Vida Llega». Afincado en Granada, donde encontró la paz que necesitaba para volver a los escenarios, regresó a su ciudad natal durante un día, Madrid, para presentar este trabajo en el Café Berlín.
Hijo de Luis Habichuela y sobrino de Juan y Pepe Habichuela, fue el fundador y cantante de La Barbería del Sur. Grupo caracterizado por el estilo Nuevo Flamenco en el que combinaban flamenco español con ritmos del jazz o pop. Sin embargo, dejó esta banda para continuar su camino en solitario como cantante y cantaor. Así fue como recorrió el mundo junto a grandes artistas e incluso compartió el escenario con cantaores de la talla de Camarón de la Isla. Este nuevo disco producido y escrito por él mismo a finales de 2015, es el comienzo de una nueva etapa profesional con la que pretende quedarse en el mundo de la música.
El pasado viernes 31 de marzo llenó la sala de la capital madrileña junto a unos invitados muy especiales, su familia, Los Habichuelas. Todos acudieron, incluido el patriarca de la estirpe Pepe Habichuela. Este concierto fue de los primeros que une a la familia en directo tras la muerte de Juan Habichuela el pasado junio.
Pepe Luis Carmona Habichuela, además de reunir a toda su familia referente en el mundo del flamenco, emocionó e hizo vibrar a sus asistentes con su estilo flamenco pasión. Además, este verano tiene previsto volver con un nuevo proyecto.
¿Cómo fue la experiencia de cantar junto a su familia?
Sentí mucho orgullo de todo y me emocioné. Pero realmente, además de mi familia, para mí era importante volver a Madrid con mi disco La Vida Llega y pude ver cómo la gente vino a verme, a Pepe Luis Carmona Habichuela. Por eso me entregué y me tiré casi dos horas de concierto y cuando salí vi a personas que estaban llorando, pero llorando de verdad. Yo decía pero ¡dios mío esto es solo con música! Para mí fue algo indescriptible. La verdad es que hay que ser humilde como decía mi tío Juan, y yo soy muy humilde pero yo pensaba ¿hasta esto llego yo haciéndole llorar a la gente? Y era verdad porque lo estaba viendo y me estaba quedando alucinado.
¿Echó de menos a tu tío Juan Habichuela?
Sí, sentí la falta de mi tío Juan y de mi padre, eran dos genios, pero los sentí allí. De alguna manera están. Me faltaron mucho.
¿Qué significa ser Habichuela?
Es un orgullo y es una responsabilidad muy grande porque mi familia tiene un peso y tradición y calidad dentro del flamenco y de la música española y por eso tengo que tener mucho cuidado con lo que hago. Te exige mucho ser Habichuela.
¿Habrá próximamente otra reunión de Los Habichuela?
No lo puedo adelantar aún, pero sí hay un par de cositas programadas y vamos a trabajar en varios sitios como Madrid o Francia este veranito.
¿Cómo le ha sentado volver después del parón?
Eso ha sido lo mejor, me fui para poco tiempo y por circunstancias me tiré doce o trece años sin trabajar. Estoy muy contento de volver a cantar y Dios me ha bendecido y me ha dado mucha fuerza. Vuelvo para quedarme. Me moriré dando guerra.
¿Por qué escogió el nombre «La vida Llega» para este nuevo inicio?
Después del parón uno no sabe lo que te va a pasar. Y definitivamente me di cuenta que mi mundo está dentro de la música española. La vida me ha regalado poder volver otra vez y por eso se llama «La Vida Llega».
¿Qué diferencia hay entre este disco respecto a los anteriores?
Es un disco más maduro porque soy más mayor. Además tiene mucho sentimiento y verdad, no hay trampa ni cartón. He hecho la música que me apetece hacer, canto flamenco que es lo que me gusta y hago versiones de gente que son grandes de España. Es un disco intimista pero a la vez está fresco aunque también hay cosillas comerciales. Pero, sin duda, es más personal.
¿Tiene previsto grabar otro disco próximamente?
Hay un proyecto para volver a hacer otro disco próximamente y creo que en verano ya estará listo. Habrá un par de cosas nuevas y dos o tres temillas anteriores, que caminan conmigo porque son anexos a mí y los voy a introducir. Tendrá nuevo nombre aunque aún no lo tengo claro.
Toda su familia toca la guitarra, pero usted se decantó más por el cante ¿Cómo es su relación con este instrumento?
Mi vida es una guitarra, para mí el cante sin la guitarra no es nada y el flamenco tampoco. Para mí la guitarra es todo.
¿ En qué punto está flamenco en estos momentos?
El flamenco está en un buen punto, siempre lo está. Sin embargo, creo que deberíamos retroceder un poquillo y hacer las cosas puras. Tienes que aprender de la raíz. Hay un momento en el flamenco que ya se hacen cosas por hacer y la afición está cambiando mucho. Hay pocos que sepan lo que es el flamenco antiguo, por lo que se desvirtúa un poquito. Pero creo que entre todos vamos a volver a poner al flamenco donde se merece y a volver a hacer los cantes tradicionales y a volver a disfrutar.
¿Qué opina de las innovaciones que se hacen en el flamenco?
Para innovar hay que hacerlo con muchísimo respeto hacia la raíz del flamenco que para mí es el cante y segundo se debe innovar con el corazón no por hacer algo diferente porque todo está ya hecho.
¿Cuál cree que es la imagen del flamenco fuera de España?
Eso es lo que podemos exportar. En España aunque haya muy buenos músicos, el pop o el rock ya existe en Inglaterra o Estados Unidos desde hace muchísimo, pero el flamenco es autóctono, es nuestro. Por eso la gente nos admira a los artistas flamencos y nos respetan muchísimo. El flamenco tiene algo muy caliente, muy visual y por variación de nuestra alma creo que nos entienden, más que por nuestra música, por nuestra alma.
¿Cómo le ha sentado la noticia de la bajada del IVA de los espectáculos del 21% al 10%?
Menos mal. Yo pienso que debemos seguir hasta que lleguemos al 3% o 4% de todos los espectáculos, y por supuesto, incluido el cine.
¿Cree que el Café Berlín se ha convertido un punto de encuentro para el flamenco?
Sí, es una sala de Madrid que está dando flamenco en directo, lo que se debe agradecer. Además, al ofrecer estos conciertos tan habitualmente hace que la gente se habitúe a ir allí y ahora mismo es sala de referencia. Yo me lo pase muy bien, es una sala que transmite y da cosas bonitas.
¿Deberían existir más salas así?
Por supuesto, lo que hay que bajar es el IVA y todas estas cosas que parece que están empezando a pasar. Creo que la música en una ciudad es mucho, una noche sin salas y sin música en una ciudad es como que está muy vacía. Los conciertos en directos deben existir y perdurar. Cuantas más salas haya más músicos habrá. La música es vida.
¿Qué otros lugares recomienda para disfrutar el flamenco en Madrid?
Recomiendo que la gente venga a Madrid a perderse siempre pero si hablamos de flamenco esta la Casa Patas y Candela, lugares en los que hemos estado los artistas y que son buenos sitios para ir.
¿Cuál es la situación en Granada respecto a la oferta de conciertos en directo?
Me fui a Granada hace once años y no había nada. Entonces decidí aportar mi granito de arena y cogí una de las salas más emblemáticas de allí: Planta Baja. Empecé a programarla y también hice lo mismo en la discoteca Boom Boom Room. Esta iniciativa no fue por el dinero. Pero es que no es lógico que un miércoles o jueves por la noche siendo músico en una ciudad como Granada no tenga donde ir y me parecía vergonzoso, era ínfimo el nivel musical y cultural, es decir, no existía. Y yo me he partido los cuernos por hacer algo.
Por lo menos, conseguí llevar veinte artistas a Planta Baja. Esto hizo que se dieran cuenta de que se podía hacer algo. Una sala sirve de capullo si viene Pepe Habichuela, el Torta porque la gente va a allí y eso es bueno para la ciudad. Y se está incentivando poco ahora desde mi historia en Planta Baja. Lo que pasa es que Granada es una ciudad muy rara y cuesta muchísimo.
¿Cuál es su rincón favorito de Granada?
Tengo muchos, me gusta mucho Granada. Por ejemplo, vivo por El Fargue y ahora mismo estoy viendo un atardecer alucinante desde mi ventana y me encanta el Plaza Nueva, el Paseo del Darro, el Albaicín y el Sacromonte, allí compuse Gypsy’s Dron. Me gusta todo Granada.
¿Ese atardecer es muy difícil de encontrar en Madrid?
Difícil no, es que no está. Esos son cosas que Dios pone en los sitios y lo ha puesto en Granada. A mí me gusta mucho porque como yo digo es muy nostálgica, es muy sensual y a la vez también marcha porque tiene la Universidad, tiene de todo. Es una ciudad muy mágica.
¿En qué sentido le ha ayudado la ciudad granadina en su carrera artística?
Allí es donde he sacado mi disco la vida llega. Llevaba sin grabar un disco 12 años por motivos personales y Granada me dio la inspiración. Me asenté allí y me ayudo a ver la vida de otra manera, menos estresado. Me ha dado calma y paz.
¿Entonces, qué prefiere Madrid o Granada?
Las dos. Ayer en Madrid también gocé, me fui a mi Gran Vía, me tomé un vino y me encontré con todos mis amigos. Es muy bonita también Madrid y es muy acogedora. Es una gran ciudad pero sobretodo moderna. Yo he viajado muchísimo por el mundo entero y Madrid es una ciudad muy moderna y muy cosmopolita. Y culturalmente es una referencia europea y en el mundo.
¿Le gusta la Semana Santa?
No soy católico, no creo en la Iglesia para nada. Creo en Dios y creo en Jesucristo. Pero no creo en la forma en el que lo hace la Iglesia. La Semana Santa he aprendido a respetarla porque hay que respetarlo todo. Es una tradición bonita, la gente se echa a la calle y la ciudad revive de alguna manera. Yo pienso que es buena y el ambiente que hay es bonito. Me gusta ver la talla y cómo la mueven. Pero yo no creo en los santos y al no creer en la Iglesia Católica no creo en la imagen. Mi Dios no está ahí. Me gusta el colorido que coge la ciudad más que nada.