Arte callejero: el fenómeno de moda cobra vida en el Templo de Debod
El distrito Moncloa-Aravaca del Ayuntamiento de Madrid sale a los espacios públicos emblemáticos del barrio con actividades escénicas de interacción entre artistas callejeros y transeúntes. En esta ocasión, la Unidad de Actividades Culturales de la Junta Municipal organizó un evento de estatuas vivientes y utilizó la arquitectura del Templo de Debod como fondo escenográfico.
En la oportunidad, el programa Moncloa de Calle se valió de las temperaturas óptimas que favorecen las actividades al descubierto, y concretó en un mediodía de domingo una presentación artística de estatuas vivientes en el concurrido templo dedicado a los dioses Amón e Isis. Alrededor de una decena de artistas atraparon con su enigmática quietud y su halo de misterio a cientos de vecinos y turistas que paseaban por la zona. Cabe mencionar que es un fenómeno de moda en las principales capitales culturales del mundo.
Consultada sobre la decisión de promover el arte callejero, la jefa de la Unidad de Actividades Culturales de Moncloa, la licenciada Esther Plaza, señala que en principio el acierto de salir con las obras a la calle surgió a raíz de la imposibilidad de ocupar el Centro Cultural Moncloa por refacciones edilicias. «La limitaciones de no saber cuándo finalizarían las obras nos interpeló y resolvimos incorporar los espacios públicos más importantes del distrito como escenarios naturales para los artistas callejeros», dice la funcionaria.
Del mismo modo, Plaza apunta que el evento «pretende normalizar y extraer de la marginalidad el trabajo a medio camino entre la performance, el mimo y la creación plástica». También agrega: «Desde el plano del espectador o vecino que contempla esta exposición de estatuas vivientes, supone la oportunidad de conocer una diversidad de trabajos artísticos pero agrupados. Y en este caso, el Templo de Debod sirve a la perfección para esta intención expositiva», comenta la representante de la Junta Municipal.
A propósito de la receptividad de la gente, la titular de Cultura indica que la posibilidad de realizar la actividad durante los mediodías de sábados y domingos, y las temperaturas agradables de estos días en Madrid, han sido factores determinantes para que las familias se acerquen a disfrutar del arte escénico en lugares abiertos. «El arte callejero en esta ciudad es mucho y muy variado. Desde nuestra área nos complace generar condiciones de trabajo organizadas y bien remuneradas para los artistas, y creemos que el marco institucional es una forma de valorizar su puesta en escena. Dentro de lo que es arte de calle, visibilizamos espectáculos de música, teatro, títeres, mimos, circo, entre otros. La idea es brindar una oferta heterogénea y satisfacer una demanda cultural variada», explica Plaza.
Por su parte, Amparo Alameda, principal organizadora de la empresa tercerizada que lleva adelante los encuentros de Moncloa de Calle, comenta que la diversidad de presentaciones en sitios abiertos continuará hasta diciembre. «Los parques son lugares muy representativos de convivencia ciudadana. Las familias paseando, gente en bicicleta, el Templo, los artistas; todos juntos compartiendo el mismo espacio. Es súperagradable», manifiesta la empresaria.
REPRESENTACIONES A CIELO ABIERTO
El artista callejero es un creador de vocación, que se adapta a espacios duros de trabajo: inclemencias del tiempo, mucho calor o mucho frío, bajo un sol radiante o en la lluvia, y todo esto con recompensas monetarias generalmente bastantes escasas. «El público recibe una creación artística con el mismo rigor escénico que en un teatro convencional. Lo que debemos aprender como público callejero es a valorar al artista de la misma manera que respetamos al músico integrante de una orquesta sinfónica; en muchos casos tienen la misma profesionalidad. La gente en la calle no tiene conciencia de que estas representaciones merecen remuneración aunque te las encuentres en una esquina cualquiera», opina el director artístico de la muestra, Fernando Salvá Luna.
En este caso, participaron de la actividad en el Templo de Debod artistas que han invertido mucho en su formación y que están constantemente haciendo representaciones en eventos internacionales. «La iniciativa de la Junta Municipal es muy alentadora y espero genere un efecto contagio en las demás para posicionar a Madrid como una gran centro de arte. Además es una iniciativa que reconoce simbólica y económicamente a los artistas callejeros», afirma Salvá Luna.
LA VOZ DE LOS ARTISTAS
Sobre las destrezas propias del estatuismo, Facundo Varela (39), uno de los protagonistas de la actividad con su personaje Hanz -el cazador de un Viaje al Centro de la Tierra-, destaca: «Lo que se ve en la puesta en escena es el resultado de muchas horas de trabajo». De la misma forma, continúa: «Desde el tiempo que toma pensar en el personaje y su significado, la minuciosa realización del traje y los elementos, hasta la preparación física que requiere una misma posición del cuerpo por un tiempo determinado, la mayoría de las veces superior a 45 minutos».
Asimismo, Varela se muestra sumamente gratificado por la actitud de los transeúntes y recalca la importancia del apoyo y promoción por parte de las instituciones públicas y ONG que impulsan el arte callejero. «Este tipo de iniciativas en lugares públicos y de forma gratuita contribuyen a darle un standing -bien merecido- al esfuerzo de las estatuas vivas. Sirve para que el púbico se familiarice con este tipo de representaciones, para que las comprenda y las valore”, dice el también admirador de Julio Verne.
Por su parte, Ana Segovia Guerra, que comparte el mundo del estatuismo junto a su esposo, dice que la propuesta consiste en ofrecer una obra de manera libre y gratuita y que por lo general el recibimiento es muy bueno. «Entiendo que pueda gustar o no, pero por lo menos se genera la oportunidad de opinar sobre algo que te están presentando. Me parece que el ayuntamiento está haciendo un muy buen trabajo llevando la cultura a la calle y presentando esta actividad al público. Todo lo que promocione la cultura es bueno, ayuda al ser humano a crecer y a ampliar la mente», expresa una de las protagonistas de la tarde.
OPINIONES CONTRAPUESTAS
Sin embargo, desde la vereda de enfrente, a críticos culturales de renombre como Fernando Castro Flóres no les tiembla el pulso al afirmar que «Madrid es una ciudad poco dinámica en propuestas de arte contemporáneo en espacios públicos». Desde la acidez que lo caracteriza, el especialista en estética fustiga: «Hay acciones ‘culturales’, generadas desde el analfabetismo casi esencial de los políticos, que no solo no contribuyen a intensificar la experiencia del arte contemporáneo sino que ofrecen un ‘sucedáneo’ ridículo. Habría que reformular qué estamos haciendo en la calle, generar criterios; porque muchas veces lo único que se está haciendo es tratar a la gente como ignorantes y perpetuar la mediocridad», opina Castro Flores.