Chamartín

Las casas de lujo acaban con el Chamartín tradicional

Recreación de la vista que ofrecería el Paseo de la Castellana tras la «Operación Chamartin»
Proyecto del Distrito Castellana Norte. Foto: ABC

Con el repunte de la compraventa de viviendas, las constructoras se están lanzando de nuevo a la edificación. Esto se nota en gran medida en el distrito de Chamartín, y más en concreto en la zona de Pio XII, donde dos empresas están levantando casas de lujo.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en lo que va de año 2017, la compraventa de viviendas aumentó en un 17% con respecto al año 2016. Del mismo modo que el precio de las casas aumentó un 6% en el tercer trimestre del presente año.

La inmoviliaria madrileña Pryconsa adquirió en noviembre del año 2014 los antiguos Estudios Buñuel de televisión, situados en la Avenida de Burgos. Allí comenzó la promoción «Calanda Homes», un ambicioso proyecto que tiene como objetivo la construcción de 89 viviendas multifamiliares que incluyen saunas, jardines privados, gimnasio y pista de pádel entre otros. El precio de las casas más baratas ronda los 950.000€, mientras que los áticos cuestan cerca de dos millones y medio de euros. El 50% de estas viviendas ya estaban vendidas al año siguiente de empezar a construirse, un dato que sustenta el buen momento del sector inmobiliario.

A su vez, la constructora Nidom ha adquirido un terreno en plena Plaza del Duque de Pastrana. Este lugar es un punto estratégico en el que confluyen tres calles muy importantes: la calle Mateo Inurria, por la que se llega a Plaza Castilla. También conecta con la Cuesta del Sagrado Corazón, una calle que lleva a Arturo Soria. Por último, en esta plaza finaliza el Paseo de La Habana, una de las calles más ricas de Madrid. En estos momentos, Nidom está «desarrollando el proyecto para solicitar licencia» pero se espera que las obras comiencen a mediados del año 2018. Esta empresa también tiene futuros planes urbanísitcos en áreas céntricas de Madrid, como el Barrio de Salamanca y Plaza Castilla, zonas muy suculentas para el sector inmobiliario.

Construcción de las viviendas de Calanda Homes. Foto: Mario López
Obras de las casas de Calanda Homes. Foto: Mario López

La construcción de estas ostentosas viviendas siembra diversas opiniones al respecto. Pilar, vecina de uno de los edificios cercanos a Calanda Homes, afirma que «estas casas van a darle un aire nuevo al barrio». También dice que «es agradable la llegada de gente nueva y que van a ser casas muy bonitas». Álvaro, residente de la Avenida de Pio XII, opina que el proyecto es muy positivo porque «va a revalorizar las casas del lugar». Añade que «esto puede propiciar que se abran nuevos comercios, por lo tanto más empleo y una buena economía para la ciudad».

Comercios beneficiados

Luis es dueño de una tienda de alimentación cercana a las obras de la Avenida de Burgos. Afirma que la llegada de nuevos vecinos a la zona es «una gran noticia para su negocio, ya que supone más clientes y como consecuencia un mayor beneficio económico para él». De esta manera, los comercios de la zona son a priori los máximos beneficiados de la llegada de nuevos inquilinos.

Carlos, un agente de movilidad que suele dirigir el tráfico por las mañanas en la Plaza del Duque de Pastrana, confirma que la situación será bastante caótica en cuanto al tránsito de vehículos se refiere. «Esta zona ya es una locura por las mañanas debido a la entrada de los colegios. Si a esto le sumamos que van a haber más vehículos por la llegada de nuevos vecinos… va a estar mucho más colapsada si cabe» concluye el guardia de tráfico.

Proyecto de la Plaza del Duque de Pastrana. Foto: Mario López
Proyecto de la Plaza del Duque de Pastrana. Foto: Mario López

Discrepantes de la remodelación

Otros vecinos han mostrado su disconformidad con la edificación de estos pisos de lujo. Ana, habitante de la calle Buganvilla, entiende que «suponen un gran negocio y que beneficia en muchos aspectos al barrio» pero también piensa que «un centro de ocio como un centro comercial o unos cines serían mejor recibidos y que darían más vida al distrito». Adrián, residente de la calle Bambú, tampoco ve con buenos ojos estos nuevos hogares. «No me parece mal, pero con estos nuevos edificios y vecinos se van a producir más aglomeraciones de tráfico y una saturación en las calles que ya suceden ahora mismo» afirma.

El propietario de uno de los bares nocturnos de la Plaza de Duque de Pastrana, Emilio, espera con ilusión la construcción de estos hogares. «La construcción de estas casas nos va a suponer un gran impulso económico. Principalmente porque estos domicilios están justo enfrente de varios locales nocturnos. Añade que «es más apetecible ir al bar de debajo de tu casa que irte al centro, por lo que imagino que la gente que va a vivir aquí es un cliente potencial de estos locales».

Andrés, vecino del Paseo de la Habana, muestra su tristeza al ver que la cafetería a la que iba a tomar café por las mañanas ya no existe. Nidom la ha derrumbado para levantar sus nuevas viviendas. «Aquí estaba la típica cafetería de barrio, tenía una bollería buenísima y era un lugar muy agradable donde pasar la mañana» dice denotando cierta nostalgia en sus palabras. «Si se sigue esta tónica de no parar de construir casas y más casas, no nos van a quedar más sitios a los que ir. A este paso, los lugares más emblemáticos de los barrios van a desaparecer» concluye Andrés.

Pintada en las obras de la Plaza del Duque de Pastrana. Foto: Mario López
Pintada en las obras de la Plaza del Duque de Pastrana. Foto: Mario López

Desaparecen los lugares emblemáticos de los barrios

Laura, alumna del colegio Sagrado Corazón, piensa que es bueno porque «así llegará gente nueva al barrio». Pero por el contrario, donde van a construir las viviendas de lujo, había una papelería que le venía muy bien a los alumnos de los colegios cercanos y que ahora tienen que ir a un lugar más lejano para hacer fotocopias.

Chamartín es uno de los distritos madrileños donde se puede apreciar la renovación inmobiliaria y el auge de los macroproyectos urbanísticos. La construcción de estos nuevos edificios y sus consecuencias en la población pueden servir como precedentes de lo que será la Operación Nuevo Norte, anteriormente conocida como la Operación Chamartín.

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